Día 8

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Hola hola! Les traigo un nuevo capitulo.

Como siempre espero que los disfruten! ❤️❤️

Dejen sus votos y comentarios... Me hacen muy feliz 🌸🌸

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Una semana había pasado y una nueva estaba empezando, Eren se encontraba al teléfono hablando con Grisha, los últimos tres días no se había comunicado con él y su padre lo retenía desde hace ya una hora entera. Lo entendía, yo también estaría preocupado si el mocoso se hubiese ido hacia un lugar desconocido.
Para este día teníamos pensado ir a la noche de cine, lo hacían en la plaza central, colocaban una gran pantalla y en diferentes horarios pasaban películas viejas.
Ya estábamos vestidos, solo con vaqueros, una camiseta de color negro de mi parte y una azul de parte de Eren, ambos teníamos chaquetas ya que la noche no era tan calurosa como lo era en el día. No habíamos hecho demasiadas cosas más que viajar luego de nuestra salida al parque de diversiones.

Eren no había comentado absolutamente nada de lo ocurrido, tampoco preguntó por las fotos y últimamente había descubierto que su conejo de felpa descansaba en su mochila mientras que por las noches, abrazaba el lobo que le había regalado. Otra costumbre que se había tomado el mocoso después de la noche tormentosa, fue de arrastrarse hacia mi habitación para dormir en mi cama, no puse queja alguna, al contrario, me gustaba dormir así, abrazándolo. Así que esta vez, habíamos pedido un solo cuarto, con una cama en donde pudiésemos entrar los dos sin tener la necesidad de patearnos durante la noche, ahorrabamos dinero y sus pequeñas rabietas que hacía contra la puerta de mi habitación.

Teníamos un pequeño mantel rojo a cuadros blancos que usariamos para sentarnos sobre el césped y colocar nuestra cesta improvisada con diferentes alimentos y bebidas. Esa noche darían Casablanca, así que como Eren jamás la había visto estaba por demás de emocionado.
Grisha después de otros veinte minutos decidió terminar la conversación, dejando al mocoso totalmente avergonzado ante la falta de no cumplir lo prometido, cuando alejó el teléfono de su rostro me miró con una enorme sonrisa y adelantándose tomó la canasta entre sus manos.

—Vamos, se nos hará tarde.

Asentí y me dejé arrastrar hacia la camioneta por su entusiasmo, esta vez se decidió por manejar, así que tomando mi lugar en el asiento de copiloto dejé que me llevara, observé las calles silenciosas, con alguna que otra persona disfrutando de la noche de verano, Eren no dijo absolutamente nada durante el trayecto y tampoco cuando estacionó cerca del lugar en el que estaríamos.

Con lentitud bajamos de la camioneta junto a la gran canasta que estaba llena de bebidas y comidas, Eren se había encargado de comprar las diferentes cosas. Con cuidado caminamos acercándonos a las diferentes personas que ya estaban tomando su lugar. Elegimos sentarnos atrás, a un lado de unos arbustos y alejados de las familias ruidosas, colocamos el mantel sobre el césped, estirando la tela lo mejor posible para que podamos acomodarnos los dos, dejamos delante de nosotros la canasta, mientras sacábamos y colocábamos las diferentes cosas fuera de ésta, una vez realmente listos, pusimos la cesta a un lado para que no estorbara, desde allí teníamos una buena vista hacia la pantalla, casi central y aunque después comenzaron a llegar más y más personas, no lograron estar demasiado cerca de nosotros y tampoco de estorbarnos la visión.

—¿Qué sucede?— pregunté mientras abría una lata de cerveza.

Eren me observaba con su cámara en mano, no tuve que preguntarlo dos veces, sonreí y levanté la bebida hacia él cuando buscó un ángulo en donde se viera también la pantalla, él tomó la foto y yo le quité la cámara, un movimiento simple que terminó sorprendiendolo.

El último viaje (Riren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora