Parte 12: Chico sorpresa

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12-Chico sorpresa

**Ganryu**

Este trabajo no se puede comparar a ninguno de los que haya tenido antes. Tengo que ser más astuto que un león, más rápido que un leopardo y más sigiloso que un gato. Con estos hombres, despistarte una milésima de segundo, significa caer en sus redes. Yo no he venido a jugar con ellos, aunque obviamente no puedo pasar por alto los encantos que algunos internos tienen cada vez que me miran. Es el caso del joven que estoy mirando ahora desde lo alto de las escaleras, con sus ojos azules profundos fijos en los míos, su boca ligeramente abierta y torcida en una mueca desafiante. Esa expresión tan morbosa y peligrosa pondría cachondo a toda la plantilla de guardias de este sitio. No hay duda. Las vistas son lo mejor de este empleo.

-Ganryu-san- desvío mi mirada del interno para recibir a mi jefe, Sasakibe Tadaoki, que mira hacia la planta de abajo con cierto desdén y seriedad.

-¿te encuentras cómodo trabajando aquí? Apenas llevas unos meses-

-Esto es el paraíso, no se preocupe jefe-

-Estás ocupando el puesto por el que durante estos tres años han pasado infinidad de hombres de aspectos similares al predecesor que ha aguantado aquí durante más tiempo-

Sé que se refiere a Zaraki Kenpachi, mis compañeros me han hablado de él. Este sitio ha querido endurecer sus medidas debido a que han entrado más internos en estos últimos tiempos y en contra, los guardias han descendido en número. Por aquí han pasado guardias "leyendas", como un coronel del ejército, un sargento de la marina y éste último que he nombrado al que le consideraban una auténtica bestia. No imagino las causas que llevaron a esos hombres a perder sus trabajos, pero podría hacerme una ligera idea del motivo. Fueron hechizados por estas criaturas especiales.

-Hoy traerán a un interno nuevo que viene directamente desde una cárcel al sur del país. Kuchiki Ginrei-

-He oído hablar de él, ¿ese es su hijo pequeño verdad?- le señalo hacia abajo donde Kuchiki Haruka, un muchacho de 23 años, ha dejado de mirarnos para abandonar el pasillo e irse a su habitación. Mi jefe asiente con la cabeza de una forma tan lenta que me sorprende.

-Al principio Haruka apenas salía de su habitación por miedo a que Zaraki volviera a por él. El segundo año de estar aquí tomó confianza y ahora en este año, se ha convertido en un gallo de corral muy peligroso...tanto como sus hermanos. No le pierdas de vista y sé precavido, Ganryu. No quiero cesar a otro guardia después de la racha tranquila que llevamos-

Me pongo en posición firme para hacerle un gesto de respeto y el buen hombre me deja seguir mi ronda de vigilancia. Bajo las escaleras y busco por las habitaciones a Kuchiki Haruka, encontrándole en su celda con un libro entre sus manos leyendo sobre su cama.

-¿Qué quieres? Llama antes de entrar-

-La puerta está abierta y yo puedo entrar cuando quiera, pequeño. Te traigo tu medicación- le muestro un bote de pastillas a lo que él reacciona como siempre. Frunciendo el ceño y maldiciendo en voz baja antes de cogerlas para tragarse dos de golpe. Nada más entrar a formar parte de este equipo, me asignaron el deber de dar la medicación a este chico para controlar sus ataques de nervios debido a una lesión cerebral que le dejó bastante tocado.

-¿vas a seguir ahí quieto mirándome? Ya me las he tomado-

-Abre la boca, tengo que asegurarme- Haruka me pone una mueca de sarcasmo y menea la cabeza antes de abrir la boca enseñándome la lengua. Le agarro por la mandíbula para revisar bien toda su cavidad bucal y abro los ojos al sentir el roce de su lengua sobre mi mano, por lo que me aparto enseguida.

"Chicos malos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora