El último viaje (Riren)

Día 54

Hola! Acá les traigo un nuevo cap ❤️

Si ven errores por favor avisen 🙋

Espero como siempre que lo disfruten.

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Cartas para Eren 3.

Eren:
Hoy es un día muy especial, Hanji está embarazada, me lo ha dicho esta mañana mientras tomábamos el desayuno antes de irnos al trabajo. Con todos los preparativos y la boda no había encontrado un buen momento para contármelo. Por cierto, nos casamos en primavera, Hanji es una mujer extraordinaria.
Tuve miedo de que una vez juntos, quisiera deshacerse de las fotos nuestras que se esparcen por la casa, pero ella ha colocado las nuevas junto a las de nosotros, diciendo que como tú eres una persona muy importante para mi, también lo eres para ella.
Me pregunto qué es lo que hubieses dicho al verme en una iglesia, bueno no tuve elección, Hanji es demasiado persistente y yo demasiado dócil, aún así creí que sería lo mejor para ambos. Tu padre también ha estado con nosotros, ya no trabaja, y ha vuelto al pueblo, vamos juntos los domingos a verte, aún llevo rosas y él tulipanes.

Te extraño y te amo.
Levi.

Me estaba dando un baño cuando unos golpes tímidos llamaron a la puerta, limpiando los restos de jabón de mi cuerpo, apagué la ducha y envolviendome en la toalla que estaba a un lado colgada, abrí la puerta. Eren estaba parado allí, sus ojos pasearon por mi cuerpo casi en un movimiento imperceptible, mientras que a los segundos sí rostro se tornaba totalmente rojo, algo que a cualquiera le daría gracia, a pesar de todo lo que hemos hecho él aún se avergüenza al verme así.

—Encontré una no muy lejos de aquí.

—Bien, dame solo unos minutos y estaré contigo.

Cerré la puerta y suspiré, los últimos días habíamos hecho gran cantidad de cosas, desde jugar al tenis, subirnos a un taxi y pedir que siguiera a un auto desconocido -aunque no por mucho tiempo, temíamos que llamara a la policía cuando empezó a esquivarnos- fuimos al cine, cantamos en un karaoke, y ahora quería ir a la playa. Había acortado la lista, diciendo que lo demás no era tan importante como el último lugar que tenía reservado.

Luego de secarme y cambiarme, Eren tomó mi lugar y se dirigió al baño, yo terminé de acomodar mis cosas que habían quedado por la habitación en mis maletas y me acosté en la cama esperando.
El celular de Eren comenzó a sonar, me levanté lentamente y miré la pantalla que se iluminaba que estaba sobre la mesita de luz "Papá".

Lo tomé y no dudé en atender, la voz de Grisha sonó realmente cargada de preocupación al otro lado de la línea.

—¿Eren?

—No, Levi.

Unos segundos en silencio y un suspiro de su parte, luego se apresuró a hablar.

—Levi, que bueno que puedo hablar contigo ¿Dónde está Eren? ¿Está bien? Intenté llamarte pero nunca contestas niño.

Sonreí, Grisha era una de las pocas personas que me trataban como un miembro más en su familia, era un hombre increíble.

—Olvidé cargarlo, lo siento. Eren está bien, al menos eso parece. Saldremos dentro de una hora.

—Menos mal, anoche cuando me llamó llorando temí lo peor.

—¿Anoche?

—Sí, Levi. Me dijo que me quedara tranquilo, que te había despertado a ti por cualquier cosa, pero que necesitaba escucharme, creí que se iba a despedir de mi o algo así, tardó varios minutos en calmarse.

No, no lo sabía, Eren había pedido volver a dormir en habitaciones separadas, ahora él estaba aquí porque en el baño que le habían asignado había dejado de salir agua caliente.

—No me dijo mucho en realidad.

—Me dijo que tenía mareos muy intensos y nauseas, luego me dijo que su cuerpo estaba costándole mucho trabajo, que sus piernas y sus manos dificultaban el movimiento y que sentia que se iban a romper. Se lamentaba constantemente y bueno, luego me dijo que estabas llamándolo y se despidió apresuradamente. No he podido dormir después de eso.

—Ah sí, él ya está bien Grisha, no te preocupes.

—De acuerdo Levi y gracias por cuidarlo, ya sabes, si sucede algo no duden en volver, los estaré esperando. Llamaré de nuevo en la noche y tú también cuídate ¿De acuerdo?

—Sí papá.

Grisha lanzó una risita baja y yo sonreí.

—Por cierto Kenny está aquí, les manda saludos.

—Igualmente, y quédate tranquilo, cualquier cosa te avisaré.

—Gracias Levi, adiós.

Eren salió minutos después que la llamada hubiese finalizado, estaba demasiado pálido y por primera vez, preguntándome cuantas veces lo había pasado por alto, descubrí las enormes ojeras que cubrían la parte posterior de sus ojos.

—No me siento muy bien.

Me levanté de inmediato cuando se tambaleó un poco hacia atrás, apreté sin querer su brazo para sujetarlo, no con mucha fuerza, sin embargo la mueca de dolor que marcó su rostro decía lo contrario.

—Ven, siéntate. ¿Estás mareado? ¿Te duele algo?

—Creo que deberíamos dejar la playa para otro momento— sus ojos que siempre brillaban, estaban apagados, hacía días que los veía así —Levi... quiero ir a casa.