El Juego De Los Elementos

Capitulo 1: "La sombra siniestra"

Jueves, 15 de septiembre del 2016

Una vez más en el instituto, esperando que iniciaran las clases de este nuevo año escolar. Las cosas estaban totalmente tranquilas, normales, igual que siempre, hasta que llegó mi mejor amigo con un rumor de pasillo...

—¡Vaya Nico! Es apenas el primer día de clases y ya tienes entre manos un rumor de pasillo.

Coloco mi mochila en el asiento del pupitre y observo a mi moreno amigo sonreír y entre cerrar los ojos con picardía, adivino que está a punto de hablar de su novia.

—En realidad...—

—Alejandra me lo dijo—

Como ya sabia que iba a decir, lo dije al mismo tiempo que el. Lo imité en ese tono burlón que adopto cuando mi amigo actúa como el cursi enamorado que es.

No puedo evitar sentirme feliz de volver a clases con Nicolás, ya me hacía falta su compañía. Tampoco evité que se me escapara una sonrisa porque su noviazgo con Alejandra me parece envidiablemente impresionante. Ella no solo es una chica muy guapa, sino inteligente, astuta, con carisma y confianza. Pensar en que una chica así se enamoro de mi alocado, cursi, temeroso, juguetón y a veces tonto mejor amigo, Nicolás Gill...
Bueno, todos merecemos a alguien que nos comprenda y nos acompañe a pesar de guardar nuestras diferencias.

¡Si, claro! Todos lo merecemos. Pero en mi caso creo que Mariana ¡JAMÁS! se va a interesar en mi. Sobretodo porque esta embobada con el estúpido egoísta de Daniel.

—Hola Alex ¿cómo estás?— Marley se detiene en el pasillo para saludarnos a mi amigo y a mi. Se encuentra muy animada este año escolar y eso suele ser poco común en ella.

—Hola Marly, estoy bien ¿y tu?— respondo.

—Realmente feliz— sonríe a gusto y dirije su mirada al moreno, quíen se encuentra entretenido en el celular —Hola Nico—

Nico estaba completamente ausente y aunque Marley le repitiera su saludo, el no le prestó atención.

—¡Oye Nico! ¿Estas aquí o en la Luna?— decidí intervenir, porque de verdad parecía perdido.

—¡Ah! Lo siento Marley, ¿Como estas?— su voz se siente un poco pesada, pero se recupera para no ignorar por completo a la pobre Marley.

—Fina, ¿y tu por qué suenas decaído?—

Ambos le miramos con intriga, hace unos segundos el estaba contento ¿Pasó algo y no me he enterado...?

—Es solo que esperaba ver a Alejandra hoy, pero parece que no vendrá porque está un poco enferma.

Mi amigo hace una mueca decepcionado y yo le doy una palmada comprensiva.

Sigilosamente Marley me señala con la mirada a la chica que esta en la entrada del pasillo. Alejandra me hace señas desde el mensionado lugar y apunta hacia la puerta del salón mientras evita que la vea su novio. Al principio no entiendo lo que me intenta decir, pero luego Marley salva la jugada.

—Bueno, que tal si entramos al salón— sugiere —ya falta poco para las nueve y la profe nos puede tomar por sorpresa—

—Si, tienes razón, ya debemos entrar— aseguro yo, evitando mirar hacia atrás para no producir sospechas.

Nos ocupamos de acercanos a la puerta del salón y la chica morena se aproximó con cautela a su novio. El no la habia notado así que todo iba bien, hasta que intentó taparle los ojos.

—¡Ay! ¡Rayos! siempre olvido los lentes— se queja por haber arruinado la sorpresa.

—¡Alejandra! creí que estabas enferma—