Propiedad

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Tus caricias se han convertido en tu forma favorita de dañarme.

Me pusiste en el pedestal más alto sólo para dejarme caer.

Escuchas como me quiebro.

Levantas esos pedazos.

Tus besos ácidos intentan repararme.

Según tú, eres mi artesano.

Te crees con el derecho de ponerme el valor que tú quieras.

De tratarme como se te antoje...

He tratado de mil y una maneras para que entiendas que no soy tu adorno.

Qué soy más.

Aunque no te guste ni te parezca.

No me toques, no soy de tu propiedad.

Hablemos con el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora