Al cabo de un rato, los zombies comenzaron a tirarse al suelo bajo el árbol. No entendíamos nada, solo sabíamos que pretendían comernos. Empezaron a tirarse uno encima de otro hasta que poco a poco, iban acercándose a nosotros formando un torre.
De repente, Jonny abrió los ojos con bastante pasión en su mirada. Cogió su diario y lo abrió rápidamente buscando una página entre todo el montón de ellas. Cuando encontró la página, señaló a una frase y se concentró en lo que tenía en mente. Abrió la mochila, cogió una bengala, y la encendió. Tiró la bengala hacia los zombies y deshaciendo la torre, comenzaron a rugir y a correr por todos lados alternadamente. Me sentí sorprendido por todo cuando realmente creí que ese era nuestro fin.
La luz y el calor de la bengala, provocó todo lo ocurrido pero como los caminantes al cabo de un rato se sienten atraídos por el fuego, por el ruido o por cosas como esa, nos marchamos lo más rápido posible ya que los zombies volverían sientiendose aún más atraídos.
Antes de salir huyendo y de bajar del árbol, arrancamos casi todas las ramas posibles e hicimos una hoguera enorme para que los zombies se distrayeran con el fuego y después se sintieran atraído por el hasta que acabaran quemándose poco a poco hasta ser desintegrados.
Después de salir corriendo, nos subimos a otro árbol. Esta vez, subimos más que la última vez. Nos camuflámos y ocultamos todo lo posible y aunque los zombies podían olernos desde lejos, nos tapamos con una sucia manta que tenía en la mochila la cual la solía usar en las frías noches para dormir y para ocultarme de los peligrosos caminantes y así, aunque rondaban por mí alrededor incluso muchas veces andaban encima de mí pisándome cuando no me escondía en los árboles, nunca llegaban a verme ya que me escondía aunque apenas dormía. El resto de la noche, hice guardia mientras que Jonny dormía.
Cuando el sol salió, la luz del deslumbrante sol nos despertó. Intenté disimular que me quedé dormido y non bajamos del árbol para alejarnos el uno del otro y poder hacer nuestras necesidades sin tener que pasar por un momento incómodo. Volvimos a la carretera y comenzamos a seguir el camino. Al cabo de unas horas, a lo lejos, conseguimos ver como un montón de humo salía del bosque. Cuando llegamos, evidentemente no había nadie. El fuego estaba apagado pero las brasas seguían ardiendo entre las cenizas y el carbón.
Después de seguir caminando dos horas, escuchamos disparos. Seguimos andando y encontramos un cártel tirado que indicaba que faltaban 100km para llegar a la ciudad más cercana. El nombre de la ciudad estaba tachado con pintura roja y en el suelo, con la misma pintura, habían escrito "IS NOT SAFE" pero lo ignoramos y seguimos hasta descansar al cabo de una hora más.
El bosque que rodeaba la carretera terminó y la carretera volvía a encontrarse en medio de la nada. Al fondo del horizonte, se encontraba la ciudad a la que nos dirigíamos. Faltaba poco para que anocheciera asique corrimos todo lo posible hasta llegar a la ciudad. Ignoramos todos los caminantes que nos seguían por detrás y sin dudarlo, corrimos durante bastante tiempo hasta llegar a la ciudad. Cuando llegamos, eran las 21:30 y estaba a punto de anochecer.
Cargué las pistolas y sin pensar en los problemas que podría hacer lo que tenía pensado, apunté hacia arriba y disparé tres veces. Seguimos caminando adentrándonos en la ciudad sin importarnos que los zombies comenzarían a ser agresivos y a salir de las sombras y lugares oscuros de la ciudad. Diez minutos más tarde, cuando empezaron a escucharse los rugidos y gritos de los caminantes, vimos que en la carretera uno de los coches militares se acercaba pero en él solo se encontraban dos militares. Cuando apuntaron hacia nosotros con sus armas de fuego, soltamos las armas y nos pusimos las manos en la cabeza cuando ellos nos lo ordenaron. Uno de ellos se quedó detrás de nosotros y nos colocó de rodillas en el suelo agresivamente como si fueramos peligrosos.
Nos quitaron las armas y nos llevaron con el resto de supervivientes. Entramos a un hospital y faltaban bastantes supervivientes. Cuando al fin vi a mamá, a Max, a Ray y a su madre juntos en el suelo con las miradas perdidas, dejé caer la mochila al suelo y fui directos a darles un abrazo. Mamá y Max lloraban sin importar que el resto de supervivientes les observara. En ese entoces me di cuenta de que Jonny no se encontraba a mi lado. Jonathan se sentó en el suelo junto a otros supervivientes mientras que compartía su agua y comida ya que los tres soldados que quedaban, gastaron junto a los supervivientes la mayoría de provisiones.
Compartí el agua y la comida con los demás y me levanté fijando mi mirada en los militares. Apenas nadie podía dormir. Bastantes de los supervivientes, rogaban que les diesen comida mientras que otros supervivientes, sin dudarlo se levantaban y dejaban su vida atrás abalanzándose a los soldados. Uno de los dos militares cayó junto a los supervivientes que se abalanzaron sobre él mientras que los otros dos soldados les disparaban. Les dispararon en la cabeza antes de que se convirtieran en zombies y todos les miramos a los militares haciendo que se sintieran culpables de todo.
Mientras que todos intentábamos dormir en el último piso del hospital, uno de los dos militares hacia guardia. De repente, uno de los militares me despertó cuando el se llevaba mi mochila. Se quedó con todo lo que había en ella. Después hizo lo mismo con Jonny, pero el no se despertó. Me levanté y me alejé de todos para hacer mis necesidades. Cuando volví, Ray se encontraba despierto. Sin poder dormir, fuimos a recorrer el hospital mientras que con contábamos todo por lo que pasamos al venir hacia aquí. Lo que más me resultó extraño, fue que ellos no hicieron la hoguera en el bosque cuando Jonny y yo vimos a lo lejos todo el humo que salía de ahí.
Lo más importante, era que la mayoría de supervivientes y militares murieron en el camino tanto por caminantes como por otras desgracias. La mayoría acabaron volviéndose locos o abalanzándose a los militares. Tan solo quedábamos catorce personas y entre ellas dos niñas pequeñas en mal estado. Como era de esperar, llegaron días antes que Jonathan y yo a la ciudad. Dos militares murieron en el hospital mientras que los soldados se aseguraban de hacer el hospital un lugar seguro.
Después de volver junto a los demás, el militar que hacia guardia, se encontraba dormido. Ray y yo aprovechamos para quitarles las provisiones y despertamos a los que se encontraban en peor estado y les dimos la comida sin hacer ruido. También recuperé la pistola y los cartuchos junto a las balas. El resto de la noche, permanecí despierto. Amaneció y poco a poco todos se fueron despertando. Los militares, al ver que se encontraban indefensos ya que les quité sus armas dejándolas en las mochilas y al ver que les apuntaba con mi pistola, se arrastraron hacia atrás asustados y les ordené levantarse mientras que yo temblaba creyendo que había perdido la cabeza. Empecé a sudar y mis manos no dejaban de temblar. A continuación, entre todos los supervivientes, les encerraron en una de las habitaciones del hospital y Jonny y yo recuperamos nuestras mochilas.
Los supervivientes fueron directos a las cosas de los militares y se quedaron con todo lo que tenían. Salimos del hospital y le di a mamá las pistolas y las balas. Se deshizo de todas las armas de las que habían en mi mochila dejándome a mí con un cuchillo afilado y grande que cogí de la casa de Jonny y ella se quedó con un revólver y le dió el otro a la madre de Ray. Jonny les enseñó a utilizarlas ya que yo seguía temblando por lo ocurrido. Después de tranquilizarme y dejar de estar tan alterado me di cuenta de que Max y mamá estaban muchísimo más delgados de lo habitual pero mamá dijo que habían comido mucho últimamente a pesar de que los militares no tenían apenas provisiones.
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Extinción.
Ciencia FicciónDespués de que nosotros los humanos hayamos destruido el planeta, el cambio climático junto a la contaminación en todo el planeta y otras catástrofes, los humanos comenzaron a cambiar tanto físicamente como psicológicamente, con sarpullidos por toda...