Día 15

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Hola, acá les traigo un nuevo capítulo 🙋
Si ven errores por favor avisen 🌸
Espero que lo disfruten.
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El sol estaba quemando mi piel, había salido de la camioneta a fumar un poco y Eren, aún se encontraba en el asiento del conductor. Después de lo que había pasado en aquella librería, no había vuelto a suceder nada interesante, más que viajar y detenernos en algún lugar para comer y asearnos.
Eren había tomado la última noche que habíamos pasado como el conductor designado, ya que por obvias razones yo debía descansar. A las seis de la mañana, me había despertado sobresaltado al sentir un fuerte tiron en mi hombro izquierdo y descubrí a Eren totalmente irritado.

—Levi tenemos un problema.

Ya iba por mi quinto cigarrillo del día desde que me había despertado, el clima estaba bastante pesado y caliente, estábamos en la ruta y lo único que podíamos ver era la nada misma.

—Levi, deberías tranquilizarte.

Eren había bajado de la camioneta y se había acercado a mi, sin importarle el hecho de que cuando lo hizo, el humo que había expulsado fue directo a su rostro.

—Deberías alejarte un poco— dije como respuesta.

—No importa— arrugó su nariz y continuó cruzándose de brazos —pero, por más nervioso que estés, fumar no te ayudará en nada.

—¿Qué quieres que haga entonces?— terminé el cigarrillo y lo lancé a un lado de la ruta —ha pasado solo un auto desde que quedamos varados, hace más de tres horas y no pudimos hacerlos parar.

—Lo siento, fue mi culpa, debí haber tomado el camino más corto.

—No lo fue, el motor se fundió, la camioneta es una mierda.

Pasé las manos sobre mi cabello, despeinandolo aún más, Eren suspiró y me miró, arregló los mechones que caían en mi frente y me sonrió levemente, abrió la puerta de la camioneta, y buscó en la conservadora que llevábamos una botella de agua. Escuché el ruido de un motor acercarse y mirando hacia mi derecha descubrí un auto de color azul que se acercaba a gran velocidad, me acerqué un poco al límite de la ruta y elevé mi mano izquierda haciendo señas para que parase, pero el conductor continuó su trayectoria sin siquiera habernos mirado.

—Puta mierda— lancé una patada que levantó un poco de la tierra que nos rodeaba, miré con el ceño fruncido al auto que se alejaba de nosotros cada vez más y suspirando mis ojos viajaron hacia Eren —¿Qué es lo gracioso?

—Si los miras así, tampoco querría llevarte— una carcajada brotó de sus labios pero eso solo logró hacerme enojar un poco más.

—Bien, te quedaras aquí y tratarás de parar a cualquier auto que pase, yo me quedo dentro.

Dos horas, ya estaba quedándome sin batería en mi celular, no había señal y no pasaba absolutamente nadie. Eren estaba afuera, lo veía caminar de un lado a otro, sentarse en medio de la nada y ahora mismo, golpear las ventanillas con insistencia.

—Levi dejame entrar.

—No tengo ganas—, abrí la conservadora y agarré una lata de gaseosa, la levanté y la moví suavemente delante del rostro que estaba pegado en la ventanilla derecha —¿Hace calor no?

—¡Levi!

Le sonreí, abrí la lata y bebí, observé a Eren que miraba la bebida con fascinación, no faltaba mucho para que dieran las seis de la tarde, y aunque el sol no estaba tan fuerte como las horas en las que yo había estado afuera sabía que la estaba pasando realmente mal.

El último viaje (Riren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora