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No,no... No quería estar allí, ¡Ese no era mi maldito plan! Oh... ¿Podía darle por su lado hasta averiguar cómo vencerlo? 

Me tomó desprevenido y me envolvió en sus brazos de nuevo, elevándome en el cielo. Solté un suspiro de asombro. Los aullidos y cantos a la luna empezaban a alejarse y abrí los ojos. Debajo de nosotros podía ver un espeso bosque, oscuro y tétrico. 

—No olvides que aún puedo escuchar tus pensamientos. Si intentas traicionarme me enteraré.— dijo con un tono divertido, pero me pareció una amenaza real. 

Sus garras me soltaron de improviso y solté un grito de horror mientras un vacío se instalaba en mi estómago y manoteaba inútilmente sin conseguir sujetarme de nada. Las copas de los árboles se acercaron rápidamente a mí y cerré los ojos pensando en que moriría, y que iba a doler. 

Cuando cubrí mis ojos y comencé a pedir a Dios por mi vida, algo me sujetó fuertemente evitando mi caída, seguido de un gruñido.

— ¡Nunca más se te ocurra rezar aquí! Consideré dejarte caer de verdad.— su voz se transformó por completo, su tono se agravó y pude escuchar una especie de segunda voz haciéndole eco, siguiendo la suya de cerca. 

Tragué saliva... Estaba en su reino, por supuesto que los rezos a Dios no eran bienvenidos aquí. 

Sus uñas se encajaron fuerte en mi carne haciéndome quejar, me removí con dolor para que notara mi molestia pero solo ladró.

— ¡Quédate quieta o voy a soltarte de nuevo!

Con todo el pesar de mi alma, intenté ignorar el dolor, empezaba a perforar mi piel y dolía, supuse que aunque le dijera, no le importaría. Cerré mis ojos esperando finalmente llegar a dónde fuera que nos dirigiéramos y traté de no pensar en nada aunque fue imposible, había tantas preguntas y cosas rondando mi cabeza. ¿Por qué me quería a mí? ¿Qué era esa enorme y anormal luna? ¿Por qué había brillado como el sol cuando mi trozo de cabello se elevó en el aire? ¿Dónde era este lugar? 

Poco a poco fuimos descendiendo, rodeando los árboles, y aunque algunas ramas me golpearon no dije nada. La oscuridad se fue espesando y pronto ya no fui capaz de ver más allá de mi nariz. Una sensación de incomodidad se instaló en mi garganta y un dolor punzante sorprendió mi estómago. 

Vadwarhe me soltó cuando mis pies tocaron el suelo y me abracé a mi misma esperando a que me dijera algo, pero no lo escuché más, ni sus pasos, ni sus alas, ni pude sentir su aura.

— ¿Harry?— me giré en mi propio eje pero no pude ver nada. 

Extendí mis manos para buscar tocarlo pero no había nada. ¿Acaso me había abandonado en el bosque? 

Comencé a entrar en pánico. No sería capaz... Sí sería capaz. 

— ¡Harry! No es divertido...— tragué saliva cuando mi voz resonó en eco, ¿Y si no era buena idea gritar? Tenía que recordar que no estaba en mi mundo, estaba en el de él, y minutos atrás había escuchado lobos aullando y había visto criaturas infernales frente a mí. —L-lo siento... No volveré a rezar a nadie...— dudé. Quizá aquello le había molestado y me había dejado allí como castigo. Pero me había asustado tanto creer que realmente iba a caer hasta morir que lo hice sin pensar. 

¿Volvería por mí? Tenía que hacerlo, yo no tenía ni idea en dónde estaba parada ni hacia dónde debía ir. A mi pesar, me quedé varios minutos allí sin moverme, donde no podía ver ni escuchar nada, estaba a punto de volverme loca, ni siquiera el viento me acariciaba. Me sentía como si me hubiera dejado caer en una caja negra, o en alguna especie de vacío. ¿Y si...? 

— ¿¡Hola!?

El sonido de mi voz se expandió como eco, eso quería decir que estaba en un lugar vacío y cerrado. ¿¡Estaba encerrada!? Pero, no... No tenía sentido, estaba en un bosque. 

Rápidamente miré hacia arriba, intentando forzar mi vista lo suficiente como para observar aunque fuera el reflejo de la copa de los arboles con la luz que ahora producía la luna. Pero no podía ver nada, literalmente era como estar en una caja muy obscura. 

Gruñí en frustración ¿Era esta otra de sus "normas" o "juegos, retos"? Como quisiera llamarle a lo que hizo con mi cabello antes. 

Dudé sobre moverme y hacia dónde hacerlo, así que con mis pies lenta y cuidadosamente fui pisando al rededor de mi, temiendo que hubiera alguna trampa, no lo sé, un pozo profundo e infinito, espinas, alguna cosa que hiciera divertir a un demonio. 

Después de comprobar que el suelo era firme, extendí mis manos, con la esperanza de tocar algo que pudiera ayudarme a descubrir dónde estaba exactamente ¿Aún estaba dentro de un bosque? Al no sentir nada, me aventuré a avanzar, poco a poco, con miedo. Mis manos tocaron algo firme, rasposo, como una corteza... Era un árbol. Seguía en el bosque, eso era una buena noticia. ¿Debía encontrar la salida por mí misma? ¿Cómo iba a hacer eso si no podía ver ni mi nariz ni conocía el lugar? Además, ¿A dónde se supondría que tendría que llegar? ¿A la cabaña extraña donde desperté? ¿A cualquier lugar donde pudiera ver?

Frustrada anduve con mi manos frente a mí y comprobando el terreno antes de pisar firmemente. Así no conseguiría salir nunca, tenía que hacer algo, tenía que haber una forma. Si esta era una de sus pruebas tendría que darme algo para "defenderme" Instrucciones, una pista, cualquier cosa. 

 Me tomé un momento a pensar en mis posibilidades. Necesitaba ver por donde estaba yendo, necesitaba luz, o un mejor sentido de la orientación. ¿De dónde podía sacar algo de luz? ¡Una roca! 

Me agaché para buscar en el suelo dos rocas, creía recordar un documental en donde producían algunas chispas golpeando dos rocas entre sí, quizá así podría conseguir algo de fuego, el fuego es luz y la luz podía ayudarme a saber dónde estaba y a donde tenía que ir. A tientas busqué en vano, solo podía tocar hojas y tierra, pero no había una sola roca de un tamaño considerable.

—Eres una bruja, idiota. No necesitas rocas para crear fuego.— su voz fue un murmuro dentro de mi cabeza que me hizo dar un salto y llevar mi mano hasta mi pecho para pasarme el susto. 

¡Sabía que era una maldita prueba! Y él estaba en mi cabeza. Era una bruja, era una bruja ¿Y qué? Ser una bruja no significaba teletransportarse, no es como si fuera a colocar mi dedo indice y mi dedo medio en mi sien, cerrar mis ojos y concentrarme en un lugar en el que segundos después iba a aparecer. 

Resoplé, solo quería acabar con esa absurda situación de una maldita vez por todas. 

Vadwarhe no me descartó la idea del fuego, pero si no "necesitaba" rocas ¿Entonces con qué podía producir fuego?

Me entretuve pensando, quebrando mi cabeza para buscar una solución, cualquiera que fuera, incluso si no incluía el fuego. Quería rendirme, sentía como las ganas de llorar se apoderaban de mí, sintiéndome inútil. Era la bruja más inútil del mundo ¡Bruja!

¡Mi abuela! Cuando era una niña recuerdo que observé a través de una de las puertas cómo mi abuela daba inicio a un extraño ritual, recuerdo que la vi alzar los brazos y murmurar unas palabras antes de lanzar algo al suelo y después una gran llama de fuego quemó el suelo. No pude ver más porque mi madre me tomó en brazos y me llevó lejos. Ella había creado fuego a partir de unas palabras ¿Pero qué había dicho? Si no conseguía recordarlo seguramente iba a quedarme allí para siempre. Dudaba que Harry me ayudara a salir de ese lugar.

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¿Qué creen? xD Saben que les había dicho que la traducción de las palabras en el idioma de Vadwarhe se las pondría al terminar la temporada xd Pues xd Pasó algo muy gracioso xd Las tenía en las notas de mi teléfono y xd mi teléfono murió :s Y como no soy precavida no tenía un respaldo en word (Como hice con las palabras de la temporada anterior) Así que no recuerdo que significaba cada cosa xd Y pues así... Lo siento. 

Extendí tanto este capítulo que tuve que partirlo a la mitad. No se preocupen, en breve subo el siguiente. 

Scary Town (Halloween 2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora