Capítulo 7 La primera zombie de la que me enamoré. (Segunda parte)

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Pasaron más días desde que conocí a Ruby y nada más despertarme, al igual que el resto de los días, salí entusiasmado por ver a Ruby. Cuándo salí, vi como muchísima gente lloraba. La mayoría de los que sufrían más por lo ocurrido, eran los militares. Eché un vistazo y Ruby, Ray y su madre, estaban llorando más que nadie. Decidí acercarme a ellos para acompañarles en su perdida aunque no tenía ni idea de lo sucedido. Nada más llegar Ruby dijo entre lágrimas que su padre había muerto. Yo no sabía que su padre seguía con vida y que estaba con ellos ya que no supe nada sobre el.

Más tarde, me enteré de que el soldado que abusó de mi madre y la violó, era el padre de Ruby y eso explicaba porque la tienda de ellos era enorme y estaba como nueva. Por una parte me sentía fatal por ellos pero por otra parte sentía alivio, tranquilidad y un poco de felicidad por lo que le hizo a mí madre. Después empecé a buscar a Max y a los demás pero no di con ellos. Busqué en la tienda enorme en la cual mamá robó las cartas para jugar y vi que estaban ahí. Max y mamá estaban dados de la mano abrazados mientras que papá confesaba todo lo que el sabía acerca de la muerte del padre de Ruby y Ray.

Me acerqué a ellos y escuché lo que papá dijo. Era la mayor mentira que escuché saliendo de él. Confesó que fue a agradecerle al fallecido todo lo que hizo por mamá. No sabía ni como los demás militares se lo creyeron. Después dijo que se fueron a dar una vuelta para que papá se ubicara sobre la zona mientras que bebían unas cervezas. Pero mamá, Max y yo sabíamos que eso no era cierto.

Cuando papá terminó de mentir, nos fuimos a la tienda e intenté descubrir la verdad. Antes de que pudiera decir nada, mamá empezó la discusión. Le preguntó a papá que fue lo que en realidad ocurrió ya que él le dijo a mamá que iba a dar una vuelta y a tomar el aire lo cual sonó sospechoso además de que al volver ocurrió todo lo demás. En ese entonces siguieron con la discusión pero yo no pude enterarme de nada ya que en ese entonces Ray nos sorprendió llamándome al entrar a nuestra tienda. No tenía ni idea de lo que pasaba pero si sabía que no era bueno.

Ray era un buen chico sobre todo un buen amigo. Cuando yo no estaba con su hermana, pasaba el tiempo con el aunque al principio me resultó incómodo ya que era el hermano de Ruby. Pero con todo el tiempo que pasamos juntos empezamos a tener más confianza entre nosotros. Salí de la tienda para hablar con él y sin que me dejara abrir la boca para preguntarle por lo menos que estaba pasando, me agarró del brazo y me llevó con el. Me llevó hacía el escondite en el que nos encontró cuando me entró el calentón en el peor momento. En ese entonces vi a Ruby en el peor estado posible y me quedé inmóvil aunque no eché ninguna lágrima como si de repente me hubiera vuelto insensible.

Ray echó a llorar y me dijo que me encargará de ello. Ray no se marchó pero si retrocedió el paso. Me quedé un rato observando la sangrienta muerte de Ruby y al fin conseguí reaccionar. Ruby se encontraba ahorcada en un árbol con las venas cortadas mientras que unos zombies se comían al cadáver el cual todavía no se había transformado en uno de ellos. Cogí el cuchillo que estaba en el suelo encharcado de la sangre de Ruby y sin que los zombies pudiesen hacerme nada, intenté deshacerme de ellos. Me encontraba aterrorizado y no conseguía matar a ninguno de ellos. Conseguí darle una patada a uno de ellos y tirarlo río abajo mientras que la corriente se lo llevaba cuando los demás zombies se acercaban hacia mí.

Mientras que los caminantes venían a por mí muy lentamente ya que era de día, tropecé y me torcí el tobillo de forma tan dolorosa que no conseguía ponerme de pie. Empecé a arrastrarme hacia tras y comencé a llamar a Ray pero él no se movía de detrás del árbol en el que se encontraba. Empezó a decir que ellos se ocuparían de mí ya que la muerte de Ruby y de su padre era tanto culpa mía como la de mi padre. En ese entonces intenté levantarme pero no lo conseguí. Pude al menos tirar a uno de los zombies y clavarle el cuchillo en la cabeza para matarlo pero sin poder quitar el cuchillo de su podrida y sangrienta cabeza el zombie que quedaba se abalanzó hacia mí.

El zombie que se me abalanzó intentó morderme pero con mi débil fuerza intentaba mantenerle encima mío evitando que me mordiera pero al poco tiempo me quedé sin fuerzas. Antes de que el caminante pudiera morderme, Ray le golpeó tirándole al suelo, agarró la piedra, y le destrozó el cráneo al zombie mientras que el se deshaogaba golpeándole una y otra vez con la piedra. Más tarde, comprendí la situación de Ray y por todo lo que estaba pasando, intenté ponerme en su lugar cuando el se disculpó por su comportamiento. Me ayudó a levantarme y a andar y cuando nos fijamos en Ruby, ella estaba convertida en zombie. Cogí el cuchillo y me acerqué a ella. Cuando al fin una lágrima salió de mis llorosos ojos, Ray me agarró del brazo y me dijo que él lo haría. Agarró el cuchillo e hizo lo que tenía que hacer.

Después de hacer que la hermana de Ray descansara al fin en paz, Ray se quedó mirándome fijamente y empecé a sentirme incómodo. Ray se acercó a mí y compartió su desesperación con un inmenso y deprimente abrazo sentimental. Volvimos al campamento mientras que Ray llevaba en brazos a Ruby y después de explicarle todo a la madre de Ray, enterramos el cuerpo de la primera zombie de la que me enamoré.

Estaba totalmente enamorado de Ruby, incluso cuando estaba convertida en zombie. Me gustaba todo de ella, por desgracia. Me encantaba incluso como rugía al ser un caminante después de suicidarse, incluso veía belleza en ella cuando estaba moviéndose inconscientemente en la horca después de morir, veía belleza incluso cuando su hermosa sangre se corría rápidamente por su cabeza mientras que del cuchillo después de apuñalarle goteaba sangre. En ese entoces, juré que jamás le contaría a nadie que llegué a enamorarme de un cadáver y que me excitaba hasta la sangre que corría por su cuerpo.

Mientras que la enterramos, al darme media vuelta, vi como mamá y Max venían hacia nosotros dados de la mano entre lloros. No solo vinieron para dar el pésame, también se acercaron para explicar todo lo ocurrido ya que consiguieron hacer que papá confesara.

Extinción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora