Capítulo 03; Forastero.

148 16 0
                                    

Seokmin se encontraba ya en casa, tirado en el pequeño sillón que ocupaba para recibir a sus amigos, pero ahora se encontraba completamente solo. Él sabía muy que los costos de vivir fuera de la ciudad, era que sus padres tendrían que quedarse en su casa, ahora estaba en un pequeño apartamento, no tenía trabajo, puesto que sus padres le daban buena paga para sus gustos, en el momento en que dejaron de pagar los gastos de Wonwoo, y no saber donde se encontraba. Seokmin debía buscar a su hermano mayor, tenía qué, pero sus padres le prohibieron hacer eso y concentrarse a sus estudios, estando en un dilema, salió de su casa en busca de algo de comer, no tenía ánimos de cocina. Salió de su apartamento, y cerro la puerta con la llave.

—¡Seokmin hyung! –el mencionado volteo hacia quien lo llamaba, sorprendido por encontrarse con un niño con mejilla notorias– ¿Cómo has estado? ¡Hace mucho que no nos veíamos!

—¡Seungkwan! –sonrió viendo a su vecino. Dando un paso hacia delante, lo miro a los ojos– He estado muy bien, has crecido un poco. –Seokmin de brindo una sonrisa cálida, Seungkwan infló su mejilla. Odiaba que le recalcaran su estatura por ser alguien de preparatoria y que la mayoría de sus amigos están un poco más alto.

—Seokmin hyung, ¿tienes tiempo más tarde? Quiero que me des consejos, eres al único que le tengo confianza sobre esto. –Seungkwan bajó la mirada un poco tímido, Seokmin notó esto y comenzó a preocuparse sobre si amigo, Seungkwan subió sus ojos a la mirada de Seokmin, y notó la repentina preocupada– ¡Ah! ¡No es nada malo! Tengo que hacer tarea, ¿puedo pasar más tarde a tu casa?

—Por supuesto, tengo que ir a comprar unas cosas, así que regresare en unos veinte minutos. –dijo Seokmin.

Seungkwan se despidió entrando a su casa, el azabache seguía manteniendo su sonrisa, mientras observaba como su amigo se marchaba. Siguió con su camino a la tienda para comprar lo que seria su cena y el almuerzo de mañana. Salió del enorme edificio, y caminó un par de cuadras al llegar al pequeño súper que había en la calle. Entro en el lugar y comenzó a buscar la comida que compraría, decidió comprar algunos fritos, algo de pan y galletas, y un refresco de cola para cenar. Su momento tranquilo se vio interrumpido por un chico pelirrojo que estaba pagando, y el empleado del lugar le negaba la compra.

—Lo siento amigo, pero tu tarjeta esta sin dinero, no acepta la compra, al menos que pagues en efectivo, no hay productos para ti. –el empleado comenzaba a tomar las cosas y apartarlas del pelirrojo.

—¡Ya te dije que no tengo que comer! ¡Necesito la comida...! No, solo necesito el agua para vivir, ¡solo déjame obtener eso!

—Tienes ropa limpia, no eres un vagabundo, además hay una cámara al interior del lugar, ¡por supuesto que no te daría nada! Mi jefe me observa las veinticuatro horas del día, ¿acaso no lo entiendes? ¡Ya vete, molestas!

—Yo puedo pagar por ti.

El silencio permaneció por unos segundo, el pelirrojo volteó con el dueño de esa voz, encontrándose en la mirada de Seokmin, cuando sus ojos conectaron, su cuerpo se llenó de un extraño sentir. Era lindo, pensaba Seokmin, un chico que vagaba solo por Seúl, tan lindo, alguien podría  aprovecharse de él. El chico solo bufo, estaba decidido irse.

—¡Espera! –se detuvo, Seokmin pagó rápidamente la comida que había decidido comprar junto con la del chico pelirrojo.– Toma. –le entregó la bolsa donde habían metido los productos.– Me llamo Lee Seokmin, ¿cuál es el tuyo?

—Lee... Lee Jihoon. –puso su mirada en el suelo apenado después de haber tomado la bolsa– Gracias.

—Lamento si escuche demás, pero... ¿es cierto que no tienes a dónde ir? –Jihoon desvío la mirada hacía la calle, no le gustaba que las personas sintieran lástima alguna por él.– Puedes hospedarte en mi casa si lo necesitas, puedes bañarte, comer, dormir en una cama suave.

—Lo siento... –apretó los labios, odiaba ese tipo de gente– Ya me las arreglaré para conseguir donde alojarme. –iba a dar un paso, cuando Seokmin lo sostuvo de la muñeca– ¡¿Qué estás haciendo?! –el azabache a darse cuenta de su acto soltó rápidamente a Jihoon.

—¡Espera! –su cara se torno de un calor rojizo– Los hospedajes en Seúl son caros... y bueno, yo no te cobraría nada por estar en mi casa, puedes estar ahí, es muy noche ya, y no es bueno quedarse en la calle, anda, ¡ven conmigo!

—Esta bien...

Seokmin lo llevó a rastras mientras le contaba un par de cosas en su experiencia en Seúl. Era muy hablador, y a Jihoon, eso le fastidiaba, no se quejaría, puesto que él necesitaba un techo donde dormir en estas épocas, y haberse escapado de casa con sus ahorros, no le facilitaba nada. Sus padres habían cancelado si tarjeta de crédito, le habían prohibido ir a Seúl sin ellos, Jihoon no quiso escuchar, él ya era mayor de edad y podía hacer lo que el quería. O eso pensaba.

—¿Cuantos años tienes? –Seokmin lo había despertado de sus pensamientos con sus padres, al recordar el momento en que le prohibieron salir de su casa y ciudad– Yo tengo dieciocho años, y voy a la universidad de derecho de Seúl.

—Tengo diecinueve años, e iba a clases a una pequeña academia en Busan. –luego proceso aquella información que Seokmin dio y lo que él había mencionado.– ¡Para! ¡No me preguntes cosas de mi vida personal!

—¡¿Eres un año mayor que yo?! Ah... Sí, lo siento. –fue lo que dijo Seokmin, bajando la mirada, pocos segundos después se detuvo y Jihoon lo miró atento– ¡Aquí vivo! –se encontraban en frente de un edificio de 3 pisos.– Entremos. –Seokmin entró, y después Jihoon, observó el lugar y tenia una pequeña recepción.– ¿Puedo preguntar que haces exactamente aquí? ¡Sin molestar! –bajó la mirada y Jihoon pensó que quizá fue algo grosero con él.

—Vine a Seúl a buscar un amigo...

—¿Tú también buscas a alguien? Estoy buscando a mi hermano mayor, tiene la misma edad que tú.

—¿Como... como se llama tu hermano? –Jihoon tenía alguna duda de eso, creía que Seokmin podría ser hermano menor de aquel amigo que buscaba.

—Wonwoo. –se equivocó.

La presión en el pecho se había formado en el momento que le preguntó sobre aquello, luego recordó un par de cosas. Su amigo tenía dos hermanos menores, y además no sería capaz de abandonarlos. Pudo respirar mejor cuando el nombre de aquel sujeto había sido mencionado. Ambos habían salido de la puerta que los llevaba al segundo piso, donde Seokmin vivía, el edificio era muy espacioso puesto que tenia dos apartamentos en cada piso. El azabache abrió la puerta dejando pasar a Jihoon y después él, se acercó a la cocina y dejó todas las cosas que había comprado ahí.

—Te presento mi hogar, esta... algo sin muebles, pero es porque vivo yo solo, y bueno, no he ido a comprar porque no he tenido tiempo por la universidad, así que sientete cómodo. –la casa de Seokmin estaba pintado de un color guindo, tenia una mesa de centro y un sofá pequeño.

Jihoon tomó asiento mientras Seokmin le mencionaba que iría a preparar algo de comer para los dos. Se recargó en el sofá mirando atentamente el techo. Las voces de unos niños se hacían presente en su mente, cerró sus ojos para recordar.

SeungcheolJihoon estaba viendo a su amigo llorar en el pequeño parque que se encontraba en su pequeño pueblo.– ¿Por qué lloras?

—Porque... ¡No quiero irme sin ti! –se sorprendió, su amigo había dicho algo que le confundía, ¿irse? ¿A donde? Jihoon no lo comprendía–

—¿Irte?

—Mamá y papá quieren que nos vayamos, a Seúl de nuevo, pero no quiero. ¡Quiero quedarme contigo! –Jihoon también quería estar con él para siempre.– ¡Ven conmigo a Seúl! ¡Por favor!

El sonido de un chirrido de carro y la oscuridad vino en su mente. Abrió los ojos lentamente, para encontrarse con el apartamento de su nuevo amigo. Jihoon dejó derramar una lágrima, y cubrió sus ojos con su brazo.

—Fue una mala idea, Seungcheol...

Pinwheel/Trauma - SEVENTEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora