Capítulo 5 Mis padres.

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Pasó un día desde que entramos al campamento y dormimos todos en una tienda de campaña vieja con pequeños agujeros. A nosotros no nos quisieron dar comida ni agua por las provisiones que teníamos. Papá y mamá querían hablar a solas y nos ordenaron a Max y a mí marcharnos de ahí y salimos de la tienda de campaña.

Salimos de la tienda e intentamos cotillear la conversación de papá y mamá. No logramos escuchar mucho pero si lo suficiente para enterarnos de todo y eso hizo que Max y yo entráramos alterados a la tienda para pedir una explicación de todo y papá nos abofeteó por meter las narices.

Papá estaba muy enamorado de mamá a un nivel exagerado y en el pasado hizo cosas por las cuales yo le odio. Aunque el era el peor padre de todos para mí y nos causaba muchos problemas a pesar de su actitud, mamá le tolera por mí y por Max. Mamá en cambio era la mejor madre de todas, no solo por tolerar a papá por mí y por Max si no porque ella es la persona más buena de todas.

Después de que Max saliera de la tienda llorando, papá salió a hablar con él para pedirle perdón pero Max al saberlo todo sobre papá por no nombrar lo que hizo en su pasado, le ignoró y actuó como si el ni estuviera. En ese entonces, mamá me lo explicó todo y después yo se lo expliqué a Max aún siendo bastante pequeño para ello.

En el accidente con el coche, cuando me desmayé, el militar que sobrevivió, se llevó a mamá con el mientras ella estaba inconsciente. Poco después, mamá despertó en brazos del chico y el le hizo creer que todos habíamos muerto y que nos había enterrado en el bosque. Mamá no reaccionó. En aquel momento mamá rompió a llorar mientras que el soldado la llevaba en sus brazos. Poco después, el militar le tapó la nariz y la boca con la mano para que se desmayara dejandola sin respiración y ella no pudo hacer nada.

Mamá se despertó dentro de la tienda de campaña y al encontrarse sola y confusa, salió a echar un vistazo a su al rededor. Poco después, el militar le explicó que llegaron al campamento y le pidió a mamá que descansara en la tienda. Más tarde cuando nadie en el campamento prestaba atención, el soldado entró a la tienda y bruscamente agarró a mamá y antes de que ella pudiera gritar, la golpeó y le tapó la boca con la mano. Siguiendo con su acto, la desnudó y la agredió sexualmente o más bien, la violó una y otra vez hasta que nosotros llegamos. Después mamá salió de la tienda llorando ocultándolo todo y al vernos vino hacia nosotros con los ojos llorosos a abrazarnos. Y después ocurrió lo demás.

Después de aquello, también está lo que hizo papá tiempo atrás. Cuando yo todavía era un crío, papá se aprovechaba de mamá y la maltrataba aparte de avisarla y actuaba con ella como si fuese un juguete o más bien alguien mucho más inferior como si por ello pudiera actuar de tal manera. A papá se le subió a la cabeza su amor por ella y por tanto actuaba de tal manera que acabó siendo tratado por un psicólogo gracias a que yo hice frente a todo lo que el hacía.

Papá años atrás, cuando se enfadaba y se emocionaba o más bien cuando se obsesionaba de mamá, abusaba de ella. Hacía todo tipo de maltrato con mamá. Tenía sexo con ella a la fuerza y le daba golpes sin razón alguna y se pasaba cada día más con ella. Pero mamá y el estaban enamorados desde el instituto y son inseparables. Papá después de trabajar, iba muy cansado al psicólogo y luego salía unas horas con sus colegas de fiesta y casi siempre venía borracho. Varias veces cuando venía borracho o se tiraba a la cama y se dormía o se arrodillaba ante mamá para disculparse de todo lo que hacía y casi siempre venía con un regalo para ella como colgantes, anillos, bombones, flores... Pero normalmente cuando no hacía nada de eso al llegar borracho a casa, volvía a abusar de ella inconscientemente. Poco después le pagó más al psicólogo para poder ser más atendido de lo habitual. En aquel entonces todavía tenía cuatro años.

Un año después, cuando papá dejó de tomar pastillas por el tratamiento que le dió el psicólogo antes de decirle que no hacía falta que volviera más tuvieron a Max y aunque después de aquello fuimos una familia normal, durante un tiempo crecí con traumas por todo aquello y se lo conté a Max bastantes años después ya que merecía saberlo. Pero por muy tranquila y normal que continuase siendo nuestra familia, papá seguía estando obsesionado con mamá y aunque dejó de tomar las pastillas porque supuestamente ya no necesitaba el tratamiento, muchas veces Max y yo le pillamos escondido tomándose las pastillas.

Extinción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora