Se sintió desesperado y cansado, la forma en la que el sol se ocultaba luego de un largo día fue abrumador, la marea subía casi llenando la calle, sorprendentemente no había alerta o evacuación, así que no habría mucho de qué preocuparse.
Incluso si Chase se veía tenso, luego de la cena se perdió observando en la ventana, como un niño pequeño viviendo su primera tormenta.
Seguramente en lo profundo del mar ni siquiera se daban cuenta de estos problemas, las catástrofes y bueno, la corte de luz y agua, maldita sea.
El muchacho suspiró cansado al momento que la casa se volvió oscura, bajando a la cocina por unas velas.
Chase no debería causar mucho problema, seguramente estaba acostumbrado a la oscuridad, verdad?
En realidad no.
Y el golpe que resonó en toda la casa le dio la respuesta tan pronto encendió la primera vela.
Maldijo para sí mismo, siempre provocó la mala suerte de los demás con sus palabras.
Subió tomando unas cuantas velas más y una linterna por si acaso, rogando que Chase no se hubiera abierto la ceja con el borde de la cama o algo, tener que abrir la puerta de la habitación y buscar a Chase con la mirada fue estresante.
Pero rápidamente expulsó todo el aire qué estaba conteniendo al verle salir de una esquina sujetándose la pierna, como la primera vez que se golpeó con una mesa.
Jack se preocupó, dejando las cosas con cuidado en el suelo, acercándose a Chase para ver que tan mal estaba.
Bueno, si chase le dejaba primero.
—Chase. Levanta tu pantalón, eso no fue un golpe cualquiera.— Le regañó empujándolo hacia la cama.
—Estoy bien.— respondió aunque la mueca en su rostro digiera otra cosa.
Jack lo tlaqueo obligándole a sentarse en su intento de no caer, el muchacho se cruzó de brazos casi humillado de lo fácil que fue eso.
—De acuerdo Chase, ¿qué intentabas hacer?— Se burló tocando donde encontró un pequeño bulto. Entrecerró los ojos un poco asqueado, era normal para el siempre estar lleno de moretones y golpes, pero fue extraño verlo en Chase, su piel era demasiado bonita pero rápidamente se magullo.
Suspiró restándole importancia, levantándose para ir a buscar alguna crema, dándole a su vez una orden para que se quedara quieto.
Caminó rápidamente a su habitación pensando en cómo explicarle que esto iba a dolerle como una puta en los próximos días, mierda. Eso arruinaba los planes de Jack, Chase se había lastimado antes de la línea de tiempo, seguramente eso lo haría más fácil para la bruja.
Se golpeó la frente regañándose de no habérselo llevado consigo.
—Es como un bebé, no puedes perderlo de vista jack, imbecil. —
Se dio la vuelta esperando que al menos esto ayudará o bajara el dolor antes de hablar con ella nuevamente.
-Hey, esto te va doler por que eres un idiota, así que te sugiero que te quedes quieto y no me patees, en serio. - dijo mientras le apuntaban acusatoriamente.
Chase levantó una ceja confundido.
—Ahr... mmm... Solo quédate quieto.— Y Si. Las cosas realmente ocurren en cámara lenta al momento de recibir una patada en la costilla.
Y quedarte sin aire.
Ah mierda. Por que.
...
Chase se disculpo, Jack lo ignoró y siguió con lo suyo pero ahora ambos se encontraban acostados mirando al techo en la habitación de huéspedes, no había mucho qué hacer, su teléfono había muerto luego de que Chase se pasará lo que restaba de la tarde jugando con el, al menos eso lo distrajo del dolor un rato.
Una sonrisa estúpida se escapó del rostro de Jack recordando como Chase odiaba los juegos que exigiera demasiado de él, se conformó con juegos sencillos como el Sudoku o el solitario, fue... Bastante bueno en ellos... Considerando que apenas le había enseñado los números del 1 al 100.
O la forma en la qué simplemente detestó cualquier juego de pelea o que tuviera una lectura demasiado amplia, la emoción en su rostro se destruía y se iba a otro juego.
Chase por otro lado observaba al pelirrojo a su lado, este tenia una sonrisa estúpida en su rostro y parecía reírse de algo.
Apretó su camiseta abrumado por el día que había tenido, su primer golpe y moretón. Los relámpagos lo estresaron y la falta de visibilidad en todos lados fue peor, sus ojos simplemente no captaba nada a menos de que estuvieran esas cosas blancas con fuego en la habitación.
Y esa cosa. Qué jack había traído consigo, era un palo corto qué no parecía servir para nada.
Apartó la mirada de jack, levantándose lentamente de la cama, caminando con cuidado de lo patear ninguna de las cosas blancas, tomando la vara.
Se sentó se nuevo, observando las múltiples cosas que esto tenía, rápidamente algo captó su atención, y arrastró el dedo en una pequeña palanca haciendo qué luz saliera de esa.
Claro. Si no hubiera estado apuntando a jack el cual se sorprendió al ver un destello, se levantado casi riéndose al notar que chase había descubierto la linterna.
Dios este hombre era adorable.
Se cubrió la boca ocultando su sonrisa.
—Parece que descubriste la linterna Chase, no te preocupes, esta luz no es como las velas o los focos que pueden quemarte. — sujetó la linterna apuntando a su brazo. —¿vez? No hace nada, es solo para ver en la oscuridad. —Jack se golpeó la barbilla con los dedos pensativo, si la luz no llegaría pronto debía gastar su energia para ir a dormir y perder el mayor tiempo posible, tal vez...
El iba a odiarlo más tarde.
Pero debía aprovechar su momento de tratarlo como un niño.
No ocurría todos los días menos de una platica sería y un trato.
—Mira esto. —
Jack acomodo la linterna entre sus piernas, apuntando a su pared, levanto las manos y formó una ave con sus manos, era estúpido pero se estaba aburriendo.
Chase se vio terriblemente confundido y jack no pudo evitar reírse de el, sería una noche bastate divertida donde mostraría sus dotes con las manos.
Wait.
No de esa forma, pero si, era su momento de ser un tarado.
Sin duda aprovecharía la poca sanidad qué les quedaba.
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Pongo relleno para que no me linchen
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Don't you dare to say it. (CHACK)
FantasyChase es atacado por un viejo enemigo resultando muy lastimado mientras peleaba siendo arrastrado hasta la costa donde es encontrado por un extraño humano. Sin esperar más tiempo una vieja conocida intenta ayudarle, murmurando un hechizo que le con...