21. Fairy Tales

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Una helada corriente de aire logró arrancarme de entre las alas de sueño que poco a poco me iban tomando entres sus brazos. Seguro que las puertas de vidrio del balcón se habían quedado entreabiertas. Y por su culpa un inesperado escalofrío me caló hasta los huesos, lo suficientemente fuerte para desperezar a mis ojos y recobrar mi conciencia. Llegué a creer que provocaría que María Pía tuviese que abandonar ese hermoso mundo de fantasías al que llegamos cuando nos dormimos -y que por un escaso tiempo podemos olvidarnos de la realidad-, pero tuve que ahogar un chillido de desconsuelo al encontrarme con esa grisácea mirada perdida en algún punto aleatorio de la sala de estar. Mis congeladas manos se atrevieron a acariciar la tersura de sus mejillas, llevándome los rastros resecos de sus lágrimas con cada cariño que le daba, pero ella seguía imperceptible de lo que sucedía a su alrededor.

¿Qué había sucedido con el beso de hace unas horas atrás? ¿Acaso no significó nada?

Pues... ¡claro que sí tuvo mucha importancia en nosotras! Mapi me demostró que sigue con todas las ganas de seguir viviendo y por primera vez disfrutar de cada mañana y anochecer porque su vida sí merece experimentar la felicidad. Sin embargo, si con besos los demonios del pasado se pudieran desaparecer de tu vida pues este mundo sería tan sencillo de solucionar.

Sería egoísta decir que entiendo al menos una décima parte de las explosiones emocionales -todas negativas- que estallan en su interior cada vez que el segundero del reloj de pared se mueve frente a nosotras. La sola idea de imaginarme por lo que ha pasado en todos estos años me retuerce el estómago y una electrificante sensación de desesperación me recorre la espalda.

Mis pestañas se entrelazan con fuerza para ahogar otra marea de lágrimas. No son por pena sino por enojo hacia mí misma debido a todos esos malditos arranques de cólera que tuve más de una vez cuando discutía con mi novia. Solo la hacía sentir peor, como si nadie en este asqueroso mundo pudiese comprenderla del todo. Si al menos hubiese sabido por todo lo que ha tenido que sobrevivir cada día... Las gotas impactan con el castaño de su melena, pero ella no lo siente y lloro en silencio, intentando controlar mi incesante respiración, respiro por la boca y me muerdo la lengua al experimentar ese impulso de gritar hasta desgarrarme la garganta.

¿Cómo una chica que frente a todos resplandece felicidad y arrogancia puede haber estado atrapada en esa tortura por tanto tiempo? ¿Cómo puede aún sonreír cada día? ¿Cuánto le hará costado cargar con esos abusos en un inmerecido silencio? Y si lo de anoche no sucedía, ¿María Pía hubiese cargado con ello hasta cuándo...?

Las heridas en sus manos eran necesarias. Allí desató toda ese resentimiento que ha contenido desde su niñez, pero estoy segura que no ha sentido ni una milésima de dolor comparado con la sepultura de sus labios cada vez que veía a una amiga en quién confiar y reprimía ese deseo de compartir las sombras que la han ido ahogando hasta perder las esperanzas de algún día liberarse de ellas. Ni siquiera confió en su mejor amiga con la que creció, pero sí en mí, ¿qué tengo de especial para ella? Si mi comportamiento nunca ha sido el mejor de todos. Siempre la he visto como una princesa engreída y caprichosa que tiene el mundo a sus pies... Qué idiota he sido... Cuánto daño le hice a tu corazón más de una vez. Hasta ahora no había imaginado lo doloroso que fue para ti cuando sufrí el accidente y estuve internada. Esa llamada que quedó a medias, la desesperación que debió atrapar a tu cuerpo por completo y la imposibilidad de lograr respirar hasta verme sonreír una vez más.

Jamás te confesaré que siempre creí que de las dos, yo era la que más amor daba a la relación: la que mantenía celosamente encendida a esa llamita de fuego líquido que intentaba nunca apagarse. La tonta que siempre creía en el final feliz de este "cuento de hadas", pero ahora sé el verdadero valor de tu corazón. Nunca podré igualar el amor que me tienes, pero te juro que moriré intentándolo.

Bad GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora