Castiel Novak llevaba la vida más ordinaria, un día decide hacer un trato con Dean Winchester, un chico que apenas conoce. Todo era un juego en el que Castiel perdió por romper las reglas y a él le rompieron el corazón. Acompáñanos a ver qué tan lej...
El viernes después de clases decidieron que era momento de una sesión más para Dean. Pero esta vez querían aprovechar la naturaleza. Así que se dirigieron a las afueras del pueblo, era un día soleado, eso favoreció mucho a las fotografías, les daba un tono cálido y hacían juego con los hermosos ojos verdes de Dean. Para Castiel tomar estas fotografías fue un placer, Dean se veía perfecto en cada una de ellas y a Novak se le caía la baba cada vez que lo veía posar para la cámara, no quería aceptarlo, pero muy dentro de él, se estaba enamorando de Dean, de esa sonrisa, esos ojos, de su hermosa voz, de su sinceridad y su cariño en público, su sentido del humor, todo lo hacía perfecto y Castiel estaba cayendo lentamente en sus redes.
-¿Qué tal salieron?-Le preguntó después de un rato, se acercó a Castiel y lo observó mientras el otro miraba atentamente la pantalla de la cámara.
-¿En serio necesitas que te diga que saliste perfecto?-Le dijo Castiel mirándolo y haciendo reír a Dean.-Juzga por ti mismo.
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-La blue steel funciona bien ¿huh?-Dijo Dean bromeando, los dos miraban la cámara mientras pasaban las fotos.-Tal vez debería ser modelo.
-Serías un fracaso.-Bromeó Castiel y Dean le dio un suave golpe el en hombro. Castiel sabía que si el rubio se hacia modelo sería el más guapo de todos.
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