CAPITULO 5

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Narra Natalia:
Que malage se puso Alba anoche, le digo que salía guapa en las fotos y se enfada, ella si que es la que cambia de carácter. Total, hoy me levanto dispuesta a no intercambiar ni una sola palabra con Alba pero digamos que todo falló, porque nada más llegar al instituto, iba corriendo hacia mi taquilla porque no iba a llegar a tiempo a clase y, adivinen con quién me choqué, con ella. Se me cayeron los libros al suelo y no se porque mis manos empezaron a sudar, mis piernas temblaban y apenas me salía las palabras. ¿Qué me pasaba? Si ayer la vi y no sentía nada de esto, ¿Por qué ahora sí?

-¡Ten más cuidado!- me gritó Alba en medio del pasillo

-Eh l-lo siento- ¿porque tartamudeas Natalia?

-Espera, esto hay que grabarlo, ¿estás diciendo lo siento?- se echó a reír pero yo solo la miraba seria

-Déjate de tonterías A-Alba- ¿porque no podía decir su nombre?

-Como me dijiste tú anoche, paso de ti- pasó por al lado mío dándome con su hombro en mi brazo, se fue para la clase y yo me quedé callada observándola.

Gracias a Dios que cuando llegué el profesor no había llegado todavía, pero Alba si estaba y riéndose con sus amigas, lo peor de todo es que hablaban de mí porque no dejaban de mirarme.

Narra Alba:
-Teníais que haber visto a Natalia nerviosa- les conté lo sucedido a María y Aitana

-Me encantaría haberla visto, mira por ahí viene- nos giramos para verla mientras nos reíamos

-Por cierto ayer me pasó algo súper raro con ella, empezó a seguirme por Instagram y además me dijo que salía guapa en las fotos y yo obviamente le dije que no le creía, estoy segura de que está planeando algo

-Pues si, ten cuidado porque conociendo a Natalia puede estar tramando cualquier cosa

-Chicos sientensen, guarden todo y saquen un boli, hay examen- todo el mundo empezó a abuchear- ¡silencio!, yo os dije que teníais que estudiar el tema todos los días porque podría pasar algo de esto- dijo mientras repartía los exámenes, me lo dio a mi y cuando leí las preguntas me sorprendí de lo fácil que era, lo terminé muy rápido.

-Oye como os ha salido- les pregunté a María y Aitana

-Mejor que no corrija mi examen porque se va a horrorizar con mis respuestas- contestó María, yo me reí

-Igualmente- dijo Aitana

-A mi me ha salido perfecto- dije yo y de repente al girar la cabeza la veo sentada en su silla con los brazos en la mesa y su cabeza escondida en ellos.

-Natalia, ¿qué te pasa?

-¿Desde cuando te interesa lo que me pasa?- contestó borde

-No, es solo que te vi mal

-Mal está mi examen

-¿Estás así por el examen?

-¿¡Es qué no se nota que es por eso!?- me gritó

-¡No se Natalia, eres un puto misterio joder!- ahora le grité yo

-Me cuesta mucho esta asignatura- ignoró mi comentario y contestó tranquila como si esos gritos no hubieran existido, cambia tan rápido de emociones- pero dejémoslo, ¿como te ha salido a ti?- ¿pero que le pasa hoy, porque está tan amable?

-Pues bastante bien, entendía todo el tema y pues las preguntas se me hicieron fáciles

-Que suerte- rodó los ojos

-Natalia- se me vino una idea aunque no estaba tan convencida- seguro me vas a decir que no pero...¿quieres qué te ayude? Este tan solo era un examen sorpresa, eso quiere decir que debe de haber otro y pues estaría bien que aprobases ese- ella me miraba con los ojos abiertos

-Bueno, está bien, gracias,si quieres hoy puedes venir a mi casa- ¿pero qué había desayunado Natalia? Dios mío, que amable está

-Eh, vale

-¿Pensabas que te iba a decir que no?- comenzó a reírse

-Pues si- me puse colorada

-Que me caigas mal no significa que no quiera aprobar- Ahí tenía razón- así que a las seis en mi casa, luego te mando la ubicación por Instagram

Pasaron las horas y justo como habíamos quedado, a las seis estaba delante de la puerta de su casa pensándome si llamar al timbre o irme y decirle que me surgió algo importante, aunque ninguna de las dos opciones sucedieron porque un señor alto de pelo grisáceo abrió la puerta dispuesto a salir por esta. Yo al verle lo único que salió de mi boca fue un "eh hola" acompañado de una sonrisita nerviosa

-¿Quién eres?- preguntó él, era obvio que lo iba a preguntar

-Eh...busco a Natalia, me ha invitado

-¡Nataliaaa!- gritó el hombre hacia dentro de la casa

-¿Que quieres papá? Ah hola Alba

-Bueno me voy- el padre de Natalia salió por la puerta y la cerró, luego se empezó a escuchar unos gritos que venían de una señora

-¡Natalia cuantas veces te he dic..! Hola

-Mamá ella es Alba

-Hola encantada- se acercó para darme dos besos

-Igualmente- le contesté

-¿Quieres algo de beber?- me preguntó

-No pero gracias

-Vamos Alba a mi cuarto- Natalia me agarró de la mano y me guió hasta su habitación.

Yo debía de estar más roja que un tomate de la vergüenza que estaba pasando. Entramos a su habitación y allí me soltó la mano, menos mal porque me estaba poniendo nerviosa no, lo siguiente. Empecé a mirar cada rincón de la habitación, no pegaba para nada con la personalidad de Natalia, ella es como malota y el cuarto es como acogedor y tranquilo. Lo que más me sorprendió ver allí fue una guitarra, ¿por qué tenía una guitarra negra en la cama?

-Me encanta tu cuarto pero no pega para nada contigo

-No sabes nada de mi y gracias

-¿Y esa guitarra?- Natalia abrió los ojos y miró a la cama rápidamente, se puso muy nerviosa

-Bueno...no es mía- yo fruncí el ceño- es de..mi hermana, es que antes vino a mi cuarto a enseñarme una canción y pues mi madre la llamó y dejó la guitarra aquí

-¿Dónde está tu hermana? Me gustaría que me toque algo, me flipa la gente que le gusta la música- ella sonrió pero volvió a ponerse seria del tirón

-Se fue, además, has venido para ayudarme no para escuchar a mi hermana tocar

-Ya lo se, que malage- contesté rodando los ojos

Only youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora