Capítulo 7

15.7K 1.7K 784
                                    

Entraste al departamento, estaba sucio, platos de ramen instantáneo por aquí y por allá, un sofá color rojo dañado, y tal parece que mordido por ratas.

—Hay ratas aquí?— Preguntaste con nervios, rogando al señor que dijese que no.

—Si...— Dijo el algo apenado por su estilo de vida.

《Demonios!》pensaste al recibir la respuesta, no había algo que odiases mas que las ratas

—Sabes que? ven...— Hablaste dirigiéndote a su cuarto, el cual no fue muy difícil de encontrar ya que solo había una habitación.

—Tienes maletas?—Demandaste, el chico saco un par de maletas pequeñas, seguramente no era suficiente, pero era lo que había... Tal vez podías usar tu mochila también.

—Toma tus cosas, todas, calcetas, camisas, gorras, boxers, pantalones, todo! Te espero afuera tienes media hora, si no puedes acomodar las cosas en las dos maletas entonces usa mi mochila, procura no sacar nada.— Hablaste saliendo del cuarto dejando a Dabi con una expresión de total confusión, era algo extraño para el recibir ordenes así.

Se preguntaba que planeabas hacer, porque parecía que iban a hacer el viaje mas largo de su vida?

[...]

—A donde vamos?— Pregunto el chico cargando las maletas y tu mochila.

Por alguna extraña razón estaban muy calmados, los dos estaban caminando por las calles de Tokyo lentamente.

—Ya veras...— Dijiste caminando frente a el.

—No me gustan las sorpresas...— Dijo el frunciendo el ceño.

—Sorpresa tuve yo cuando descubrí que vivías entre ratas Godzilla!— Hablaste con frustración.

Finalmente llegaron a una casa, grande, color blanco con arreglos color rojo, una puerta de madera naranja.

—Que es esto? La casa de tu madre?— Pregunto.

—Es la misma casa que intentaste quemar, es mía así que no vamos a tener problemas de renta ni ninguna de esas mierdas, pague al contado— Dijiste sonriendo con orgullo.

Notaste una caja que estaba en la puerta.

—Mi paquete! — Dijiste tomando la caja con una sonrisa casi gatuna.

—Mi paquete! Mi nuevo saco de boxeo!— Le diste una pequeña patada para poder pasar a la casa.

Hiciste una señal al chico para que se acercase y al hacerlo tu tomaste las llaves que estaban en la mochila.

Finalmente abriste la puerta y entraste después que el chico, el cual rápidamente dejo sus maletas en la mesa ratonera de el salón principal.

—Es algo grande, pero te acostumbraras, ademas, mientras trabajo tu limpiaras y mantendrás todo bien quieres, tengo una obsesión con eso...— Hablaste.

—Se nota bastante— Hablo viendo como el piso relucía de tan limpio que estaba.

—Bien! Tu habitación sera la que esta arriba en las escaleras frente al baño. Explora la casa solo no entres a mi habitación— Dijiste tomando las llaves.

—A donde vas?—

—A por Hashiru— Dijiste finalmente cerrando la puerta dejandole solo en tu casa.

[...]

—Tamaki!— Hablaste desde fuera de su casa.

Un par de ladridos te hizo sonreír inconscientemente.

—TN!— Grito el chico al verte fuera de la puerta.

—No grites quieres?—

—Que esperabas que pasara? Tu te fuiste sin avisarme! Pensé que había pasado algo malo—

—Ya mama! No paso nada malo, tengo que irme, solo vine por Hashiru...—

—Ahora solo te vas?— Pregunto mirando al piso, sus labios formaban una linea recta, se notaba nervioso y al mismo tiempo decepcionado de ti.

—Solo me quieres cuando me necesitas? Ya no somos amigos? Todo lo que pasamos juntos lo tiraras así a la basura?— Pregunto el con un nudo en la garganta.

—No es así Tamaki... Solo es algo complicado...— Dijiste.

—Complicado ah? Dime a que le llamas complicado? Recuerdas cuando eramos niños y lo que llamábamos complicado era un puzzle hecho por Mirio?— Pregunto el.

—Tamaki, ya no somos niños, lo que llamaba complicado antes ahora solo es un grano de arena... Pero eso no significa que dejemos de ser amigos... — Tomaste un papel y escribiste una dirección.

—Fue mucho tiempo sin verte, ven a visitarme alguna vez— Sonreíste calídamente y le diste un abrazo, el chico devolvió ambos gestos.

—Si lo deseas puedes traer a Mirio alguna vez... como sea tengo que irme, tengo visitas.— Le diste un beso en la mejilla y luego le pusiste la correa a Hashiru.

—Nos vemos luego, ya nos vamos, te lo agradezco mucho, algún día pasa a mi casa, te preparare pulpo— Dijiste para luego sonreírle tenuemente.

Finalmente te retiraste de la morada de tu amigo.

[...]

—Villano moradito ya llegue!— Dijiste desde la entrada, dejaste los tenis al lado de la entrada y te adentraste en la casa.

Un silencio exagerado fue tu única respuesta.

Confundida caminaste a la cocina.

Hiciste un par de sándwiches y te dirigiste a la reciente habitación del chico.

Tocaste un par de veces y ante la carencia de respuesta entraste.

—Dabi?— Preguntaste.

El no estaba ahí.

Caminaste por la casa, buscaste en el baño, en la cocina, salón principal, en todos lados.

El chico no estaba ahí.

Dándote por vencida te dirigiste a tu habitación.

Al abrir la puerta una respiración suave te hizo reaccionar.

Mentalmente te diste un golpe en la cara.

Fue el único lugar que le prohibiste entrar.

Suspiraste con frustración y frunciste el ceño.

—Fue el único lugar que te dije que no... — Dijiste con furia.

Dejaste los sándwiches en la mesita de noche al lado de tu cama y te retiraste.

Ya que mas daba, a ti te tocaría dormir en el sofá, y resignarte a que te duela la espalda porque el señorito se durmió en tu cama.

Bajaste las escaleras maldiciendo entre dientes al chico y luego te tiraste en el sofá.

Seria una noche larga.

Espero les haya gustado gracias por leer!

¿Qué? -- Dabi × tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora