En la oficina del director/orientador del instituto me siento en la silla de mala gana, mientras Rebeka no para de quejarse.
-Esto no es justo, no hice nada para merecer estar aquí-
-¡¿Ya quieres cerrar la boca Rebeka?!- digo harto de su actitud infantil y pedante -Si hay alguien aquí que no hizo nada para merecer estar aquí soy yo pero ¿Que crees? La vida no es justa- Sonrío sarcásticamente y retomo mi expresión de molestia.
El director entra en la oficina.
No entiendo. El director Héctor nunca está en su oficina, por alguna razón... ¿Será que siempre me envían a dirección a su hora de comer? Es una posibilidad.
-Bien chicos, esto será rápido por favor, tengo cosas que hacer- cierra la puerta y se situa en su asiento tras la mesa -¿Que sucede?-
-Alex y Mariana estaban contra mi en el salón, yo fui víctima de sus burlas Señor-
"Aquí vamos otra vez"
Gire los ojos con fastidio y la mire sin ganas -Eso paso en el mundo de Rebeka Liscano y...- paseo mi vista hacia la pelinegra -en el mundo real: Pues Mariana es la que debería dar explicaciones, pero si preguntan por qué Rebeka está implicada es porque ELLA estaba molestando a Mariana-
-¿Es eso cierto Mariana?
-¡No! ¿Cómo puede ser...- las palabras de Rebeca se ven interrumpidas por la mirada del director, la cual advirtió a la chica que mejor guardara silencio.
Sonreí por qué al fin se calló la rubia, pero ahora Mariana no habla. Tenía el rostro cubierto por su cabello negro y estaba absorta de la realidad. Me costó unos segundos comprender que aún seguía llorando en silencio y tratando de ahogarse con sus propias lágrimas.
-Mariana...- le tomé el hombro para hacer que reaccionara pero pareció no notarlo -Oye, no tienes que llorar, no paso nada grabe-
Me dió cierto pesar por ella, pero recordar que en realidad lloraba por el imbécil de Daniel Benavente me quitaba todo ánimo de ayudarle.
-Si, es cierto- pronunció con la voz rota.
-¡Ja! Pero también es cierto que besaste a Alexander en medio salón-rebatio la otra chica.
-¿Entonces ustedes se besaron en clase?- cuestionó en un tono más afirmativo que dudoso.
-¡No Profesor!- exclamó Mariana en forma de queja.
-¿No?-
-Osea, si, pero no estábamos en clase-
-¿Me pueden explicar porque no esperaron al menos a qué terminarán las clases de hoy o que salieran del instituto?-
La responsabilidad de responder esa pregunta me la otorgó a mi con la mirada.
-Ah... Es que...-
Mire a Mariana y sus ojos estaban llenos de súplicas. Pero luego ví a la derecha y Rebeka negaba con la cabeza, asegurándome que no debía seguir cubriendo a la chica que se encontraba a mi lado izquierdo.
-La verdad yo no fui quien la besó, ella se acercó a mí y me tomo por la cara para besarme- era muy extraño decir eso, pero seguro es más extraño imaginarselo -Mariana quería darle celos a otro compañero y luego Rebeka llegó a molestarla, yo me me moleste y por eso estamos aquí-
-No te hagas el santo Alex, tu también le gritaste a Mariana-
-Si Rebeka, estoy molesto con ella, ya lo dije-
-Ok muchachos está clase de situaciones no pueden desencadenarse en un salón de clases cuando está el profesor dando su materia ¿entienden?-
-Profe pero es que no estábamos en clase- le expliqué nuevamente.
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El Juego De Los Elementos
FantasyAlexander Vilent está a punto de cumplir 14 años y desde los 10 ha estado enamorado platónicamente de Mariana Delevine. El inicio de este año escolar no le hace mucha ilusión, pues Mariana lleva un tiempo saliendo con Daniel Benavente, un chico que...