Ángeles y Demonios, 14 Razones Para Terminar La Guerra [BTS-Got7]

Jimin

—¡BamBam!

Yoongi estaba asustado. Le había costado pasar el límite, sus alas estaban cansadas y adoloridas y tenía miedo. Jimin había dejado de respirar hace unos minutos. 
Y no sabía cuantos.
No podía perderlo, no a él. No de nuevo.

El mestizo mayor quitó rápidamente las sábanas de la cama de Namjoon, indicando al pálido donde dejar el débil cuerpo del gravemente herido Jimin. 
Yoongi dejó con cuidado el cuerpo a la cama y quitó la manta que lo cubría, varios sonidos provinentes de la boca de los demás dejaron en claro su sorpresa al ver tan grave al menor.
BamBam se acercó con rapidez notando de inmediato que su corazón no estaba latiendo.

—¿C-cuanto lleva así?

Necesitaba una respuesta buena, no podía permitir otra muerte. 

—N-no lo sé...poco, creo...

Yoongi lloró delante de todos, no podia perderlo. Seokjin trataba de consolarlo acariciando su espalda.

BamBam se subió a la cama y puso ambas manos en el pecho del rubio, cerró sus ojos y sus manos brillaron. Todos observaban deseando que abriera sus ojos, Yoongi había agarrado una de las blancas manos de su pareja y no la soltaría por nada. 

—Tres minutos.

Rápidamente dejó una mano sobre el pecho del rubio, justo donde se situaba su corazón, mientras con la otra cerraba las heridas más graves o que más sangraban. Movía sus manos ágilmente y con rapidez sin llegar a tocar el cuerpo realmente, dejándolas en el aire a pocos centímetros de la piel del ángel. Sus manos desprendían un brillo azulado, cada vez brillaban menos. 
Yoongi estaba ansioso pero más calmado, no habían pasado cinco minutos, BamBam podía recuperarlo.

Un sonido gutural de parte del herido hizo a todos tensarse.

—¡Jimin!

El mencionado abrió lentamente sus ojos y apretó la mano del pálido soltando repetidos quejidos.
Todos suspiraron más aliviados mientras Yoongi besaba repetidas veces los labios y mejillas de su pareja. Jimin trató de sonreír  pero el intento quedó en una mueca. Para Yoongi eso fué suficiente.

—Está bien...estarás bien...— acarició al menor viendo como este cerraba sus ojos dejando caer pequeñas lágrimas. Besó su cabeza y miró al mestizo pelirrojo—¿Como está?

BamBam situó las manos en la cabeza de Jimin sin tocarlo, y lentamente las fué bajando hasta recorrer todo su magullado cuerpo. Una mueca se escapó al terminar. 

—Grave perforación en los pulmones, las dos alas inutilizables, la derecha con una peligrosa herida, leve fractura en el cráneo, cinco costillas rotas dos a la derecha y tres a la izquierda, fractura grave en el tobillo, varios hematomas por todo el cuerpo y cortes en el pecho, espalda, cuello y rostro...y no puede hablar, su voz ha desaparecido a causa de la inflamación de la garganta probablemente de gritar...

Yoongi deseó nunca haber preguntado y besó el dorso de la mano que sostenía.
Jimin mantenía sus ojos cerrados, calmado al sentirse a salvo rodeado de todos a pesar del dolor en su cuerpo. 

—Me tomará algo más de tiempo curarlo completamente...

—Tómate todo el que necesites, el brillo en tus manos se desvanece, no te sobreesfuerces.

Namjoon también se había dado cuenta de tal detalle y su prioridad era que todos estuvieran bien, incluido BamBam. 

El mestizo asintió y empezó con su trabajo, curando primero sus pulmones, permitiéndole a Jimin respirar más fácilmente, luego sus huesos, costillas y tobillo, pasó un buen rato en estos dos notando como se regeneraban lentamente hasta volver a la normalidad. Pasó sus manos por sus alas cerrando las graves heridas en ellas y devolviéndole la capacidad de volar, luego pasó las manos lentamente por su cuerpo curando cada morado, corte o herida en su blanca piel. El brillo en sus manos era casi imperceptible, pero aún así siguió, y finalmente puso las manos sobre su cuello, bajando la irritación y dándole el habla de nuevo. 
Sin embargo, no pudo terminar de curarlo, pues el débil brillo en sus manos desapareció y su cuerpo perdió el control cayendo sobre la cama y casi encima del rubio, quien abrió sus ojos, recuperado, al sentir su peso.

—¡BamBam!

Yugyeom rápidamente se dirigió al mestizo, Yoongi ayudó a quitarlo de encima de Jimin, quién aún sin poder hablar bien, observaba al mestizo, preocupado. 

—Joder. ¿Que parte de "no te sobreesfuerces" no has entendido?

Namjoon resopló y BamBam aún consciente sonrió un poco. Estaba sudando y respiraba entrecortadamente, no suponía un peligro para su vida, pero su cuerpo estaba totalmente agotado.

—Yugyeom llévatelo...estará bien solo debe descansar...

El mestizo pelinegro asintió y levantó en sus brazos al pelirrojo quién sonrió débilmente y se dejó llevar, Yugyeom desapareció por la puerta con él e inmediatamente todos miraron de nuevo a Jimin. 
La escena había cambiado, Jimin estaba sentado en el borde de la cama, soltaba pequeñas lágrimas acariciando la espalda y cabeza de Yoongi. Este, estaba abrazando con fuerza el ahora recuperado cuerpo de su pareja, hundiendo su rostro en su pecho y sollozando en silencio.

Namjoon se acercó llamando la atención del rubio quien alzó la cabeza esperando sus palabras. 

—...lo siento mucho...

Jimin sonrió un poco y negó con la cabeza tras un intento fallido de hablar. Pues BamBam se había agotado antes de poder terminar de curar bien su voz. Por suerte esta volvería a la normalidad en unos días o en cuanto BamBam se recuperara.

Seokjin besó la cabeza del menor, el beso fué respondido con una sonrisa.

Jimin fué mimado y escuchado las siguientes cuatro horas, cuando entre lamentos y caricias trató de explicarles sin mucha voz las torturas que había sufrido. Yoongi aún no había soltado su mano y tenia muy en claro que no la soltaría en lo que restaba del día.

Mark sonrió notando otro beso en su cuello. Jackson estaba tumbado y tenía al mayor sobre su pecho acariciando su espalda y sus alas tranquilamente.

—Tuve miedo...

Jackson pasó las caricias a sus alas.

—Lo sé...pero ya ha pasado...

—No, Jackson...—Tuan levantó la cabeza observando al menor—tuve miedo cuando te hirieron...

Jackson acarició la cabeza del contrario.

—No fué mucho...

—Pero aún así...verte en el suelo en medio de todo ese caos...

Jackson sonrió enternecido sin dejar de acariciar la cabeza y mejilla de su mayor con suavidad.

—Ahora ya estoy bien, ya no habrá más guerras, ya no tendremos que escondernos...

Mark pasó las manos por el desnudo pecho del menor y dejó un par de besos en este. Jackson sonrió y levantó la camiseta del contrario, el cual la retiró con rapidez.
Los besos no tardaron en chasquear en la habitación y la ropa desapareció bajo sus manos, buscando el contacto con la piel del contrario.

Sus voces se rompieron dejando paso a sonidos inentendibles, sus pálidas pieles perdieron el color tras los dibujos echos por las uñas, bocas, dientes y manos por parte de ambos amantes. 
Ambos habían perdido mucho tiempo, ambos habían sufrido por lo mismo, ambos habían temido la muerte del contrario y ahora, ambos desearon que el momento que habían creado durará hasta el final de sus días, o como mínimo, hasta el final de sus vidas como ángeles.