El Castillo Triste | COMPLETA

Capítulo 7 - Confianza.

EPISODIO 7: Confianza.

Los días continuaron pasando apacibles y tranquilos en el castillo, algunas noches Rosalie creía escuchar aullidos dentro del castillo, pero desde aquel incidente no volvió a salir de su habitación después de que había oscurecido. El amo pasaba los días encerrado en su estudio trabajando duramente para encontrar un remedio para aquella terrible enfermedad que tanto le estaba torturando, pero aún no había podido dar con el antídoto, aún luchaba con ella día y noche, había noches en los que la enfermedad era tan fuerte que creía que no iba a poder soportarlo llegando incluso a plantearse acabar con su existencia de alguna forma, pero todo cesaba al encontrar al día siguiente el rostro de la hermosa Rosalie, sin darse cuenta, aquel monstruo se fue enamorando...

Una lluviosa tarde Rosalie entró en el estudio del amo, llevaba consigo una enorme bandeja con té y pastas para este, quería agradecerle por haber permitido que se quedase en el castillo a pesar de que sus heridas ya habían sanado, pero al llegar allí el amo no se encontraba en su interior, algo extraño la verdad, pues él solía encerrarse allí a esas horas. Tras posar la bandeja delicadamente sobre el escritorio se percató de algo que la hizo desconfiar: se trataba de un enorme hueco en la pared, en aquel lugar donde debía estar la estantería con los viejos libros del amo, se encontraba un enorme hueco rectangular con unas escaleras hacia abajo. La curiosidad de la chica acababa de llegar a niveles inimaginables, tras agarrar una de las velas que alumbraban la habitación, se dispuso a descender por aquellas escaleras decidida a descubrir hacia donde se dirigían. Tardó unos largos minutos en llegar al final de las escaleras, visualizando entonces una pequeña habitación donde se hallaban algunos instrumentos científicos y médicos, todo estaba lleno de microscopios, tubos de ensayo y algunos tarros con algo viscoso en su interior. Aquel debía de ser el lugar donde el amo buscaba la cura para aquella enfermedad incurable de la que la señora Depuá le había hablado alguna vez. Tras observar todo con detalle boquiabierta, se percató de que una segunda persona acababa de llegar junto a ella, mirándola desairado y enfadado, no era para menos, pues ella había pisoteado su confianza al entrar en su laboratorio secreto sin esperar invitación alguna...

- ¿Qué haces aquí?.- preguntó tras largo rato observándola sin dar crédito a sus ojos, aún no lograba comprender por qué ella se encontraba en su laboratorio secreto, él había confiado en ella, y ella tan solo seguía investigando intentando descubrir la verdad a sus espaldas. Aquella sola idea le hacía enfurecer.

- Lo siento... no era mi intención...- se disculpaba la chica mientras bajaba la cabeza aterrorizada, estaba avergonzada de que la curiosidad le hubiese vencido, el amo confiaba en ella, y ella había pisoteado aquella confianza.

- ¿Qué está pasando aquí?.- añadía una tercera voz junto a ellos, se trataba de Rosa que tras haber entrado en la habitación y haber encontrado la bandeja sobre el escritorio adivinó la situación. La señora Depuá miraba a Rosalie sin dar crédito a lo que observaba, aquella estúpida chiquilla estaba haciendo que el amo volviese a ser desgraciado, por culpa de ella el amo volvía a sufrir, eso era algo que nunca podría perdonarle.

- He tratado por todos los medios que te quedases.- comenzó el hombre ignorando a Rosa, parecía sincero, aquellas palabas se le clavaban a Rosalie como afilados puñales en el corazón.- pero te empeñas en romper todas las reglas, en pisar mi confianza.- aclaró mientras su tristeza volvía a asomar por su hermoso rostro.- Creo que aún no estás preparada para escuchar la historia, pensé que todo había quedado claro la última vez.- se lamentaba el hombre mientras la miraba con unos ojos entristecidos, ante aquello la chica no pudo evitar derramar una fina lágrima que recorrió lentamente su mejilla izquierda, haciendo que el amo se sintiese culpable por hacerla sentir mal.

- Espero que no estés pensando en revelarle a esta chica tu historia.- interrumpía la mujer de nuevo, mientras miraba a ambos sin dar créditos a lo que acababa de escuchar.- Porque sabes que eso sería una equivocación, como la de permitir que se quede, o la de permitir que permanezca cerca de ti.- le reprochaba la mujer al mismo tiempo que miraba con dureza a la chica que estaba causando todo aquello, pero el amo parecía no escuchar las palabras de su ama de llaves, de la mujer que había sacrificado su vida por él, que había abandonado su propia familia por él, él tan solo tenía ojos para ella, él tan solo se quedó allí mirándola mientras sentía el impulso de acercarse a ella y limpiar la lágrima de su mejilla con sus dedos.- lo que tendrías que hacer es dejarla marchar... sabes... lo peligroso que es.- en ese momento el amo sintió una sacudida en su interior, Rosa tenía razón, fue entonces cuando volvió la mirada hacia Rosalie mirándola dolorosamente.