CAPITULO 48

2.6K 156 3
                                    

Narra Alba:
-¿Qué tienes ahí?- pregunté con un tono algo borde

-¿Dónde?

-En el cuello- se echó los pelos a un lado y cuando se miró en el espejo abrió un montón los ojos

-Dios Alba, no pued- le corté

-¿¡Qué me vas a decir, que te liaste con alguien mientras yo estaba borracha!? ¿¡Qué tan solo soy un juguete para ti!?- empezé a gritar

-¿Qué? ¡no!- dijo pero no la dejé hablar

-Si no me quieres me lo dices y te dejo tranquila- una lágrima se resbaló por mi mejilla

-¡Joder Alba, que me lo hiciste tú!- dijo viniendo hacia mí y me secó las lágrimas con sus pulgares

-¿Qué?- musité

-La próxima vez intenta no beber tanto que no te acuerdas de nada- dijo mientras frotaba mis mejillas

-¿Qué es lo que tengo que recordar?- mi voz sonaba rota

-Jolin, es que me da vergüenza decirlo- se rascó la cabeza

-Natalia habla- exigí

-Bueno... que ayer... tú y yo...- no terminaba la frase

-¡Qué pasó joder!- me estaba poniendo muy nerviosa, yo no recordaba haberle hecho ese chupetón

-Nos liamos en el baño de la discoteca- dijo lo más rápido posible cerrando los ojos por miedo a mi respuesta

-¿Qué?, Tú y yo... ¿yo te hice eso?- estaba boquiabierta por toda la información

-Si- se le escapó una pequeña risa

-¿De qué te ríes?- pregunté porque no veía lo gracioso de la escena, ahora todos en el instituto iban a preguntarle si lo veían

-Porque jamás vi a una Alba tan lanzada- ya se reía más fuerte, a carcajadas y a mí me la contagió un poco

-Yo tampoco me creo que haya podido hacer eso, que vergüenza- me puse colorada y nerviosa a la vez por la situación

-Eres super mona cuando te pones nerviosa- se estaba riendo y yo le pegué en el brazo

-No me hace gracia, que tú te acuerdas pero yo no- refunfuñé

-Ahh, que te quieres acordar de eso- se reía aún más

-Pues sí- me crucé de brazos

-Te puedo hacer una demostración ahora mismo- se acercó a mí quedando nuestras caras muy cerca, tanto que podía notar su aliento en mis labios y eso me daba ganas de querer atacarlos

Se fue acercando poco a poco y cuando creí que por fin iba a besarla, llamaron otra vez a la puerta.

-Natalia, cómo no nos vayamos ya, llegamos tarde- gritó Santi

-Ya vamos- contestó Natalia y me dio un beso rápido que al tomarme de imprevisto me supo a poco

-¿Vamos? Pero si Elena ya está abajo- preguntó cuando justo Natalia abrió la puerta- Eh, hola- se quedó paralizado por mi presencia, cosa que yo no entendía

-Hola- respondí para no ser maleducada

-Soy Santi- dijo tímido

-Ya lo sabemos, vamos- dijo Natalia agarrándome de la mano y apartando a su hermano del medio

-Tenemos que coger mis cosas, están en casa de mi tío- dije al recordar que no tenía ni la maleta ni nada

-Dios es verdad, pues como vayamos andando no llegamos- de repente se le ocurrió una idea y una sonrisa apareció en su cara, y esa sonrisa no me daba muy buena espina

-¿Qué tramas?- pregunté con cierto temor

-Santi, Elena, irse al insti vosotros, tengo que ir con Alba antes a otro sitio- le dijo a su hermano mientras buscaba algo en sus bolsillos

-Vale- respondió Elena

Salimos a fuera de la casa y fuimos hacia un garaje, abrió la puerta de este y dentro de encontraba un coche y al lado una moto. Natalia fue hacia la moto y cogió dos cascos. ¿Pretendía que me subiese a esa cosa? Estaba loca, jamás me subiría a una moto.

-¿No querrás que me suba ahí verdad?- pregunté señalando a la moto

-¿Por qué no?- me tendió el casco

-No me gustan las motos

-No te va a pasar nada, te agarras a mí y verás que será divertido, además, me lo debes- se señaló en el cuello riéndose

-Está bien- rodé los ojos y me puse el casco

Nos montamos en la moto y yo estaba cagada de miedo. En cuanto le dio al acelerador, abracé inconscientemente a Natalia y de repente todo el miedo se me fue. Es increíble cómo podía depositar en ella todo ese miedo y sentirme tranquila de un momento a otro. En verdad el miedo no se me fue, sino que me sentía más tranquila, solo pensaba en que estaba abrazada a Natalia y eso hacia que me olvidase de la moto y es por eso que no sentía el miedo. Tenía otras cosas mejores en las que pensar.

A decir verdad, llegamos bastante rápido a casa de mi tío. En menos de cinco minutos, cogí la mochila y me despedí de mi tío. Volví a la moto y esta vez el camino se me hizo más tranquilo.

Llegamos a tiempo al instituto, faltaban algunos minutos para que empezarán las clases. Nos bajamos de la moto y empezé a caminar en dirección al instituto cuando Natalia me llamó.

-Alba

-Qué- me agarró del brazo y me tiró hacia ella, luego, unió nuestros labios en un beso suave y lento con mucho sentimiento.

-No sé si aguantaré toda la mañana sin besarte- soltó una tímida risa

Volví a besarla.

-Eres tontísima, Nat- le di un abrazo y fuimos andando hasta la clase

Only youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora