Capítulo #14

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Nash era un ángel de cabellos de oro, uno de los mejores guerreros que existían en el cielo, pero siempre quedaba en segundo lugar en la sombra del gran Akashi Seijuro, quien le opacaba en todas las cosas.

Claro que le tenía envidia y sentía competitividad, su odio hacia el patán perfecto se volvía cada vez peor con el tiempo además de que todos alagaban al presumido bastardo.

Fue una sorpresa cuando le enviaron a la tierra y este no regreso, los ángeles estaban conmocionados por su desaparición tanto que el cielo decidió enviar a Nash Gold Jr para investigar su desaparición y el mago con fastidio fue obligado a buscar a su enemigo.

Los ángeles no odian, pero el sí detestaba a ese hombre que le robaba la atención.

Siguiendo instrucciones llego al lugar donde Akashi le habían asignado la misión y luego de buscar por mucho tiempo encontró una imagen sumamente extraña al verlo con una hermosa mujer de cabellos celestes, resulto obvio que el soldado perfecto estaba rompiendo las reglas al involucrándose con una joven humana.

Allí tuvo la oportunidad para destruirlo.

Podía denunciarlo y arruinarle la vida así estaría satisfecho al ver a su enemigo humillado, quizá desobedecer le causaría la muerte, pero al verlos de cerca sus instintos de alfa comenzaron a despertar...

Los espió por varios días hasta que una tarde del mes de abril cuando ella salía sola la siguió, desde largo observo cómo se iba quitando la ropa lentamente y entraba a una gran laguna, el agua se deslizaba por su piel desnuda de forma sensual, era atraído hacia aquel cabello celeste, la desnudez exquisita y su belleza natural.

Nash sintió el deseo en sus entrañas, imagino como sería tocar las curvas de la hermosa mujer, hundirse hasta el fondo en su sabroso cuerpo y poner sus dedos en aquellos lugares donde seguramente gemiría...Se excito por primera en su vida y le gusto tener pensamientos sucios e impuros, esa emoción de poseer a alguien le provocaba ardor, se tocó mirando a la mujer como un loco pervertido y quiso sentirse superior al poseerla como Akashi nunca podría.

Luego de irse soñaba con tener debajo a la mujer, que se retorciera de placer y la fantasía poco a poco tomó forma de realidad.

Siempre había odiado a Akashi, quitarle lo que más amaba le creaba satisfacción.

Siempre perdía en todo, pero esta vez ganaría en lo más importante.

Sabia la esposa del ángel enemigo era omega, de hecho le atraía con solo aspirar su aroma el cual hacía que el alfa interno se removiera inquieto entonces usaría eso a su favor... Después de todo Akashi no había copulado de lo contrario se hubiese convertido en un demonio y la mujer no tendría el olor a virgen.

Seijuro no podría marcarla sin tener sexo y era asexual lo cual hacia que su alfa no pudiera decir "Este omega es mio" a los depredadores naturales.

Kuroko hablaba con ternura con su esposo, se notaba lo mucho que se amaban y eso lo enojo tanto.

No quería que Akashi fuera feliz.

No quería que Kuroko lo amara, quería que lo deseara a él.

Así que solo espero, espero pacientemente a que la sensualidad hecha carne entrara en el calor para entrar en acción y tuvo mucha suerte porque justamente en el bosque donde la chica iba para bañarse en el riachuelo comenzó su calor.

Nash atacó, empujándola de tal manera que aquel rostro angelical quedara chocando con el árbol, puso su mano en la garganta y la otra la uso para tocar sus partes bajas, manoseando toda aquella piel prohibida.

-Déjame- dijo tratando de hablar, pero como era una omega se vio atraída hacia el calor del macho.

-Te gusta esto, disfrutas sentir mis dedos entrar en ti- dijo siendo rudo y tan salvaje como un animal, sus partes se friccionaban.

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