Libres (Rookben)

II

¿Qué estaba pasando? Aquella mañana él y sus compañeros habían salido de cacería, como era costumbre para ellos. Como discípulo del maestro Kundo, era el mejor luchador de su aldea y el mejor tirador. Pero por alguna razón aquello no le satisfacía. Cuando miraba al cielo sentía que tal vez pudiera haber algo más allí para él. Pero detrás de esas estrellas no había nada más que vacío. El maestro se los había dicho, no existían otras razas como ellos.

- ¡Hey Blonko! – Uno de sus compañeros cazadores se giró hacia él despertándolo de su ensoñación – es uno grande – señaló el animal de grandes colmillos que ahora estaba frente a ellos. Esa bestia tenía suficiente carne para alimentar la aldea por unos cuantos días, pero no podrían derribarla solo con flechas- Necesitaban algo más, una trampa.

Los 7 cazadores se dispersaron como ya lo habían hecho en otras ocasiones. She-ra, Yondu y Blonko se situaron sobre los árboles, listos para saltar sobre la bestia cuando los otros 4 la llevaran hacia ellos. Se hacían señas manuales mientras que con su agudo sentido del oído estaban preparados para cualquier cosa.

Rook sostenía su cuchillo firmemente como lo había hecho ya en otras ocasiones.

Una rutina.

Lo mismo de siempre.

- ¡allí va! – Gritó Sherkan para que los 3 cazadores se prepararan. Ellos ya habían atraído a la bestia y la habían guiado, solo faltaba dar el golpe de gracia y los otros 3 se encargarían de eso.

Pero no ocurrió, la bestia pasó por debajo de ellos sin problemas.

- ¡se les escapo! – Sherkan estaba molesto por haber perdido la presa, pero al ver que sus compañeros no respondían los miró con más cuidado. Los tres tenían la mirada en el cielo con las pupilas contraídas.

Peligro.

Los 7 cazadores dirigieron su vista al cielo aterrados. Una enorme bola de fuego se dirigía hacia ellos. Comenzaron a correr. Con agilidad felina intentaban escapar de aquel mal desconocido.

Pronto la gran bola de fuego se estrelló contra la superficie del planeta. Un gran terremoto les impidió mantenerse de pie. Los animales huían del lugar mientras una onda expansiva empujaba a todos hacia atrás. Los 7 salieron volando a causa de la fuerza del viento.

Cuando el polvo volvió a caer una columna de humo se elevaba desde el punto de choque hasta perderse en el cielo. Todos se levantaron. No tenían heridas graves, solo algunos rasguños, moratones y una que otra parte de pelo faltante.

- hay que volver a la aldea – sugirió uno de los cazadores.

- no, hay que investigar que fue eso – señaló Blonko el lugar del que provenía el humo.

- puede ser peligroso - advirtió She-ra, el Ravonniano tenía el pelaje erizado, un claro signo de nerviosismo.

- con más razón debemos ir, si es peligroso para la aldea debemos impedir que ese mal llegue a ellos – sus compañeros se miraron entre si sabiendo que Rook tenía razón, como siempre.

Sin mayor discusión comenzaron a bajar por la ladera siguiendo el rastro de humo.

Todo el bosque estaba en silencio. No había ni un animal cerca, todos habían huido del lugar y pronto vieron la razón. Había un cráter del tamaño de la aldea en lo que alguna vez había sido la parte más boscosa y llena de árboles.

- los árboles, desaparecieron...- Yondu estaba sin habla por lo que estaba observando.

Tanta destrucción solo podía significar que algo malo había llegado junto a esa estrella caída.