Capítulo 7
Generalmente no soy de las personas que recuerdan sus sueños, pero esta vez, había soñado algo tan extraño que no pude olvidarlo, yo, era un personaje diminuto y estaba dentro de un agujero de ratones, podía escuchar sonidos de latas golpeando el suelo fuera del agujero, entonces al asomarme a ver, un ratón gigante estaba lanzando con su cola las latas desde el cima de una mesa, al ver eso, me di cuenta al segundo de que estaba soñando, simplemente razoné lógicamente que algo así nunca podía suceder en la realidad.
Me picaba un poco el brazo, así que lo rasqué, poco después me desperté, mi familia me había regalado un celular, lo que recordaba no era suficiente para saber cómo utilizarlo, así que ayer Ariel me dió unas clases particulares, era pequeño pero extrañamente hábil con los aparatos tecnológicos, presioné el botón de encendido y miré la hora, ¨5:30¨, ¿desde cuándo me despertaba a esa hora?.
Me levanté con cuidado de la cama, para no despertar a Ariel y escuché unos ruidos, muy parecidos a los de mi sueño, eran sonidos metálicos, pero seguro que no eran latas lanzadas por un Súper Ratón, me reí un poco hacia mis adentros y me acerqué al otro extremo de la habitación, del lado del escritorio para escuchar más, el sonido se intensificaba, había colocado mi oreja contra la pared, parecía que los ruidos provenían de la habitación contigua a la mía, desde esa posición me pareció ver un rostro conocido, unas imágenes estaban colgadas del escritorio, como unas fotos sacadas en una cabina, no podía verlas bien por la oscuridad, así que volví al lado de mi cama para encender la lámpara, los ruidos habían cesado, pero esta vez pisadas detrás de la puerta me sobresaltaron, ¿quién es?, todos en la mansión saben que aquí dormimos Ariel y yo.
Las pisadas parecían venir de un lado al otro, me coloqué hacia un lado de la puerta, no me atrevía a abrirla.
- ¿Quieres que te ayude a llevar algún bolso? *esa era la voz del señor Correa*
- No, no es necesario...
- Bueno, si así está bien, puedes terminar e irte a dormir
- Sí, padre...
Esa voz... espera, ¿padre?, ¿este no sería el hermano de Ariel? , el pequeño me había dicho que volvía hoy, pero nunca esperé que a estas horas, ya no se escuchaba la voz del señor Correa, solo las pisadas.
Ya no podía con mi curiosidad, era algo que me mataba por dentro, abrí un poco la puerta y sólo podía ver por uno de mis ojos en esa abertura, el corredor estaba oscuro, pero había alguien, de eso no había duda.
Una figura conocida, sacó algo de su bolso, parecía un celular y lo encendió, la luz de a pantalla rebeló su rostro...
Un escalofrío recorrió mi cuerpo y me invadieron los nervios en tan sólo segundos, ¿Jasper?, ¿que rayos hacía Jasper ahí?, lo había visto unas pocas veces en el hospital pero reconocía bien su rostro, estaba impactada, aún así intenté atar cabos en mi mente, lo que me había dicho Ariel, el pase de alta que tenía Jasper, el hermano mayor... y por fin pude entender algo de lo que sucedía, mientras que pensaba no me había dado cuenta de mi posición como observadora/acosadora, que es lo que parecía, al reincorporarme de mi tonteo mental, Jasper estaba a mi lado, sólo a unos centímetros de mí.
- ¿Qué estás haciendo?
Me quedé helada ante esa pregunta, el calor comenzó a recorrer por mis mejillas.
- N-nada, ¿que podría estar haciendo? *pregunté naturalmente recostándome en el marco de la puerta.
- Pues, no lo sé parecía que estabas colgada mirándome
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♧MI DOBLE PERSONALIDAD♧
Acak¿Que tal si algún día despiertas y no sabes quién eres?, ¿Y si no recuerdas nada?, difícil ¿verdad?, Isabelle es una chica con mucho que contar, y con pocos que quieran escucharla... En su lugar, ¿te arriesgarías a crear una nueva vida o te sentiría...