[TERMINADA] La línea entre lo paranormal y nuestro mundo es muy delgada. Dos dimensiones diferentes coexistiendo en una misma realidad, tratando de encontrar un equilibrio, aunque realmente puede que haya ninguno.
Louis, Allison y Kate han vivido su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Muévete, Ally! —le exijo cuando baja la velocidad de su trote.
Como día inicial de entrenamiento, le pedí al profesor Nelson que me autorizara el uso de la cancha luego de clases. Hoy no tenemos entrenamiento, por lo que el campo de fútbol es todo para nosotros.
A modo de calentamiento, mandé a Ally a dar dos vueltas a todo el lugar... pero su condición física es peor de lo que pensé. Apenas hubo recorrido la mitad, dejó de trotar y caminó, ganándose una amonestación de mi parte.
—¡Hago lo mejor... que puedo, Luís! —exclama con dificultad—. Sería más divertido... si trotaras conmigo.
—¡Eso, vaga, haz algo por tu vida! —grita Nathan desde la entrada de la cancha, está acompañado por Jedd y ambos se acercan hacia dónde estoy.
—¡Tú no te metas! —le responde ella, cruzando la última esquina, le restan unos metros para llegar hacia nosotros, y así habrá completado apenas la primera vuelta.
—Allison haciendo ejercicios es algo que no se ve todos los días —comenta Nathan con tono gozoso.
La susodicha pasa trotando frente a nosotros sin mirarnos. Su rostro tiene una expresión casi de constipada, lo que quiere decir que está sumamente concentrada en lo que está haciendo, y decidida a culminarlo.
—Pero... ¿por qué? —inquiere Jedd.
—Quiere mejorar su rendimiento en Educación Física —respondemos Nathan y yo al unísono.
—¡Por fin algo negativo de pasar todo el día con libros hasta el cuello! —continúa él, con tono de victoria.
—Sabes cómo es ella —me dirijo a Jedd—. Cuando quiere mejorar en algo, no deja de intentar hasta que lo logra. Me gusta eso de ella.
Nathan entorna los ojos, estudiándome con la mirada.
—¿Te gusta mi hermana?
—No dije eso —le lanzo una mirada desdeñosa.
—Pero es un avance —se jacta, haciendo una mueca orgullosa.
—Lo único que quieres es que me enamore de ella —vuelvo mi vista hacia Ally, que ya está rebasando la última mitad de la cancha.
—No le vendría mal a ninguno de los dos... —añade Jedd como quien no quiere la cosa, retrocediendo unos pasos para sentarse en la primera fila de las gradas.
—Cállate, ¿quieres? —espeto—. ¿De qué lado estás?
No sé hacia dónde quieren llegar con eso, pero lo cierto es que no estoy listo para una nueva relación, sin importar quién sea la chica... O eso creo.
—¡Llegué! —exclama Ally, esbozando una sonrisa llega de orgullo por haber terminado lo que le puse. Un segundo después, se inclina, apoyando las manos en sus rodillas mientras respira de forma entrecortada—. Esa cancha es... engañosa. Es más eterna... de lo que imaginé. Te deja sin aire.