Capítulo 13: Sería tu primera vez

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Los brazos de Corbyn rodeaban mi  cintura, ambos estábamos acostados en el sofá de la sala, yo a un lado de él casi encima, mientras susurraba a mi oído una canción que jamás había escuchado.

You know me the best, You know my worst, see me hurt, but you don't judge. That, right there, is the scariest feeling— cantó para después depositar un beso en mi cabeza.

volteé a verlo como pude y me regaló una sonrisa, sentí una punzada cuando lo vi, no sabía si debía decirle sobre el beso con Daniel. Corbyn y yo estábamos bien, con Daniel no pasa nada importante no creo que sea algo que deba decirle a Corbyn.

—¿Te haz dado cuenta que es la primera vez en días que estamos solos?

—Sólo porque las chicas invitaron a salir a los cavernícolas, sino todos estarían aquí haciendo ruidos extraños— solté una risita y luego acerqué un poco mi rostro al de Corbyn para besarlo.

Se acomodó un poco en el sillón para atrapar mis labios, los suyos se sentían cálidos y tenían un sabor particular que me encantaba al igual que la forma en la que se movían junto con los míos.
Me levanté un poco para subirme en él y que ambos estuvieramos más cómodos.

Sus fuertes brazos rodearon mi cintura de nuevo, nuestros labios seguían en lo suyo, el beso se tornó un poco más caliente cuando con timidez, las manos de Corbyn acariciaron mi espalda debajo de la blusa.
Estaban suaves y se movían lentamente, sabía cuales eran las intenciones y no quería que se detuviera, se sentía muy bien.

—Lara, tu quieres...—susurró sobre mis labios.

Me separé un poco para mirarlo, la situación me decía que aceptara, mi conciencia hacía que me detuviera; sería mi primera vez.

—Sé que sería tu primera vez—volvió a susurrar, como si leyera mi mente.— No pasará nada que no quieras que pase, amor.

Le sonreí, siempre había querido que mi primera vez fuese con alguien que en realidad me quisiera y sin presiones, ya saben el sueño de todas y por fin lo tenía, ya conocía a Corbyn y sabía que él nunca me lastimaría, al contrario.
Yo seguía sin responder y cuando salí de mis pensamientos la mano de Corbs estaba en mi mejilla.

—Quiero hacerlo  —le sonreí y me levanté para tomar su mano. Si iba a perder mi virginidad no sería en el sillón del living.

Entramos a la habitación y me senté en la cama esperando a que Corbyn cerrara la puerta, solo en caso de que los chicos llegaran. Miré detenidamente a Corbyn, hoy lucía muy tierno y sexy a la vez, todo en uno. Me miró con una sonrisa tímida y se acercó a mi para besar mis labios. Con cuidado me recostó sobre la cama poniendose arriba de mi sin lastimarme  y sin soltar mis labios. Al fin estaba pasando.

Sus labios se dirigieron a mi cuello y Corbyn empezó a dejar pequeños besos humedos por todo el lugar, de mi boca salió un suspiro involuntario.

—¿Quieres que me detenga?—preguntó con un poco de preocupación. Solté una pequeña risa y moví mi cabeza indicando que debía seguir.

Después de estar unos minutos besándonos y tocandonos, comencé a quitar la camisa de Corbyn con dificultas para después verlo deshacerse de toda su ropa y hacer lo mismo con la mía. Ambos estábamos sentados sobre la cama mirádonos el uno al otro, el cuerpo de Corbyn era perfecto, parecía esculpido por los mismos dioses, me hacía sentir pequeña y vulnerable. Pude notar como su sonrisa se hizo más grande provocando que yo me sonrojara.

—Eres hermosa, en todas las maneras en las que alguien puede serlo.

Sus brazos me rodearon atrayéndome hacia él juntando su torso desnudo con el mío, su piel estaba caliente y el contacto con la mía se sentía bien, sus manos acariciaron detenidamente cada centímetro de mi cuerpo sin dejar ningún lugar libre del tacto de sus dedos, Corbyn realmente era alguien hermoso. Después de conocer el cuerpo del otro, era tiempo, él estaba encima de mi y me miraba como si estuviera ante la obra de arte más bonita que haya visto, me hacía sentir en confianza con la situación, sus labios tomaron los míos una vez más y entonces pude sentir como se preparaba para que nuestros cuerpos se hicieran uno solo, me puse nerviosa pero la voz de Corbyn diciendo que todo estaría bien, que lo disfrutara y que pararía si yo se lo decía, me calmó y entonces entró por completo en mi, dejándome sin respiración al poder sentirlo tan cerca.


...



Pasaban de las ocho de la noche y los chicos apenas habían llegado, agradezco que no hayan aparecido antes de lo contrario, Corbyn estaría muerto, Jack en la carcel por homicidio y yo seguro hubiese acabado en un convento. 

Ambos estabamos en la sala mirándo como Zach y Jonah peleaban por lo que veríamos en la televisión, al igual que Jack y Daniel.

—¡Vamos a ver Harry Potter!

—Jonah por dios, no podemos ver eso todos los días, es como una maldición— Zach le reclamaba al café andante.— Eres como Corbyn con los juegos de video pero con la obsesión por Harry.

—¡Oye! yo no estoy obsesionado.—todos miramos a Corbyn.— De acuerdo, sólo un poco.

—No vamos a ver Harry potter, es el punto. Vamos a ver otra cosa.— sentenció Jack mientras le quitaba el control a Zach.

—Bien.

—Lara y Daniel, vayan por la comida, Zach y Corbyn por las almohadas y Jonah, tú sólo quédate ahí—Jack señaló el sillón en el que Jonah estaba sentado.

Besé los labios de Corbyn antes de levantarme del sillón para ir a la cocina.

Daniel venía detrás de mi, siguiendo las ordenes de Jack de ir ambos por la comida. Después de nuestro encuentro, no habíamos hablado sobre eso y sinceramente no sabía si quería hablar del tema, me confundía.

Comencé a sacar algunas bolsas de palomitas para prepararlas cuando siento que Daniel se pone a un lado mío mirándome, trato de ignorarlo pero finalmente subo mi mirada y lo encuentro sonriendo.

—¿Qué te pasa?—le pregunto.

—Sólo miro lo bonita que eres.

—Daniel tenemos que-

Sus labios encima de los mios me interrumpieron, ¿qué está haciendo? 

Me sujetó por la espalda acercándome a él y seguir besandome, al principio traté de no seguirlo pero la forma en que sus labios se movían hizo que le correspondiera el beso. Se sentía diferente, se sentía como si no estuviera bien hacerlo pero al mismo tiempo estuviera bien, era dificil de explicar lo bien que sabía y todo lo que transmitía.

—Daniel ¿crees que pue...

Nos separamos bruscamente al oírlo, ¿qué acabábamos de hacer?





Brooooo, esto se prendió me tardé años pero bueno, finalmente aquí está.

Friendly reminder, Daniel tiene 20, mi bebé chiquito precioso tiene 20:'(((((

¿Qué les pareció el capítulo? contentas mis dos teams 

#Larbyn o #Lardiel

hooked ━━━ corbynbesson!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora