No entendía nada de lo que estaba pasando a la vez que entendía todo, era una de las sensaciones más extrañas de mi vida, empezaba a sentirme muy presionado tanto física como mentalmente, no sabría decir si había alguien sujetándome o no, a mi parecer yo era el único que estaba en la sala, arrodillado en el suelo y con dolor por todo mi cuerpo.Una luz roja se encendió, casi no alumbraba pero al menos hizo que pudiera ver la silueta de alguien entrando en la sala.
Segundos después entró más gente, no podía distinguir cuánta gente era.
Vi que comenzaban a andar hacia mi hasta que...
Me desperté de golpe y sudando como si acabase de correr una maratón.
¿Como es que una "pesadilla" tan simple me podía haber alterado tanto? Ni que tuviera diez años.
Me acerqué al borde de la cama y me levanté para ir al baño.
Me lavé la cara e inconscientemente empecé a pensar en lo que acababa de soñar.
¿Por qué se me hacía conocida la situación?
Me miré al espejo por última vez antes de salir del baño y fui a tumbarme de nuevo.
Al pasar al lado de la ventana me pareció ver una sombra, quise pensar que era todo mi imaginación o algo de la calle.
Seguramente era la sombra de un árbol, aunque no lo pareciera.
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—Jish...— lo removí un poco pero solo se quejó, quedándose dormido de nuevo — Tienes toda la manta tú y tengo frío...— agarré su brazo y lo sacudí intentando que se despertara pero nada.
Seguí intentándolo un par de veces más hasta que me cansé.
Me metí bajo la manta tumbándome en el otro lado de la cama pero al estar al borde y no tener mucho espacio era bastante incómodo así que, tuve una idea mejor.
Me tumbé encima suyo y empecé a ponerme cómodo.
—Ty...¿Qué haces?— habló Josh con voz ronca cerca de mi oído, quizás había estado demasiado rato moviéndome encima suyo intentando acomodarme.
Finalmente dejé de moverme y me quedé tumbado con mi cabeza apoyada en su pecho y cada una de mis piernas a un lado de su cuerpo.
—Te habías apoderado de la manta y tenía frío, intenté despertarte pero no me hacías caso así que... digamos que esta era mi única opción.— Josh se rió y yo suspiré y le abracé con un poco más de fuerza. Él me abrazó poniendo una de sus manos en mi cintura y la otra en mi cabeza, acariciando mi pelo.— Estás calentito...— dije casi susurrando.
—Normal...¿Tú sabes cuánto te has movido encima mío?— noté como me ponía rojo de repente porque, a pesar de los muchos años que llevábamos juntos, siempre hacía que me pusiera rojo, hasta con la más mínima tontería.
Le golpeé en el brazo.— ¡Imbécil!— los dos nos reímos y tras eso nos quedamos en silencio durante un rato.— Josh...
—Dime...
—¿Eso que noto es una erección...?
—Lo que se ve no se pregunta.
—Pervertido.
—Habló el que empezó a frotarse contra todo mi cuerpo.— levanté rápido la cabeza para poder mirarle.
—¡Shh!— él se rió y yo después de unos segundos intentando mantenerme serio empecé a reírme también.
—Nunca te sale lo de estar serio.— me enderecé un poco quedándome sentado sobre su abdomen para poder mirarlo directamente a los ojos.
—¡Sí que me sale!— dije fingiendo indignación.
—¿Sí? ¿Seguro?
—Obvio, mira.— me puse lo más serio que pude.
Seriedad la cual duro apenas unos segundos porque Josh empezó a hacerme cosquillas.
—¡QUIETO, QUIETO, QUIETO!— empecé a reírme y moverme intentando que Josh parara.— ¡BASTA! ¡TÚ GANAS!— me moví hacia atrás chocando mi culo contra lo que había iniciado esta absurda "discusión".
Josh paró de hacerme cosquillas, supongo que esperaba que volviera a tumbarme pero en vez de eso empecé a moverme de delante hacia atrás encima de su erección.
—T-tyler...si no vas a hacerte cargo de eso — señaló su erección — no sigas.
Sonreí de forma coqueta mirándole.— Oh, ten por seguro que voy a hacerme cargo.
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