Kuroko es un demonio sexual que se alimenta del deseo de los humanos y demonios. Es sirviente del rey del infierno Nash Gold Jr, quien lo mantiene en sus aposentos reales como su amante.
Kuroko sobrevive en el infierno hasta que la guerra explota y...
Después de que el incubo recordó a través de aquellas visiones su vida pasada y trágica, se mantuvo al lado de Akashi, tomando su mano con fuerza como señal de que no se iría de su lado, su amor era más fuerte que cualquier inconveniente o maldición preexistente.
Tetsuya le miro a los ojos, diciendo sin dudas al respecto- Estoy contigo, tú me enseñaste que es el amor cuando todo mi mundo era vacío.
- ¿Cómo puedes decir eso cuando todo lo que sucedió fue mi culpa? ¡Lo siento tanto por arruinarte la vida! – respondió angustiado, había cambiado y evolucionado desde que cometió aquel error que le causo dolor y desolación, ahora era un hombre mejor.
Tetsuya suspiro – No tienes que sentirte así...Yo no te culpo por nada, Nash logro separarnos por un tiempo sin embargo no para siempre porque nuestros destinos están unidos y nuestro amor es más fuerte que cualquier desafío.
Akashi acaricio su mejilla con ternura y poniendo sus frentes juntas murmuro- En el pasado no luche por ti y por mi error sufriste tanto que no merezco estar a tu lado, pero a pesar de mis faltas...No voy a dejarte esta vez, te amo demasiado como para perderte
"Fui un tonto la primera vez si bien no cometeré los mismos errores."
Nash los interrumpió lleno de rabia- Parece que olvidas que te marque Tetsuya, eres mío
Seijuro respondió alejando al incubo del otro alfa- Nuestro trato establecida que tu no podías marcarlo, él debía escoger con quien quedarse y adivina quién gano
-Sí, elegí a Akashi-kun porque él me brindo su amor... Yo te quería y me trataste como un juguete sin importancia, me lastimaste en el fondo de mi alma por tu egoísmo. - dijo con seguridad.
-Ya no puedes hacer nada maldito, el amor es más fuerte que tu obsesión
Nash no estaba satisfecho con perder a su incubo y grito –Esto no se acabará, no me iré sin mi incubo.
El rey saco su espada dorada con la intención de apuñalarle directo al corazón al ángel que odiaba tanto no obstante el pequeño incubo intervino y la espada se insertó dentro del corazón tanto que incluso para un demonio seria mortal.
Kuroko cayó al suelo, la sangre nuevamente fue derramada en el campo de batalla.
Nash comenzó a desesperarse y cayo de rodillas sin creer lo que hizo, un desliz demasiado grave e imperdonable. Grito de rabia porque no quería que su incubo muriera, nunca deseo hacerle daño simplemente pretendía tenerlo en su cama como su devoto amante.
Los demás ángeles se sorprendieron y se sintieron tristes dado se encariñaron con el pequeño, quien se lo tomó más mal fue Akashi quien lloraba descontroladamente tomando aquel cuerpo entre sus brazos, apretándolo y besando sus mejillas, tratando de sanarlo con sus poderes sin poder lograrlo.
Kuroko lo miraba a los ojos, tocando su rostro para quitarle las lágrimas- No llores
-Mi corazón...Te amo tanto, lamento no decirlo antes; lamento hacerte sufrir- le dice suavemente con un gran peso porque esa es la segunda vez que es incapaz de salvarle.
Kuroko tosió sangre -Yo también te amo...Me enamoré de ti desde que me hablaste por primera vez, me miraste de manera especial como nadie nunca lo hizo, todos siempre querían mi cuerpo, pero tú fuiste diferente porque me amaste por lo que era.
-Kuroko, no hables ¡Voy a salvarte, vas a estar bien! - dijo Akashi intentando mantener la calma.
Tetsuya ya sabía su destino- Morir por alguien que amas es una bendición, me siento feliz de amarte, de sentir este calor y el amor se te devuelve.
Los íncubos son maldecidos a no sentir amor, a que nadie los ame y solo los deseen
Pero aquella maldición se terminó cuando el amor resurgió entre las cenizas y espinas.
Akashi le susurró - Te amo, te he adorado siempre, desde que eras humana hasta cuando fuiste un incubo aunque mi amor por ti fuese imposible dejaría el cielo por estar a tu lado una vez más...En el momento que me entere estabas con el demonio, deje que me capturaran para verte; fue imprudente, algo estúpido que casi causa mi muerte sin embargo solo quería saber cómo te encontrabas y en el momento donde note tu relación con Nash mi corazón sintió una quemadura de dolor tan profundo pero aun así tuve esperanzas ¡No quería rendirme! Eras amable conmigo, me traías comida con riesgo a ser castigado y me enamoré de ti, caí tanto en tu linda sonrisa.... Un demonio tan hermoso que se preocupaba por mí, que se sacrificó de todas las maneras para salvarme ¿Cómo dejar de amarte, mi corazón? Si mueres, yo moriré contigo porque no puedo vivir sin ti.
Akashi le dio un último beso lleno de cariño, si bien traía consigo una metamorfosis maravillosa porque una luz capturo el cuerpo moribundo, las alas negras del incubo comienzan a cambiar a un color blanco, su estado diabólico se ve modificado al cambiar de un demonio a un hermoso ángel.
Así como los ángeles se convierten en demonios por tener el pecado de a lujuria, puede pasar al revés un demonio puede converse en ángel si llega a amar, a conocer el verdadero amor.
Akashi lo abraza con fuerza mientras cura sus heridas y juntos expulsan a Nash del cielo. El trato que hicieron el ángel y el demonio es que Kuroko debía decidir entre uno de ellos, el peli celeste eligió a Akashi así que el rey no le quedo de otra que rendirse.
El castigo del rey fue saber que tuvo a Kuroko en sus manos y lo perdió por su egoísmo.
No muere porque debe existir para que haya equilibrio entre el bien y el mal si bien al perder al incubo su vida se convierte en un infierno, quizá lo merece por lo mal que ha hecho.
Nunca valoro lo que un día tuvo hasta perderlo.
Kuroko cambia completamente su vida al conocer el verdadero amor, ya no necesita sexo para alimentarse o sangre de un alfa, únicamente un toque de su amado es suficiente para ser feliz.
Está libre de ataduras.
Puede vivir con los ángeles porque ahora es uno de ellos.
El cielo se convierte en su hogar.
El perverso deseo de Nash es anulado por el amor, el amor al final prevalece ante la adversidad.
Akashi enlaza sus dedos mientras sonríe con ternura y Kuroko siente que estar con él es el verdadero paraíso.
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Esta historia a llegado a su fin. Gracias por leer y dejarme sus comentarios, disculpen las faltas de ortografía o si es demasiado sencillo el desarrollo, de igual manera espero les haya gustado. Saludos!😘
