19-Chico dolido
**Ginjo**
-¡Bien muchachos, hemos terminado!- hago una señal a los deportistas que están aún pedaleando con fuerza sobre sus bicicletas y suspiran aletargados tras mi brutal entrenamiento. Me encanta trabajar en un gimnasio, no solo me mantengo en forma siendo entrenador sino que me pagan por hacer algo divertido y productivo.
Cojo mi toalla para echármela sobre el cuello mientras me dirijo a los vestuarios. Me doy una ducha caliente rápida y empiezo a vestirme con algunos de mis alumnos hasta que veo entrar a un hombre de pelo azul con un corte bastante chulo e intimidante que viene vestido con un chándal y las manos en los bolsillos. No sé porqué pero me resulta familiar...juraría que por su aspecto, es idéntico al tío que violó a Ichigo, aunque no le conozco en persona, pero mi novio me ha contado algunos detalles de él...
-Tú no acabas de hacer deporte ¿eh? Ni siquiera estás sudando amigo- el peliazul me mira con sus rasgados ojos felinos y menea la cabeza negativamente mirando de reojo como otros hombres abandonan el vestuario dejándonos a solas.
-¿en qué puedo ayudarte? ¿Quieres inscribirte?-
-He oído que aquí podía conseguir esteroides- abro los ojos algo perplejo y compruebo que nadie nos está oyendo.
-Oye tío, no hables tan alto de esas cosas, aquí no....-
-No me jodas. Necesito una buena cantidad y sé que puedes vendérmelos a buen precio-
-Tsk! me puede salir caro que la gente sepa de mis trapicheos. ¿Para que los necesitas?-
-Para no perder masa muscular ¿para qué otra cosa si no?- por lo que veo el tipo no quiere perder el tiempo y le veo capaz de llegar a las manos para conseguir lo que quiere. Abro mi taquilla para sacar una caja que tengo escondida y le ofrezco dos botecitos pequeños-
-Se inyectan con aguja. Te haré un buen precio porque pareces desesperado por tenerlos- el tío me arrebata los botes con malos modos y deposita en la palma de mi mano algunos billetes y unas monedas sueltas. Después me mira con desdén y sale del vestuario dándome la espalda. Decido seguirle y me sorprende ver como en la puerta del gimnasio le está esperando un niño pequeño con su mismo pelo azul al que le da la mano para irse. No hay duda. Mi teoría es acertada.
**Ichigo**
-Ah....ah! ah!!! Ginjo.....- me desplomo en la cama tras correrme con fuerza mientras siento como mi amante sale de mi interior para quitarse el condón usado y echarse a mi lado en mi cama. Le sonrío cuando me acomodo sobre su húmedo pecho y noto como su corazón aún está encabritado tras el brutal polvo que hemos echado aprovechando que mi padre y mis hermanas no están en casa.
-Pese a que me has dado caña te he visto distraído.... ¿te pasa algo?- Ginjo posa sus ojos oscuros sobre los míos y noto un estremecimiento al verle tan serio. Algo pasa, no es normal que esté así cuando siempre me mira de forma chulesca o prepotente.
-Ichigo....hay algo que tienes que saber y no te va a gustar-
En cuanto Ginjo me suelta la inesperada noticia, me mantengo en silencio intentando recuperarme de la impresión. Para no preocupar a mi novio, le sonrío y beso simulando estar bien hasta que le despido cuando tiene que irse a currar. Corro a mi habitación para vestirme tras asearme y miro mi reloj. Son casi las nueve de la mañana y si lo que me ha dicho Ginjo es cierto, sé donde tengo que ir.
Cojo el autobús para ir al colegio de Karakura ya que es el único de este distrito confiando en que si ese desgraciado ha hecho lo correcto, mi hijo estará a punto de entrar a clase. No puedo creer que Grimmjow haya decidido vivir en mi misma ciudad y más con mi hijo sin ponerse en contacto conmigo. Vale que yo no quiera saber nada de mi pasado y he decidido pasar página, pero joder.... ¿ni siquiera va a ser capaz de disculparse por joderme la vida como lo hizo??
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"Chicos malos"
Fiksi PenggemarCuando uno se ahoga, necesita respirar. Cuando nos sentimos acorralados, luchamos para escapar. Cuando nos encierran en contra de nuestra voluntad, hacemos lo imposible para sobrevivir, para buscar...nuestra efímera libertad. Envidiaremos a algunos...