Hablemos con el corazón

Agotada

Me quedé sin fuerzas para luchar.

Mis piernas no aguantan más.

Mi garganta está seca de tanto gritar.

Mi ojos han consumido sus reservas de lágrimas.

Mis brazos ya no pueden estirarse más.

Duele, duele mucho.

Todo duele.

Pero duele más mi corazón.

Es estúpido, el corazón es asintomático.

Pero no es un dolor fisiológico.

Es de otro tipo.

Uno que te destruye.

Uno que te deja hecho mierda.

Y yo lo estoy.

Han hecho polvo mi corazón.

No una vez, sino muchas.

Más de las que puedo admitir.

No una persona, sino muchas.

Más de las que quisiera contar.

No sé si fue a propósito o no, eso ya no importa.

Estoy herida.

No hay medicina para esto.

¿Alguien sabe donde puedo conseguir una curita para mi corazón?

Mal chiste, lo sé. No tengo un gran humor.

Pero necesito salir de esto.

Porque pienso que ya toqué fondo, pero no es así.

Sigo cayendo.

Ya no veo nada.

Ni tantita luz.

No espero nada.

Ni a nadie.

Debería ser mi propio "wonderwall".

Ser mi propia heroína.

Debería, pero estoy agotada...

Me consume todo esto.

Mi alma está en un limbo.

Mis sueños en el suelo.

Mi respiración entrecortada.

Mis latidos intermitentes.

Pero necesito aire.

Mis pulmones lo necesitan.

Todo mi ser lo necesita.

Debo salir de este mar de lágrimas saladas.

O por lo menos aprender a nadar.

He estado así muchas veces.

Por mucho tiempo.

Estoy agotada, lo sé.

Pero debo subir a la superficie.

Por mí.

Y aunque pueda ahogarme de nuevo, debo hacerlo.