EPISODIO 2: Llegada a lo desconocido
Rosalie despertó sobre una confortable y cálida habitación, en aquella mañana, una que no conocía, parecía pertenecer a alguien adinerado, pero no conocía a dicha persona, ni siquiera sabía cómo había llegado a aquel lugar. Por un momento una idea absurda vino a su mente, ¿podía pertenecer aquella habitación a los señores Manson?, pero desechó la idea en cuanto visualizó a una agradable ancianita junto a su cama.
- Parece que ya despertó nuestra invitada – Dijo aquella mujer, con una sonrisa de oreja a oreja, mientras Rosalie se percataba de que las ropas que llevaba eran las propias de la servidumbre, pero parecían ser demasiado antiguas, ya no se estilaba aquel tipo de vestimenta - Hemos estado muy preocupados por usted. ¿Cómo se encuentra?
- Bien, gracias - contestó la joven , algo desorientada.
- ¿Le apetece una taza de té y unas pastas? - sugirió la anciana, mirando hacia la mesilla de noche, donde se hallaba la bandeja con una tetera, algunas tazas y un enorme plato lleno de unas deliciosas pastas, tenían una pinta espectacular. Si Rosalie no hubiese estado tan preocupada por no saber dónde estaba, sin lugar a dudas las habría probado - seguramente se encontrará hambrienta...
- ¿Dónde estoy? - preguntó sin más, sobresaltando a la mujer.
- Ah... si, que descortés por mí parte, había olvidado por completo que usted no sabe dónde nos hayamos...- respondía, molesta consiga misma - ... y ni siquiera me he presentado, usted pensará que soy una sirvienta horrible, cuanto lo lamento... - continuaba, poniéndose en pie con rapidez – soy la señora Depuá, la ama de llaves de este Castillo, fui yo quien la encontró en la entrada del bosque...- proseguía.
- ¿Castillo? - preguntó la joven extrañada, por un momento pensó en el castillo triste, en aquellas historias que su padre solía contarle cuando era una cría.
- Si querida, algunos lo llaman "El Castillo Triste"- anunciaba, dejando a su invitada bastante sorprendida, pues parecía que sus sospechas eran ciertas, a pesar de que nunca imaginó que aquel lugar de las historias de su padre, existiese realmente.
- Pero... yo... pensaba que El Castillo Triste no era más que una leyenda.
- Es cierto, es una leyenda. Pero... ¿Acaso no sabes que todas las leyendas tienen una parte real? El castillo existe, y al igual que dice la leyenda no puede ser encontrado por nadie, jamás – aseguraba la anciana - Si saliéramos de él, nunca podríamos hallar el camino de regreso.
- Pero... si nadie puede encontrarlo... ¿Cómo es que yo...? – empezó la muchacha, pero antes de haber dicho tan sólo una palabra, la señora Depuá contestó.
- Tu no lo encontraste, tropezaste con él - aseguró - Seguramente corrías de los lobos, probablemente solo querías encontrar un lugar para protegerte de ellos. ¿no es así?
- Si, así es - respondió al recordar la forma tan atroz en la que había llegado a aquel lugar.
- Bien en ese caso... puedes quedarte - y dicho esto se dispuso a salir de la habitación.
- ¿Quedarme? - preguntó, sorprendida, pues aquella idea ni siquiera había cruzado su mente. Al contrario, tan sólo quería marcharse a casa, dónde su padre la estaría esperando.
- Podrás abandonar el castillo cuando sanen tus heridas - le comunicó la mujer abriendo la puerta de la habitación, mientras la joven pensaba en ello. ¿Sus heridas? Y justo en ese momento, sintió estas en su piel, como si acabasen de emerger - no te preocupes no pasará demasiado tiempo fuera – añadió.
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El Castillo Triste | COMPLETA
Manusia SerigalaPrefacio: En un triste castillo, muy difícil de encontrar, vivía un hombre extraño, el cual aparentemente no envejecía, era humano y con figura triste, que solía sentarse en su viejo sillón de terciopelo junto al fuego. Este hombre nunca podría ser...