Me desperté por la fuerte tormenta que acababa de comenzar.Me removí un poco abrazando más fuerte a Josh ya que empezaba a tener mucho frío.
—Si quieres puedo ir a por otra manta...— levanté mi cabeza al escuchar la voz de Josh y sonreí un poco porque creía que estaba dormido.
—Por favor...— él me sonrió de vuelta y yo me aparté para que pudiera levantarse.
—¿De qué color?
—El color no me importa, me importa cómo de gruesa sea.— me di cuenta de lo que había dicho cuando Josh me miró con las cejas algo levantadas y aguantando la risa.
—Ya sé como te gustan, no necesito más detalles.
—Solo trae una manta, idiota.— me reí y él hizo lo mismo.
Volvió a tumbarse y tras taparnos y quedarnos en una posición mucho más cómoda, nos dimos cuenta de que no podíamos dormir.
—¿Un hombre podría quedarse embarazado?
—Ty...ya tuvimos esta charla la primera vez que lo hicimos...y la segunda, y la tercera...
—Me refiero a otra persona, yo ya he comprobado que no puedo embarazarme, o eso o...que tú eres estéril.
—Mis espermatozoides están perfectos, así que me temo que es lo primero.— me reí bajito y me quedé en silencio pensando.
—¿Cómo seria nuestra vida si tuviéramos un hijo...?— Josh se quedó pensando durante unos segundos.
—Espera que lo consulte en mi bola mágica.— empezó a tocarme la cabeza como si él fuese un adivino, me reí.
—¡Ya no estoy rapado! No puedes hacer eso.
—Cierto.— se rió también.
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Nos habíamos despertado a la hora de comer y no teníamos ningunas ganas de cocinar así que, tras mucho pensar (realmente dos minutos) tuvimos la gran idea de ir a por tacos a Taco Bell.
—Tengo que ducharme antes de ir, no quiero espantar a la gente.
—Si quieres puedo ir yo lo más rápido que pueda mientras tú te duchas.
—No hace falta que vayas como si fueras un coche de carreras.
—Tengo mucha hambre.
—Te diría que me comieras a mí, pero yo también tengo mucha hambre.— nos reímos y después de un rato más hablando, Josh fue a por los ansiados tacos y yo me fui a la ducha.
Al salir de la ducha escuché unos ruidos más fuertes que de costumbre, pero no les di importancia ya que me habían dicho que era normal seguir escuchando algo, fui a la habitación pero me di cuenta de que no me quedaban boxers así que fui a robarle unos a Josh.
Tras un rato pensando en si quería unos azules o unos rojos, me decanté por los azules.
Me los puse e iba a cerrar el cajón pero entonces me pareció ver algo escondido debajo de varios boxers.
No es que no respete la privacidad de mi novio, fue solo la curiosidad del momento.
Retiré los boxers que había tapándolo y lo agarré.
Nada más ver que era una caja de una joyería mis ojos se abrieron en demasía, ¿era realmente lo que estaba pensando?
Abrí la cajita ya empezando a temblar un poco y al ver el anillo se me escaparon unas lágrimas.
¡Ahora entendía el por qué estaba tan nervioso desde que se fue a comprar con Brendon aquel día!
Al estar mirando el anillo no me di cuenta de que los ruidos supuestamente normales habían aumentado hasta que...
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