El último viaje (Riren)

Día 47

Nuevo cap! 🙆

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Cartas para Eren 2.

Eren:
Hoy me he graduado con honores, tuve que dar un discurso horrible sobre lo maravilloso que fue mi año escolar y lo que sería nuestro futuro ¿Gracioso verdad?
El padre de Hanji me ha ofrecido trabajar con ellos en el sector de contaduría, creo que voy a tomar la oferta. Kenny ha bebido hasta desbordarse y me ha tomado fotos todo el tiempo. Tu padre ha asistido también, me ha dicho que estaba muy orgulloso de mí. No había vuelto a verlo desde la última vez que te vi. Y la verdad es que me sorprendí un poco, me ha dicho que el próximo mes lo trasladarán a un hospital de la ciudad, así que he pensado en no solo llevarte Rosas sino también Tulipanes, los cuales tu padre ha dejado todos los domingos. Me hubiese gustado tenerte aquí también Eren, creo que hubiese sido una hermosa graduación.

Te extraño y te amo.
Levi.

Eren movía sus manos sobre su falda, evitaba mirarme, era un manojo de nervios en aquel incómodo silencio. Habíamos vuelto a sentarnos en la camioneta después de que me calmara, sabía que aún estaba un poco mareado podía verlo apretar su cabeza suavemente con sus manos de vez en cuando. Esperé paciente, o al menos es lo que quería hacerle ver, por dentro tenía a mi corazón latiendo desbocado y a mi estómago hecho un manojo de nervios.

—Levi.

Mis ojos viajaron una vez más hacia él, su tono de voz era bajo, y aquello solo me decía que no me gustaría lo que estaba a punto de escuchar.

—Yo... tendría que haberte dicho esto mucho antes de salir de casa, pero no sabía cómo.

Respiré hondo y esperé, no quería regañarlo, sabía muy bien que cuando hay algo pesado que quieres decir y no sabes cómo, lleva su tiempo.

—Te mentí con los resultados de los últimos meses.

No pude evitar que mis manos temblaran, de alguna u otra forma estaba esperando que me dijera algo así ¿Qué tan diferente a lo que me dijo era?

—En realidad no debía dejar de tomar mi medicación— esperó unos minutos, pero al ver que no decía nada, continuó —y debía retomar la quimioterapia.

—¿Por qué no lo hiciste?

—Porque sería tarde de todas formas.

Mi cuerpo tembló ligeramente, el nudo en mi estómago viajó hasta mi garganta y se instaló allí, no quería mirarlo porque sabía que iba a romper en llanto si lo hacía.

—Escuché al médico hablando con papá, si retomaba el tratamiento tal vez podrían alargarme la vida hasta cumplir el año.

—¿Por qué no lo hiciste?— mi voz se quebró un poco y esta vez lo miré, Eren también lo hizo, tenía sus ojos nublados, probablemente estaba haciendo un esfuerzo terrible para no llorar —¿Por qué dejaste todo?

—Porque el cáncer se ha esparcido por todo mi cuerpo Levi, hiciera el tratamiento o no, el resultado sería el mismo —Eren se movió a mi lado, y supe que había apoyado su cabeza en el asiento, suspiró una vez más y sin dejarme hablar continuó —si me quedaba, tenía que ver todos los días como mi padre corría de un lado a otro tratando de hacer lo mejor para mi, estaría encerrado en casa y en hospitales como lo hice casi toda mi maldita vida, quería... quería hacer algo diferente, sentirme vivo aunque sea por unos meses.

Lo escuché sollozar, mi mano buscó la suya y al encontrarla entrelacé mis dedos con los de él, sentí una gota espesa y caliente recorrer mi mejilla y me di cuenta que había comenzado a llorar.

—Cuando programé esto, solo pensaba en pasar un poco más de tiempo contigo, pensé que después de esto volverías a tu vida, con tus amigos y mi padre con la suya - su llanto se incrementó un poco más, evité mirarlo porque sentía que el nudo en mi garganta iba a traicionarme —pero no pensé en que las cosas irían demasiado lejos.

—¿Querías guardar el secreto para que nadie se preocupara?

Lo miré y esta vez mi cuerpo volvió a traicionarme, su rostro estaba rojo y las lágrimas caían por sus mejillas, sus ojos estaban apagados y aquella imagen me hizo sentir peor.

—No quería que nadie fuera a extrañarme, pensé que papá solo se ocupaba por mi porque era lo correcto, pero al escucharlo todos los días hablándome por teléfono, me di cuenta de que en verdad tiene miedo a perderme... y nosotros, nosotros no debimos avanzar Levi, te estás haciendo una imagen de un futuro que no voy a poder darte y...

—Creo que te equivocas en eso, yo... aún si no me hubieses dicho nada, estaría pendiente de ti, siempre ha sido así. Pase lo que pase, estoy feliz de poder estar contigo Eren.

Eren lloró un poco más fuerte y lo envolví en mis brazos, mi mano pasó por su cabello varias veces, no pude evitar soltar algunas lágrimas también, quería que se alejara de mi y dijera con una hermosa sonrisa que solo era una broma.

—Pensé que sería fácil Levi... yo... yo no quiero morir. No quiero dejarlos, no ahora.

—Oye— tomé su rostro entre mis manos y traté de mostrarle mi mejor sonrisa, con cuidado limpié sus lágrimas e intenté que no quitara sus ojos de los míos —no vas a morir, aun quedan demasiadas cosas en la lista que debemos hacer, te vas a divertir muchísimo y cuando vuelvas a casa vas a poder contarle a tu padre todo lo que hiciste, tomarás la cámara y tendrás todas las fotografías en esos álbumes raros de animalitos que tanto te gustan y me extorcionaras con aquellas fotos horrendas que me tomaste.

Una débil sonrisa se formó en su rostro.

—No quería verte llorar— susurró.

—¿Esto?— me señalé a mi mismo y agregué —últimamente estoy muy sensible, pero no me hagas caso, normalmente hago cosas estúpidas.

Su cabeza se apoyó sobre mi hombro y suspiró, sus manos agarraron con fuerza mi brazo y se acomodó en los asientos.

—¿No estás enfadado?

—Me enfadaré si vuelves a decir que lo que tenemos no debió haber sido— lo sentí temblar, pero aún así continué —porque yo estoy muy feliz de tenerte aquí Eren, y si pensaste que lo mejor era salir de casa y ver el mundo por mi está bien, pero prometeme una cosa.

—¿Qué quieres que prometa?

—Que cualquier cosa que sientas vas a decírmelo ¿De acuerdo? Haremos la lista, disfrutaremos el viaje, volveremos a casa y estaremos bien.

—De acuerdo.

Abracé un poco más su cuerpo y luego de unos minutos en silencio oí su respiración tranquila, estaba dormido. No pude evitar mirar su rostro, parecía tranquilo, como si decir lo que estaba guardando desde hace tiempo le hubiese hecho bien, lamenté llorar en sus brazos como lo hacía en estos momentos, lamenté no creer en mis propias palabras, porque en ese momento sentí que no era el refugio suficiente que Eren siempre necesitó, porque ese refugio se había hecho pedazos. Porque lo amaba y sin importar cuánto lo hacía, Eren, dejaría este refugio para encontrar uno mejor.