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Algunas veces la vida fue... Cuanto menos injusta. Pero una promesa era una promesa. 


Y cuando las primeras gotas de sangre golpearon contra la arena junto a sus rodilla en un intento de parar el dolor, el rostro de la bruja se contrajo en furia y decepción a si misma.

"No puedes romper un trato." Esas palabras, tan reales. No hubo nada más que decir, ella gruño furiosa desapareciendo rápidamente para no tener que observar su fallo.

El muchacho río orgulloso, los chapoteos del agua se detuvieron y un brillo se escapo de sus ojos, sintiendo el alivio de Chase en su propia carne. Lagrimeando al instante, al saber lo que significa. 

Solo esperaba que Chase le agradeciese algún día. Si... Realmente fue una aventura muy divertida.

Pero.

Los cuentos de hadas no existen y mucho menos los finales de películas, el príncipe jamás volverá. Se levantó con dificultad, manteniendo su mirada al frente. ¿Sigue ahi? ¿Se despedira?

No ocurrió, solo el silencio tan habitual. Ariel lo hizo ver tan sencillo. heh.

El sonido de las olas tan tranquilo y acogedor, como si hace cinco minutos nadie hubiera intentando asesinarlos. Al menos era un final feliz para uno de ellos, ambos estaban con vida y Chase podía regresar a su ciudadela para proteger a su gente o lo que sea que hubiera ahí.

Jack sujeto su cuello, ahogándose con su propia sangre.

Tal vez debió haber previsto qué ella iría directo por el cuello, bueno, su cabeza seguía unida a el, lo cual fue reconfortante.

El muchacho pensó por un momento si seria buena idea ignorar el dolor y entrar al agua al menos para despedirse de el, o ahogarse en el intento.

Se tambaleo haciendo su camino lentamente. Ignorando el gran charco qué sé formaba en su camisa y arena.

Era un poco de sangre, podría soportarlo.

Sus pasos fueron lentos y desorientados, la arena en sus pies combinando la sangre y las partículas de magia qué aun intentaban desaparecer.

Sonrió para sus adentros, siseando instantáneamente al hacer contacto con el agua salada, estaba tan helada, tan pesada, lo que sea que estuviera pasando ahí abajo, hacia que las olas fueran mas grandes de lo que usualmente eran. Lo cual lo ahogaban un poco.

Su pequeña natación era muy peligrosa pero era lo último de sus problemas. Solo... Si tan solo pudiera llegar un poco más profundo.

Solo un poco mas... solo... déjame... despedirme...— Murmuró sintiendo que todas sus fuerzas desaparecían de su cuerpo, mirando borroso y lento.

El mundo entero se volvió negro y el aire escapo de sus pulmones una ultima vez. 


Su cuerpo fue liviano y el frio nuevamente llego.


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Incluso si los años pasaban, mirando al mar y la forma en la cual esta desaparecía entre el horizonte, jamás hubo respuesta. ¿No era increíble? La forma en la cual, convivir con una persona por solo unas semanas, puede cambiar tu vida.

Jack era feliz.

Su vida seguía siendo aburrida en esa pequeña casa frente al mar, llena de recuerdos y momentos estúpidos con un tritón.
Todo el mundo se fue, pero el se quedo.

Tal vez porque, por dentro seguía esperanzado, de una respuesta, una llamada, un golpe en la puerta. Pero rezarle a Dios y a todos los que hubiesen en el mar nunca pareció parar su miseria de querer saber más, si el estaba bien. Si logro llegar o si incluso seguia con vida... Aunque conociéndolo Si... ese hombre sobreviviría a una bomba nuclear si se lo propusiese.

Una sonrisa escapo de su rostro, sentado nuevamente en la arena como todos los días, abrazando sus piernas sin hacer nada, el mar era tranquilo.

Siempre fue tranquilo.

¿Por cuanto más tiempo fingiría que era agradable?

Jack pensaba que el mar era sorprendente. Estudio tanto como pudo, desde los libros mas fantasiosos hasta los mas extraños que kimiko pudo encontrar para el, visito tantos lugares que le dieran respuestas o tal vez... la ubicación...

Nada.

Ni una simple pista.

El no existía más que como una criatura mística de la cual incluso los libros dudaban de el.

Recordó el día que encontró el libro, con un dibujo mal hecho de Chase. Quiso llorar, pero solo pudo tocar las paginas intentando olvidar todas las veces que se mintió a si mismo, negando que eran destinados. ¿Por que tuvo que decir todo eso para engañarse? Cuando ahora todo eso dolía tanto.

Pero era ser egoísta o hacer las cosas sin recompensa.

Dios, por que tuvo que escoger la segunda.

Tocó su cuello, sus dedos rozaron la gran cicatriz que descansaba ahí, frunciendo el ceñó. ¿Chase estaría furioso de verlo? Era una marca demasiado fea... Seguramente no le agradaría su apariencia.

Incluso si su voz jamás fue la misma después de ese día, no es como si fuera el fin del mundo. Jack Spicer seria un imbécil y terminaría haciendo una conferencia hasta perder la voz. Le preocupaba mas su físico y lo que el diría.

Tal vez fue para ocultar lo dolido que estaba, no era como si alguien iba a saberlo.


Su necesidad para encontrar a Chase se volvió un problema al final de los días, todos esos viajes, estudios y búsqueda. Ni siquiera una pista de todo lo que había escuchado.

Y a este punto tuvo que detenerse, simplemente por que su cuerpo no podía con tanto.

¿Alguien entendería lo horrible que era irse a dormir sabiendo que otro día mas paso?

Pero Chase no tuvo la culpa ni nada que lo forzara a quedarse, no es como si alguna vez hubiera respondido a la pregunta confiadamente o bueno, ¿Alguna vez la respondió incluso? Su memoria de los hechos no fue tan buena.

Sacó su teléfono de su bolsillo, pasando las imágenes que tenia guardados, una sonrisa de enamorado se le escapo, recordando las veces que "disimuladamente" tomo una foto de su inquilino, simplemente por gusto.

Arqueo una ceja al ver un mensaje.

Kimiko: ¿No se supone que deberíamos estar en, no se.... ¿una clase muy importante??

Jack se golpeó la frente, recordando que en efecto, tenia cosas que hacer.

Jack: Lo olvide.

Kimiko: ¿Otra vez? Bueno, apresúrate, no creo poder inventar una excusa para ti esta vez.

Jack: Ya voy.

Observo el teléfono unos segundos al no recibir respuesta. Esto valía la pena, no era una obsesión.  No podía serlo. No cuando algo en lo profundo de el le gritaba que debía encontrarlo.

Extrañar a un imbécil como Chase fue una tortura.

Idiota... La curiosidad me esta matando.


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Estoy sufriendo, posiblemente penúltimo cap.

Don't you dare to say it. (CHACK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora