Epílogo

480 68 42
                                    

Cartas para Eren 6.

Una vez dijiste que las rosas eran tus favoritas, así que las he estado llevando por treinta años, todos los domingos sin falta. A veces, en compañía de Grisha, en otras simplemente lo hacía solo y hablaba contigo por unas horas.
Los primeros años no fueron fáciles, solía llorar bastante, me sentaba en mi balcón a observar el tuyo, con la esperanza de que aparecieras una vez más, sonrieras y me pidieras que vaya contigo porque no podías dormir. Durante las tormentas, solía quedarme despierto por horas, pensando que me abrazarías y temblarias en mis brazos. Las fiestas habían perdido su magia, aunque como invitábamos a tu padre, tratábamos de sonreír todo el tiempo.

Pero no todo fue malo, como he dicho anteriormente, cuando me gradué tuve que hacer un discurso de despedida y aunque solo tenía dos amigos allí, traté de hacer un buen recuerdo de ellos antes de irme. Comencé la carrera de contaduría, a unas horas de mi hogar, ya que no quería dejar al viejo solo. Me volqué de lleno en ello, sin hablar con nadie y sin tener a alguien que me esperara a almorzar en los descansos, hasta que ella llegó.
Hanji nunca fue la mujer más atractiva del mundo, tampoco de aquellas que se arreglaban demasiado, sin embargo después de un año de estar allí, fue la primera en sonreírme. Se había cambiado de Universidad, así que había empezado el mismo año que yo ya que tenía las materias de primer año aprobadas, era todo un cerebrito, grosera y entusiasta.
Comenzó a sentarse a mi lado, para luego perseguirme con su almuerzo en mano, más adelante comenzamos a hacer tareas y estudiar juntos y pronto descubrí que Hanji estaba tan sola como yo. Si bien su personalidad era totalmente opuesta a la mía, la alejaba de las personas, pero no de mí, porque Eren, jamás había estado tan feliz en encontrar a alguien que me entendiera, en que me sonriera todos los días y en que me mirara como si fuese algo preciado. Tardé cinco años en declararme, lo hice el día de mi cumpleaños mientras comíamos pastel y por primera vez, pude ver a Hanji totalmente avergonzada.
Trabajé para su padre por un buen tiempo y comenzamos a vivir juntos después de casarnos. Ella sabía de ti y aceptó el hecho de que aún te recordara con mucha calma. Tres años después de compartir nuestra vida juntos, llegó Mía, el tesoro más preciado que tengo en la vida.
Tuvo una infancia plena y estuve en sus momentos más importantes.
Ahora, a mis 72 años, tengo tres nietos hermosos. El mayor lleva tu nombre, mi hija lo decidió así después de saber nuestra historia.
Y Eren, nuestra historia jamás comenzó en el viaje, porque te amaba desde mucho antes, disfrutaba cada conversación y cada acción que tomábamos juntos, el viaje solo es uno de los tantos buenos recuerdos que tengo contigo. Y tú, a pesar de los años que pasen siempre estarás presente.
He cumplido mi promesa, he tenido una vida increíble, porque Eren, los días pasan y debes seguir viviendo, porque a pesar de que no estés aquí, siempre te llevaré en mi memoria y en mi corazón.
Aún tengo la nota que hiciste en el viejo álbum de fotografías, aún tengo enmarcada la foto de la feria, aún llevo el collar que me diste, aún tengo el peluche de felpa que me has regalado sobre una repisa, aunque ya está demasiado viejo.

Eren quiero agradecerte por ser mi primer amor, quiero agradecerte por enseñarme a que, a pesar de lo que pase uno no debe bajar los brazos. Eren quiero agradecerte la hermosa vida que me diste incluso sin saberlo.

Con amor. Levi.





"Hola Lev ¿Te gustan los aviones de papel? Bueno, me gusta lanzarlas hacia tu balcón. Mi padre me ha quitado el teléfono, dice que estoy teniendo ideas absurdas. Así que aquí va una de ellas: ¿Viajarias conmigo a diferentes lugares que quiero conocer? Prometo que será el mejor viaje de nuestras vidas.

Eren"

El último viaje (Riren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora