¡Especial!

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Y ahí estaba. Una chica de cabellos castaños relucientes, piel morena y ojos oscuros analiticos y frios, mirando a una pantalla de un pequeño computador, si podemos llamarle al objeto tecnológico frente a ella de aquella manera. Era más parecido a una laptop, pero tenía algunas diferencias. El computador ni siquiera le pertenecía a ella, al contrario, fue un regalo para uno de sus familiares, por lo que no tenía el derecho de usarlo tanto tiempo como ella desearía. Dejando de lado este hecho innecesario, la chica escribía rápidamente en el computador mientras mordía ligeramente su labio inferior. Las ideas la golpeaban cuando menos se lo esperaba, pero cuando no las tenía era simplemente agotador el tener que idear algo que escribir. ¿De dónde sacaría una idea cada día? ¿De su trasero? Nope, eso es raro y poco favorable, pero siempre hay tiempo para pensar algo nuevo que haga que los ojos de sus lectoras se iluminen, ya sea por felicidad, tristeza, enojo, o simplemente emocion. Siendo honestos, nunca sabía a qué quería llegar. ¿Cuál era el propósito de escribir? ¿Por qué seguía escribiendo? No la llevaria a ningun lado. No escribía por dinero, y seguramente no ganaba demasiado al escribir, ¿no es así? Al contrario, tal vez no gane cosas materiales al escribir, pero lograba ganar conocimiento, y ese conocimiento es lo que la hacía quién era. No escribía para la gente, escribía para ella misma. Aunque no lo crean, escribir es una de las maneras más impactantes de aprender cultura general, y mucho más si eres una persona como ella: Vacía y sin sentimientos. 

Me refiero, no es como si no sintiera nada, la sociopatía nunca ha sido una manera en la que me describo, pero creo que el cinismo es uno de los aspectos que hacen de mi una persona interesante. Mi nombre es  M--------- B--------, o mejor dicho, Shi No Tenshi. No importa qué o quién soy de cualquier manera, estoy segura que nadie entra a mis historias para saber de mí vida o quién soy, una gran razón por la cual usualmente me sorprende que me nominen o mencionen en otras historias. Desde la primera historia de Bakugo me di cuenta de que el publicar nominaciones de una servidora en medio de un libro es simplemente una pérdida de tiempo, y no me refiero debido a que no me guste responder nominaciones, al contrario es un soplo de aire fresco, pero para las lectoras es simplemente extraño... Digo, las he hecho esperar meses solamente para que al volver publicará una nominación, eso no es justo para nadie, y al también leer algunas historias, se que tan frustrante es que una historia esté llena de avisos y pausas las cuales solo interrumpen con el flujo de lo que sucede. Si ustedes escriben, no es por ser arrogante ni una mala persona, pero... Maduren, a nadie le interesa de qué color es su cabello ni a qué escuela vas, ni siquiera les interesa tu nombre, solo las ideas que salen de tu cabeza, claro, solo si tienes ideas que salen de tu cabeza. Dejando de lado mi hipocresía acerca de ser segura de mi misma y mi trabajo y de ser arrogante, comencemos con esto. Claramente, antes de comenzar a preguntarle a los personajes de la historia lo que ustedes desean saber, debo de irrumpir en sus casas y hacerlos cooperar conmigo, escribiré nuevamente en un momento. 

[...] 

—Bien, ya entendí, ¿ahora me desatas?— Preguntaba la chica de cabellos azabaches y ojos esmeraldas mientras intentaba inútilmente deshacerse de las cadenas que la rodeaban. Mientras tanto, yo como narradora simplemente sonreí llena de diversión y arrogancia. ¿Quién lo pensaría? Una de las mentes más brillantes que he creado, rogando por deshacerse de unas simples cadenas. Por otro lado, el chico de cabellos azabaches y ojos zafiro simplemente alzó una ceja ante tal gesto de mi parte. Aparentemente no soy de su agrado... Creanme, lo oigo pensar.  

—Soy una joven, inocente y débil la cual irrumpió en la casa de un par de villanos de primera, y ni siquiera la segunda mente más brillante de este mundo es capaz de enfrentarme, vaya desperdicio de tiempo y esfuerzo, ¿no es así, (Nombre)?— Había comenzado, pero claramente, a el novio de la chica no le importo cuales eran mis intenciones, solo sabía que mi actitud era una de las cosas más repudiables que alguna vez pudo comprender. —De cualquier manera, linda— la narradora, específicamente yo, chasqueo los dedos y sonrió. —Empecemos con su tortura— Terminó. 

¿Qué? -- Dabi × tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora