Hola a todos, sé que las actualizaciones son cada cuatro días pero he andado ocupada con mi bebé que está enferma :(
Gracias por la pacienciaUn abrazo a todos 💕💕💕
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El cielo se caía a pedazos, Thomas cabalgaba a mis espaldas en su caballo negro los truenos resonaban por el lugar conforme nos acercábamos al lago, en donde, al llegar a las piedras desmonté soltando las riendas del caballo que echó a correr en dirección a la casona de regreso, Shelby bajó y su caballo hizo lo mismo se acercó a mí levantando el abrigo para cubrirnos a ambos.
– ¿Qué hacemos aquí?
– ¿Sabes nadar, Thomas? – Susurré quitándome las botas.
– Estás loca – Sonrió cuando estiré mis manos a desabotonar su chaleco para quitarme la ropa – Vadoma.
– Vamos, Thomas – Me adentré al lago conforme la tormenta aumentaba, pude ver a Thomas quitándose indeciso la ropa para comenzar a avanzar hasta mí.
El frío del agua me erizó la piel, tomé aire hundiéndome en el agua para nadar abriendo los ojos bajo el tormentoso líquido, las burbujas de agua subían a la superficie conforme lanzaba manotazos.
– Vas a empeorar – Sonrió Thomas entre molesto y divertido su piel erizada parecía brillar con el sol que salía de vez en cuando entre las nubes negras y espesas, la tormenta seguía y los truenos zumbaban en el aire, tomó mis muñecas para acercarme a él al tiempo en que dejaba mi mano en su nuca para aproximarlo a mi frente – Vadoma vas a enfermarnos a ambos.
– Cállate ya – Susurré tomando su mano libre para dejarla sobre mi pecho apretó su mano en mi cabello y contuvo la respiración por unos segundos – ¿Me escuchas?
– Claro que te escucho.
– No, Thomas – Negué cerrando los ojos y presionando su mano sobre mi corazón – ¿me escuchas? – guardó silencio un segundo y abrí los ojos para encontrarme con que él apretaba los suyos buscando lo que le pedía, deslicé mi mano desde su nuca a su pecho dejando que el agua se deslizara por los marcados pectorales – escucha Thomas, el viento soplando para agitar mi cabellera, la lluvia incesante, los truenos metiendose en tu estómago – dejé mi dedo índice en la boca de su estómago, a pesar del frío mis mejillas se sonrojaban – el lago y su canto, la tierra bajo tus pies.
Su respiración se agitaba, sus ojos se abrieron más azules que nunca mientras el cielo era atravesado por rayos que iluminaban todo, subió su mano desde mi pecho para acariciar con su dedo pulgar mis labios que supuse azules al igual que los suyos.
– ¿Qué me has hecho? – Cuestionó dejando ambas manos en mis mejillas para ver en mis ojos mientras se acercaba más, nuestros torsos se unieron, una sensación cálida recorrió mi estómago – ¿Qué estás haciéndome, Vadoma?
– Nada – Sonreí retrocediendo mientras él recuperaba la distancia.
– Vadoma – Me llamó bajando las manos a mi cuello, dejé mis manos sobre su pecho acercándome para al fin aventurarme a besarlo.
Respondió rápido dejando su mano en mi espalda para atraerme más a él, sentí escalofríos y una cálida electricidad viajando hasta mi sexo, encrespando y endureciendo aún más mis pezones.
Me acercó por la cintura haciendo de su beso aún más profundo, su lengua se metió en mi boca y sus dedos en mi cabello, pronto dejé de escuchar la lluvia y los truenos, pronto el lago dejó de mecerse con tanta fuerza, pronto éramos ambos enredados el uno en el otro, y abrazándome a su espalda besé su cuello y hombros.
– Tómame – Susurré en su oído sus manos bajaron a mis muslos para que enlazara mis piernas a sus caderas, sentí su sexo en las puertas del mío me aferré con fuerza a su espalda cuando comenzó a adentrarse en mí pausadamente alejándose de mí para verme a los ojos.
Sus mejillas sonrojadas me hicieron sonreír mientras sus manos subían y bajaban mis caderas haciendo que el lago golpeteara mi trasero, las sensaciones indescriptibles pronto me hicieron cerrar los ojos, tensando mi cuerpo y haciéndome gemir contra su oído.
Sus movimientos crecieron para luego temblar dentro de mí besándome apasionadamente. Me quedé abrazada a su torso escuchando la respiración agitada y el corazón acelerado.
– Te escucho – Susurró en mi oído sosteniendo mis muslos, bajé la mirada sonriendo para ver el lago pintado de mi sangre, ahora mi sexo dolía por el frío.
Todo quedaba mojado mientras entrábamos a la casona por la cocina, Thomas me guío tomado de mi mano hasta la lavandería en donde se desnudó rápidamente estirándome una toalla dejándola sobre mi cabeza, desabotonó mi vestido con una sonrisa en el rostro para dejar toda la piel de mi cuerpo expuesta.
– Espero que nadie vaya a entrar – Comentó descolgando uno de mis vestidos que había sido lavado y planchado, me lo coloque sin nada debajo para luego secar mis pies y colocarme las gruesas calcetas, observé a Thomas dar un par de saltos para colocarse los pantalones y una camiseta blanca y delgada sobre la cual subió los suspensores, volvió a acercarse a mí, restregando la toalla sobre mi cabello y apretándolo para que el agua saliera – Tu pelo es un verdadero problema.
– Que gracioso mi padre decía lo mismo de mi – Sonrió una vez más acercándose para besarme suavemente, se veía mucho más risueño y sus ojos destellaban con más fuerza – que bella sonrisa – Murmuré dejando mis manos en sus mejillas.
– ¿Eso crees? – Volvió a acercarse con la intención de besarme.
– ¡Maldita sea John! ¿Por qué tengo que saber todo en esta maldita casa? Hasta donde sé Thomas contrato un ama de llaves para que vea esas cosas.
– Vamos tía Polly, solamente necesito encontrar esos malditos juguetes – Polly y John entraron a la lavandería haciendo todo un escándalo, Thomas y yo nos observamos.
– ¡Jesucristo! – Exclamó Polly cubriéndose la boca con una sonrisa, al tiempo en que John lanzó una pequeña palmada al rostro de su hermano.
– ¿Por qué están tan mojados? – Preguntó John acercándose a besarme en la mejilla.
– Afuera cae un monzón – Respondí tomando las manos de Polly quien me observaba entusiasmada – tuviste noticias de él – Dije viendo sus ojos destellantes, ella asintió.
– Deberías volver a la cama, cuñada, estás muy pálida – Comentó John pellizcando una de mis mejillas – y estás congelada, llévala a la cama Tommy, ven Polly, ayúdame a encontrar ese maldito oso.
– Está debajo del armario en la habitación de Polly los niños se metieron ahí a jugar por la tarde – Dije saliendo de la lavandería con Thomas a mis espaldas.
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Vadoma [{COMPLETA}]
FanfictionA peaky blinders fanfic. No lograba comprender muchas cosas pero lo único que realmente importaba cuando estaba sumergida en el lago era la conexión ancestral con la tierra y el cosmo cuando flotaba y me hundía no importaba que me llamaran bruja, so...