Capitulo 11: "¿De verdad no estoy soñando?"

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Di un paso hacia la chica y sentí que el suelo de hielo se iba a romper, lo que me hizo dudar un poco si podría seguir avanzando. Me postre frente a ella y lo primero que ví me asustó: Más que ese vestido azul con detalles rosas que parecían brillar en la oscuridad, lo que destacó fue el humo negro que cubría su rostro y lo hacía irreconocible.

-Sther ¿Te encuentras bien?- comencé a preocuparme, toque su mano y estaba ardiendo. Emití un quejido más de sorpresa que de dolor -¡Sther, estás ardiendo en fiebre! Mejor recuestate en el piso-

Ella no se movió, ni emitió sonido alguno y el hecho de no poder ver su rostro por la nube negra que lo ocultaba me hacía sentir un inmenso temor. La mala vibra del ambiente era incesante. No entendía porqué si ella llevaba solo un simple vestido estaba tan caliente, está allí expuesta al clima y su cuerpo parece no sentirlo.

Intentando no perder la calma, vuelvo a intentar hablar con ella -Sther, no quiero que te caigas y te aporrees si te llegarás a desmayar por la fiebre, así que siéntate, por favor...-

Aun cuando le suplique, no hubo respuesta...

El clima se alteró violentamente de forma repentina, causando un viento frío y agresivo que me erizo la piel. Me abrace a mi mismo y noté que traía puesto un uniforme militar.

¿Que carajos? ¿Que hago con un uniforme militar?

Sther se balanceó de un lado a otro y supe que caería, pero antes que eso pasara, logré tomarla en mis brazos. La nube negra había desaparecido y pude ver su tierno rostro natural, lleno de pequeñas pecas...

Ya no la siento tan caliente, pero aún no despierta y es probable que no lo haga por un rato. Me le quede mirando un rato y luego vigilé nuestro entorno. Habían tres siluetas acercándose y dos de ellas las reconocía totalmente.

Agua y Marae.

Marae viene con su apariencia natural, no como Mariana, y Agua está como la primera vez que la vi, con ese vestido extraño hecho de agua (o gelatina transparente) que parece ser parte de su piel. Marae se ve normal a excepción de sus ojos y cabellos, y el chico que ahora las acompaña es como ella pero tiene un aspecto similar a... Daniel. Su rostros es igual a Daniel, pero su cabello y ojos son como los de Marae o Agua.

Fruncí el ceño confundido pero a la vez alerta, no sabía con que intención se acercaban estos tres personajes. Este último chico tenía una enorme garra por mano derecha ¡Una garra de hielo!

—¡Ah! Mira agua, parece que esta vez no olvidó a Sther— Marae reía mientras se acercaba.

Antes no me había dado cuenta de lo molesta que era su voz, pero ahora no hago más que escucharla alterando mis sentidos y haciendo subir mi cólera.

—¡Oh no! Pero Sther parece estar dormida, ¿Que le pasó Alex? ¿Se desmayo antes de siquiera vernos?— soltó otra risita.

—¿Qué quieren?— pregunté de forma sería y demandante.

No me sentía intimidado por sus burlas, ni por sus actitudes de superioridad.

—Solo queremos ganar, eso es lo que todos quieren ¿No? Ser más poderosos, tener más riquezas, gozar de una buena vida— Marae hablaba de forma pedante, como si ella supiera las respuestas a todas las preguntas —O tal vez eres como los perdedores que solo están allí para ser aplastados y rezagados, solo hablan de armonía y paz, sin saber nada sobre cómo gobernar y dirigir nuestros reinos— su cara dió un cambio a una mueca de asco —Si, tu te vez como esos gusanos que creen que el amor y la comprensión lo cambia todo—

No sé cuán loca está esta chica como para hablarme de cosas que no le puedo comprender ¿Que tiene que ver ganar el juego con la gobernar un reino? Tal vez pueda comenzar a suponer que este juego va más allá de lo que parece ser una cacería sin sentido.

El Juego De Los ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora