Narrado por Josh
Pasaron las horas y Tyler no aparecía, ninguno de nuestros amigos y conocidos sabían dónde estaba, ya era de noche y yo no conseguía dormir porque no paraba de pensar en que se había ido sin decir nada a nadie por mi culpa.
Tanto mis amigos como yo intentamos contactar con él a lo largo de la tarde pero era imposible.
Hablé con sus hermanos para saber si habían estado con él pero me dijeron que no.
No sabía si sus hermanos me habían dicho la verdad o no, ya que quizás Tyler no quería que supiéramos dónde estaba.
Solo estaba seguro de que nunca habría pensado en Tyler yéndose sin decir nada, ni a sus mejores amigos ni a nadie. Había algo que todavía no llegaba a convencerme, aunque quizás era solo que no quería asimilarlo porque me parecía muy difícil.
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No pude dormir en toda la noche y a eso de las 9 de la mañana escuché el timbre.
Me levanté rápido con la esperanza de encontrarme a Tyler al abrir la puerta, pero esas esperanzas se fueron tan rápido como llegaron cuando abrí la puerta y vi a Brendon.
—Hey...— me miró triste, debía de dar asco en ese momento.— ¿Puedo pasar...?— me encogí de hombros desanimado y me aparté para que pudiera entrar.
Fuimos al salón y nos sentamos, me sentía fatal.
—¿Ha habido alguna noticia..?— negué con la cabeza antes de que terminase de hablar.— No creo que se haya ido así porque sí..
Le miré esperando a que el nudo que estaba sintiendo en la garganta se calmara al menos un poco.
—P-pues parece que es lo que ha pasado...
—No tendría motivos para irse... os iba todo perfecto...— me quedé en silencio mirando al suelo y Brendon se sentó a mi lado pasando su brazo por detrás e intentando mirarme a la cara.— Josh...si es verdad que Tyler se ha ido, déjame decirte que entonces no estabas con la persona adecuada... sé que no te estoy animando con esto porque sé cuanto lo amabas y cuanto lo sigues amando, pero quiero que sepas que estamos todos preocupados por la situación ya que nos parece casi imposible que Tyler se haya ido sin hablar con nadie...
Suspiré.— Lo sé...pero no sé qué más puede haber ocurrido, cuando llegué estaba el cajón de mis boxers abierto, el anillo tirado en el suelo y no estaban las pertenencias de Tyler, todas sus demás cosas siguen aquí pero...n-no sé...
—¿Quieres que me quede aquí unos días intentando ayudarte...? Odio verte así...— negué de inmediato.
—De ninguna manera, tienes que estar con tu familia.
—Por un día que no duerma en casa no va a pasar nada...
—Brendon...gracias, pero no...— suspiró algo cansado.
—Está bien...pero si pasa algo no dudes en llamarnos, sea la hora que sea, ¿está bien?
—Está bien.
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Brendon estuvo una hora intentando sacarme una sonrisa (aunque fuera pequeña) y que me sintiera algo mejor al menos durante un rato, pero simplemente me sentía como la mayor mierda del mundo.
Finalmente le dije que estaba cansado pero la realidad era que no quería que siguiera perdiendo el tiempo conmigo, volvió a insistir en quedarse aquí pero al final le convencí de volver a su casa.
Nada más se fue me di cuenta del silencio que volvía a haber en esa casa, era horrible.
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Me pasé horas pensando, con cada minuto que pasaba me sentía peor, era un asco de persona.
Literalmente pensé en cada momento que pasé con Tyler, quizás alguien podría pensar que estaba siendo un exagerado, pero no es nada de eso.
Tyler siempre había estado ahí, desde que lo vi sentado porque lo habían expulsado de clase al dormirse hasta cuando hace dos noches, tras horas hablando se quedó dormido sobre mi pecho y, como siempre, me di cuenta de lo jodidamente adorable que se veia. Había aguantado muchas cosas por mi culpa, no todos perdonan una infidelidad y él me perdonó a pesar de lo mal que lo pasó. Él habia sido la única persona que me había hecho sentir bien aunque las cosas fueran mal, el único que me hacía sentir como en casa aunque estuviésemos en la otra punta del mundo, el único que me había demostrado que no hay que rendirse aunque estés durmiendo en una camioneta con cinco personas más para que después veinte personas te vean en concierto, el único que me había demostrado lo que era amar a alguien de verdad, sin importar qué, el único que podía animarme con solo un par de palabras o incluso una sonrisa, hay demasiadas cosas como para decirlas todas.
Pero simplemente se ha ido.
No quería pensar que lo había hecho, quería plantearme otras cosas, pero había algo me hacía entrar en un bucle de pensar que se había ido por mi culpa.
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