Capítulo 8
Claudia, la sirvienta y ama de llaves principal, se acercó a nosotros cuidadosamente, siempre manteniendo una postura derecha, parecía que tenía unos buenos años de trabajo encima, años de experiencia en lo que hacía.
- ¿Hay algo más en lo que los pueda ayuda? *preguntó amablemente*
- No, por ahora no, Claudia, muchas gracias *respondió mi tío Héctor*
Ariel había entreabierto un poco su boca, quería decir algo pero decidió callar ante la orden que Héctor le había dado a Claudia.
- Héctor, el desayuno estuvo delicioso... *dijo el pequeño con una sonrisa de boca cerrada*
- Yo opino lo mismo
- Bueno, Isabelle, no te pierdas, la visita viene en camino.
- ¡Claro, señor! * respondo imitando un militar*
Al terminar de decir esto me lanzo sobre el sillón, si lo pensaba detenidamente, todo había cambiado mucho en tan sólo unos días, pase mis primeras semanas en el hospital y luego llegué aquí, a esta mansión, tengo pocos recuerdos de este lugar, pero de a poco pasan por mi mente algunos de ellos muy antiguos...
El tío me había dicho sobre la supuesta visita del día de hoy y por alguna razón estaba emocionada, desde que desperté no tuve la posibilidad de hablar con mucha gente de mi edad, a no ser Jasper, aquel chico raro y bipolar, sólo habíamos intercambiado algunos diálogos desde mi llegada, pero después de nuestra conversación a las 5:30 de la madrugada parecía evitarme, o quizás sólo eran mis imaginaciones.
Me detuve para revisar que ropa vestía: unos jeans negros y una franela turquesa, en los pies llevaba unos tenis negros y blancos, mi cabello estaba atado en un moño algo despeinado, no estaba impresentable, eso me tranquilizaba porque soy de las personas que odian gastar tiempo eligiendo y cambiándose de ropa, soy demasiado indecisa, esto es algo que descubrí en parte por mi indecisión a la hora de elegir el color de ganchillo para colocarle a los papeles del hospital, hasta en algo tan simple como eso...
Puse mis manos por delante de mi cuerpo, luego las extendí en un salto para levantarme del sillón, me crujieron las rodillas al hacer eso, el tío se fue hacia la sala de estar y Ariel aún acababa su capuchino, decidí dirigirme a mi cuarto, habían algunas cosas de él que aún no había acomodado, como mi ropa en aquel enorme ropero, me sorprendía enormemente el tamaño de esas puertas, no lo había abierto para ver su interior, así que aproveche para hacerlo al instante, abrí con fuerza ambas puertas hacia los costados, lo que parecía ser un ropero normal, en realidad no lo era, ni siquiera se acercaba, a continuación de las puertas un gran espacio de estantes se encontraban por detrás, como una pequeña habitación pero en ropero, algunos sectores estaban vacíos pero al lado opuesto, decenas de zapatos de todo tipo de marcas destacaban entre sus colores, no sé dónde habrá ido a parar mi antigua ropa, pero estaríamos años comprando ropa para llenar todo ese inmenso ropero, la poca ropa que había traído del hospital, no me alcanzaba ni para llenar la mitad de uno de los estantes más pequeños, me parecía una exageración algo así para mí sola.
Por la emoción comencé a probarme algunos zapatos, primero un par y luego fueron otro par, y así acabé probándome unos veinte, en esa actividad, el tiempo había pasado velozmente, entonces escuché el rechinar de la puerta de mi dormitorio, tenía las puertas del ropero cerradas detrás de mí, me dí a vuelta con una sandalia colgando de mi boca y abrí una de las puertas, alguien estaba dentro del cuarto, deducía que era Jasper, así que me quité la sandalia de la boca y la tomé en posición de ataque, si ese pervertido se había metido en mi cuarto me la iba a pagar, abrí la puerta por completo seguido de la otra de su lado, me sorprendió el hecho de ver una chica ahí, tenía el cabello rubio y los ojos de un color muy lindo, como un gris claro, ella me miró con los ojos llenos de emoción, yo dejé la sandalia sobre un estante al ver que la amenaza no era Jasper y le devolví una mirada confusa:
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♧MI DOBLE PERSONALIDAD♧
De Todo¿Que tal si algún día despiertas y no sabes quién eres?, ¿Y si no recuerdas nada?, difícil ¿verdad?, Isabelle es una chica con mucho que contar, y con pocos que quieran escucharla... En su lugar, ¿te arriesgarías a crear una nueva vida o te sentiría...