Capítulo 04; Problemas.

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A Seungkwan le encaraba asistir a clases, tenía un montón de compañeros que consideraba sus amigos. Le fascinaba ir con ellos a pasear y a ir a fiestas. Pero descubrió algo que le causaba demasiada curiosidad, y aquello, era un estudiante que estaba siempre en lo solitario. No hablaba con nadie, se la pasaba anotando en sus apuntes, no participaba en clases, y cuando algún profesor le preguntaba algo sobre la clase solo decía: "No sé", y volvía a quedarse callado. Eran polos opuestos, pensaba Seungkwan, él tenia un montón de amigos, le encantaba participar en clases aunque sus respuestas no fueran certeras, hablaba mucho, mientras que ese chico no hacía nada. Y eso, le picaba con mucha curiosidad.

—¿De qué querías hablar? –Seokmin se encontraba en el comedor con su vecino, quien estaba tomando jugo de naranja con unas galletas que el mismo había decidió traer a su casa. Seungkwan miro el vaso con jugo, y luego preguntó.

—Seokmin hyung, ¿algunas vez has conocido a alguien callado? –Seokmin no entendía del todo a que iba su pregunta– Ah~, estoy diciendo, que bueno... tengo un compañero que es muy... ¿Solitario? Parece no tener amigos, y en clases tampoco habla.

—Entiendo... –murmuró Seokmin– Pues, no he conocido personas así, usualmente conozco gente alegre... a excepción del chico que encontré en el súper mercado, pero no parece ser solitario. ¿Por qué tu pregunta?

—Quiero acercarme a ese chico, pero, parece que no sé como, es como si él mismo pusiera una barrera que impidiera acercarme u otros se acerquen con él. –Seungkwan miró atentamente el vaso que ahora estaba vacío, como si fuera la ultima cosa en la vida– Es... tan difícil.

—Deja de pensar en eso, y trata de darle algo a cambio, quizá se pregunté quien será la persona que le esta comunicando algo. –sirvió un poco de jugo en el vaso de Seungkwan para que tomará más– Mi hermano y yo nos comunicábamos de ese modo cuando uno estaba triste, o incluso enojado.

—¿Tu hermano...? ¿Has encontrado alguna noticia? –Seokmin bajó la mirada negando, estaba frustrado consigo mismo, no podía hacer nada y quería hacer todo a la vez, pero sin ninguna pista. Fallaría mucho.– Ya veo... Espero que lo encuentres pronto. Por cierto, ¿como se llama el chico que esta durmiendo en tu casa?

—Ah, ¿Jihoon...? Sí, creo que así era su nombre... Lee Jihoon, sorprendentemente, es de la misma de edad de Wonwoo, puedo deducir que ambos son iguales, me refiero a que... ambos son serios y se enojan por todo. –Seokmin comenzó a reír con el carácter del chico y recordando el de su hermano.–  Diría que es «Copia y pega» de su carácter. Solo eso, Jihoon es pequeño, mide menos que yo, y Wonwoo es mal alto, son completamente distintos en aspectos.

—Nunca he visto como es tu hermano, me gustaría conocerlo algún día de estos.

—Lo sé...

Conocerlo, Seokmin sabía bien que era casi imposible ver o escuchar de Wonwoo, desde que salió a Seul, de un momento a otro dejó de marcar a casa, preguntar sobre sus padres y aun recuerda cuando le dijeron que dejara de llamarlo su hermano.

Seokmin tenia diecisiete años, estaba estudiando para el examen a la universidad. El teléfono de su casa se escuchó tan fuerte, era hora de que Wonwoo se comunicara con ellos. Se levantó cerrando sus libros y dejándolos a parte, abrió su puerta y salió hacía la sala, pero algo raro noto. Su padre estaba gritando.

—¡¿Como que dejarás la universidad Jeon Wonwoo?! ¡Estamos pagando muy caro tu año escolar para que lo dejes tumbado de la nada! ¡¿Qué?! ¡¿Unos sujetos?! ¡¿Y a mi que mierda me importa esos chicos?! ¡Qué se cuiden solos! ¡No te atrevas a retarme! ¡Si sales de la universidad, olvidate que te estaré pagando el apartamento! Eres la decepción de la familia. Tú eres una escoria.

Colgó. La llamada había terminado, ni un hola, ni un adiós, tan simplemente Seokmin no lo entendía. Estaba escuchando atentamente por el pasillo que conducía hacia su cuarto. Su padre y su madre hablaban de ese tema, y no entendía. Salió del pasillo, para que ellos notaran si presencia.

—¿Realmente no le pagaras nada? ¡Es nuestro hijo!

—¡Dejará la universidad! ¡Eso merece que se quede sin casa, y que ni siquiera se atreva a volver aquí!

Seokmin... –su madre lo miró con los ojos llorosos, Seokmin se acercó con pasos lentos hasta la presencia de sus padres. Su papá se sentó en el sofá de su casa.– Min...

—¿Hyung no volverá? –su padre solo suspiró, y su madre había derramado una lágrima– ¿Papá? ¿Acaso, Won... enserio no volverá?

—¡No me hables de ello! Bien le había dado mi aprobación con su... ¡Agh! ¡Es un estúpido!

—¡Si mi hermano no vuelve jamás, te juró que dejaré de llamarme Jeon!

Salio corriendo hacia su habitación, encerrándose y dejándose llevar por el silencio. El eterno silencio que había en su habitación, y los sollozos del recuerdo de su hermano. Estaba roto, destrozado; para él, Wonwoo era su héroe, aquel chico que lo ayudo en diferentes problemas, aquel que sonreía a pesar de los problemas. Wonwoo era...

—Wonwoo. –su pensamientos fueron despertados después de haber servido la cena, dejando los platos en la mesa, y guiando su mirada al chico alto y moreno que había regresado a casa– ¿Dónde está Seungcheol hyung? –Wonwoo siguió mirando el plato en su mano.

—Debe estar en su habitación, ¿por qué? ¿Tienes algo que decirle? –levantó una ceja con una mirada de interrogación. El chico bufo, y su desvío su mirada a la comida– No creo que salga a cenar.

—Como siempre... –murmuró– Entonces, lo veré después, nos vemos, que tengas linda cena con Vernon, saldré.

—¡Mingyu! –Wonwoo exclamó con su ronca voz, fruncio el ceño completamente, tomó la muñeca del mencionado y apretó fuertemente– ¡No irás a ninguna parte!

—Detenme si puedes. –Mingyu atrajo consigo a Wonwoo, teniéndolo a escasos centímetros, mirando con odio y rabia en sus ojos.– No te atrevas a seguirme. –Mingyu empujó a Wonwoo, soltándose de su agarre, y saliendo rápidamente de lo que era su casa.

Wonwoo tenia el ceño fruncido, lamentándose que no podía hacer nada, no podía detenerlo, no quería que lo lastimaran o terminara lastimado, pero, ¿por qué? Él se preocupaba por Seungcheol, se preocupaba por Hansol, pero, ¿por qué motivo, cada vez que Mingyu sale sin su consentimiento, su pecho comienza a doler, sus pensamientos se revuelven? Cada vez qué Mingyu sale involucrado en algo, ese sentimiento de protegerlo crecía. Aunque... lo odiaba, su carácter imprudente y retador, era lo que odiaba de él.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Esas palabras resonaban en su mente, cada minuto, cada segundo.

—¿Mingyu sigue siendo un tonto problemático? Pensaba... en cenar con ellos, pero viendo que salió, supongo que cenaremos cuando Hansol regrese. –Seungcheol se encontraba en la puerta de su habitación mirando atentamente como Wonwoo caminaba hacia el sofá a sentarse, su cabeza dolía– ¿Dónde está él?

—Hansol debe estar en camino hacía acá. –recargó su cabeza y cubrió sus ojos con su brazo, Seungcheol se acercó y se sentó a un lado– Creí que no volverías a salir. 

—Hay algo que me esta matando en mi mente... como si algo que quisiera demasiado tratara de volver a mí, pero no entiendo que es lo que esta pidiendo a gritos que lo busque. –Wonwoo posó sus ojos cafés en los ojos oscuros de Seungcheol, quien trataba de buscar respuesta.

—Tus hermanos te buscan a diario, tanto Hansol como Mingyu, ellos dos están pidiendo a gritos que su hermano mayor vuelva a ellos. –Seungcheol negó con la cabeza– Realmente estas loco.

—Sé que Mingyu y Hansol están mal, pero ambos necesita algo más que su estúpido hermano mayor que no puede protegerles. Necesitan cariño, y no específicamente mío. Lo sé, por eso estoy diciendo que algo más trata de buscarme.

La puerta de la casa se abrió dejando asomarse un pequeño adolescente que sostenía la mirada baja, Seungcheol se levantó y rodeo los brazos del chico que comenzó a dar un par de pasos adelante. Lo abrazo fuertemente, que Wonwoo sintió que debía regresar a casa.

Pinwheel/Trauma - SEVENTEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora