Don't you dare to say it. (CHACK)

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Disfruten el relleno que es re cursi y eso.
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Cuando Jack despertó temprano en la mañana, se sintió el chico más idiota que hubiera pisado la tierra jamás.

¿Quién demonios se duerme en la bañera? Esa era la pregunta que acosaba su mente mientras se erguía incómodo en el agua enjabonada que había usado la noche anterior.

—Ugh, tengo que tomar una ducha, ahora.

Vació la bañera y abrió la canilla para darse una ducha de agua tibia y comenzar el día fresco. Bueno, no realmente fresco, pero la baja temperatura del agua le ayudaría a destensar ciertas partes de su cuerpo que sufrían por la incómoda posición en que había dormido.

Masajeó su cuello y hombros con la esperanza de que el dolor y la rigidez de su espalda volaran lejos.

Un sonido proveniente de su habitación lo sacó de sus pensamientos. Casi haciéndolo caer de su lugar. Se sorprendió al recordar que tenía un invitado en su habitación.

—Demonios...

Corrió a toda velocidad hacia su habitación al ya estar decentemente vestido. ¿Realmente había dormido en su cama un hombre demasiado hermoso y masculino para su salud?

Cuando se asomó por la puerta alcanzó a ver a Chase levantándose del suelo con dificultad. Parecía que estaba teniendo problemas para adaptarse a su nuevo cuerpo. Jack corrió a ayudarlo, a pesar de sus quejas, el ex tritón se dejó ayudar (de mala gana) y juntos llegaron a la cocina.

—Debes tener algo de hambre... te prepararé algo.

El pelirrojo puso a funcionar la cafetera y sacó una mezcla de panqueque que tenía guardada en la heladera para hacer un rápido desayuno.

Mientras daba vuelta algunos panqueques analizó su situación.

Tenía un extraño en su casa, un extraño que no tenía pertenencias, que no tenía ropa, trabajo, o familia fuera de su antiguo hogar, y que finalmente no podía regresar.

No podía acudir a la policía, emergencias, o bomberos porque lo tomarían por loco.

Tenían que encontrar a esa bruja.

—Chase, estoy seguro de que no te gusta la idea de permanecer aquí tanto como a mi, por eso debemos trabajar en equipo para devolverte tu cuerpo.

Chase miró a otro lado, ignorando. Jack bufó entendiéndolo. Aun estaba enojado, bien... Jack volvió a lo suyo, aunque no tenía idea de lo que a alguien como chase le gustaría comer, todo debía ser crudo... y si ahora era humano, la comida cruda era un gran no no. Y el hecho de que apenas le dirigiese la palabra hacia las cosas más complicadas, para ambos.

—Bueno... tengo.. un poco de pescado por aquí... ¿Eso es lo que comes verdad? ¿No cuenta como canibalismo o algo así?- Gritó internamente al recibir de nuevo esa mirada, intentó no parecer un idiota mientras se acercaba al refrigerador sacando un poco, era asqueroso. Debería comprar cosas más frescas.

—Si... no creo que te guste... ¿puedes intentar comer lo que yo? No me molesta compartir- Su invitado parecía sorprendido ¿por que? Pero al final asintió. Eso era un progreso, pensó.

Se apresuró en terminar el desayuno y servirle un poco a Chase, sonriendo cuando esté observó a su plato, claramente confundido de que estuviese caliente. Que lindo. Juraba que estaba llorando internamente.

—Que... ¿Que se supone que es esto?- Jack se hubiese desmayado en su lugar. Escuchar su voz, sonaba tan confundida, y el hecho de que no estuviese amenazando de provocar un asesinato lo hacía sonar incluso mejor.