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Los caminos de la vida no eran como Jack esperaba. (?)

Alguno de esos tarados había dejado algo en su cama, algo que lo obligó a tener que limpiar absolutamente toda la habitación. Maldijo hasta el último segundo y pensaba dormir en el sofa, por que su nariz no apreciaria uno de los cuartos extra.

En un lado tuvo a Chase que se vio terriblemente asqueado al igual que el, pero huyó al momento de hablar de limpieza. Claro. Era el invitado después de todo.

Todo el dia fue una montaña rusa de emociones y ya había acabado con la limpieza, agradeciendo al de arriba de lo bien que le había quedado. Aunque, no era buena idea dormir en ese lugar, las sabanas aun estaban en la lavadora, secandose por que no. No intentaría levantar una de ellas, ni loco.

Asi que si, la noche de películas se "arruinó". Entre comillas por que Chase se fue como un niño pequeño a hacer de las suyas.

Supondré que le agrado la película...— Sonrió saliendo de la habitación hacia la de su acompañante. Tanto tiempo sin tener a alguien con quien vivir causaba un pequeño sentimiento de felicidad al saber que a Chase le encantaba su habitación y todos los regalos que le había dado con el paso de los días. Dios. Le regalado lo mejor que encontró. Incluso si iba solo a comprar golosinas siempre había algo que le llamaba la atención, no es como si Chase le hubiese dicho algo o reprendido.

Toco la puerta. Esperando respuesta.

Escuchó los pasos y el cerrojo. Encontrándose con la mirada de chase.

¿Te divertiste?— Preguntó curioso. —¿Oh, que pelicula escogiste?- No hubo una respuesta, pero la puerta se abrió al completo. —No es de tu interés. ¿Que quieres?— Ah. Tal vez no se divirtio tanto.

Bueno, me aburri de limpiar. Y se que seguramente viste una película infantil, me suena.— Chase entrecerró los ojos, casi en una mueca de disgusto. —¿Tan mala fue?.- Finalmente lo dejó pasar a la habitación, ambos sentandose en la orilla de la cama.

Esperaba expectante a Chase, era extrañamente perturbador ver a alguien como él refunfuñando.

—¿Te parece familiar?- Preguntó de nuevo, esperando al menos una respuesta amable de su parte.

Chase no parecía tan feliz desde que volvieron de la playa, un poco distante. Tal vez por la forma en lo que lo trató. Pero no estaba del todo seguro, después de todo estuvo a punto de ahogarse y fallecer tantas veces en esos 20 minutos. Jack miró a la televisión, teniendo un pequeño deja vu al ver que esta apenas estaba empezando, ¿tal vez otra vez?

Huh. Dijo sintiéndose extrañamente confundido. Pero por otro lado podía mirar a Chase, que estaba atento a cómo la protagonista, le cantaba al príncipe al tenerlo inconsciente en la arena. Un escalofrio recorrio su cuerpo, sabiendo la razón de que Chase estuviese tan enfocado.

Posiblemente recordaba la primera vez que se vieron, en sus primeros segundos siendo humano. Su pobre mente debía de estar procesando todo.

Jack soltó una carcajada avergonzandose por la mirada fulminante de Chase. El era tan lindo... —¿Sabes? En la versión original la Sirenita no consigue enamorar al príncipe y se vuelve espuma de mar. Es bastante triste.— Comentó limpiándose una lágrima, su pequeña confesión parecía sorprender al ex-Tritón o no, ya que lo miro fijamente, casi buscando algo.

Cosa que Jack no noto por que es un idiota.

—Tal vez no lo creas, pero ella debia matarlo o algo asi, pero ella lo amaba tanto que prefirió sacrificarse para que él fuese feliz con la otra chica.— Bueno, no todas las películas infantiles salían de algo tan bonito, pero era entretenido para contarle a alguien como Chase. Y en realidad, el pensaba igual que esa protagonista. Su deseo de proteger y ayuda a Chase era lo primero que estaba en su lista, su salud o felicidad eran nulas mientras Chase tuviese todo lo que quisiese.

Don't you dare to say it. (CHACK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora