El viernes se me hizo eternamente largo desde que terminé de conversar por la mañana con mi novia. ¡Ayyyyy! Qué hermoso suena en mi mente esa palabrita que encierra los secretos de mi corazón. ¡María Pía es mi novia! Y dentro de unos cuántos días cumpliremos nuestro primer mes juntas. ¿Quizá por eso ha salido con irnos a Maryland este fin de semana? ¿Eso será cierto? Mi chica siempre dice tantísimas cosas que ya no sé distinguir entre realidad y ficción. Sin embargo, lo de "escaparnos" a otro estado así de la nada resulta demasiado improbable, incluso viniendo de ella. Además, está el hecho de que ella sabía que Ivy se me "declararía" la noche de ayer: ello también fue otro ingrediente para que las horas pasaran tan lentaaaaaas. En todo el día no he visto a mi amiga -nuestra amistad no ha muerto-, quizá me está evitando para tener tiempo a solas y reflexionar sobre esa locura de ser enamoradas.
¡¿Quién lo diría?! He pasado toda mi vida sola. Nunca fui un punto de atracción para nadie. Incluso perdí las ganas de enamorarme luego de lo sucedido en la cascada con Kylie, y ni qué decir cuando Mila fingió -¡SÍ! nuestra relación se redujo a eso- que me quería durante diez meses. Pero ahora me veo y no lo creo: tengo una diva españolita como enamorada, ambas nos amamos, y por mala suerte, una amiga también cree estar enamorada de mí. ¡Ah! y eso que no estoy incluyendo el enorme problema que representa Jack. Estoy comprometida en matrimonio, tengo una enamorada y una amiga obsesionada conmigo: ni en mis pesadillas lo vi venir.
Todas estas semanas de recuperación me dieron el tiempo suficiente para meditar sobre cómo romperé con Jack. Él regresará a Washington D.C. para las fiestas navideñas... ¡Lo sé! A la época más bonita del año tendré que arruinar sus festejos por completo. No puedo ni quiero guardar el secreto hasta enero, así que me armaré de valor para enfrentarme a los Kennedy cuando ese inminente día llegue y no exista vuelta atrás. Supongo que luego del enfado -más que justificado- de mi prometido, él entenderá que nunca fui la mujer indicada para compartir toda una vida. Venimos de mundos distintos. ¡Lo sé! ¡Lo sé! Cualquiera me podría achacar ese mismo detalle en mi relación con Mapi: chica millonaria con chica de clase media, la típica temática novelesca de distintas clases sociales. Es extraño: acepto a María Pía con todos sus defectos materialistas, no me interesa en lo más mínimo que cuando me invita a cenar sea a restaurantes carísimos, y que yo solo pueda llevarla a comer una hamburguesa en algún lugar de comida rápida en Time Square. ¡No nos interesa! En cambio, con Jack siempre me he sentido incómoda de sus "muestras" de holgura monetaria. Debe ser cierto que cuando hay amor lo demás sobra. Por esa razón es que estoy segura de que amo a mi españolita.
Me pregunto cómo reaccionará Ivy cuando ella y su familia se enteren del verdadero motivo de mi ruptura con Jack. ¡Mierda! Y con todo lo que sucedió esta madrugada... lo mejor es que no le siga dándole vueltas a esos enredos que en algún momento se estirarán lo suficiente hasta romper los nudos y que la verdad se sepa.
En fin... no he hecho ni media maleta. Lo que me dijo Mapi debió ser una de sus tantísimas bromas de universitaria. Solamente nos llevamos tres años de diferencia, pero siento que entre las dos existe una gran brecha de experiencias. Es decir, la percibo muy inmadura e inestable en ciertas cosas, pero en otras me lleva tantísima delantera que más de una vez he pensado en pedirle algún consejo. ¡La amo! Ella es una diablita con rostro de ángel que te seduce con su mente y te enamora con sus besos. Me pregunto, ¿qué hará por su cumpleaños número 22? Ya falta muy poquito para que sea Halloween y ella cumpla otro añito más, pero este será tan especial que jamás lo olvidará: lo celebrará con novia. ¡Me muero de ganas de que llegue ese 31 de octubre! Tengo el presentimiento de que nuestras vidas darán un enorme giro ese día...
- Discúlpeme, señorita Alexandra, por ingresar así a su habitación -exclamó una de las sirvientas de la casa-. La señora Kennedy la está llamando desde hace unos minutos, pero creo que usted no la escuchaba.
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Bad Girl
Romance¿Qué sucede si el día de tu pedida de mano una extraña te roba un beso? A Alexandra no le gustó, al contrario, odió con todo su corazón a María Pía. Pero el destino las volverá a juntar luego de ese incidente. Ambas son tan distintas como el día y l...