Ángeles y Demonios, 14 Razones Para Terminar La Guerra [BTS-Got7]

Final

YoungJae jugaba con la pluma negra entre sus manos, acariciándola lentamente pasándola entre sus dedos con suavidad y soltando alguna sonrisa de vez en cuando.
Su cuerpo estaba desnudo y medio cubierto por una sábana gris, tenía suaves marcas rojizas y alguna morada a la altura de su cuello y pecho. Estaba sentado y con sus rodillas en alto, apoyando sus antebrazos en estas mientras observaba el suave objeto entre sus manos.

Sintió algo frío rodear su cintura y soltó un pequeño grito cuando fué empujado hacia atrás hasta quedar tumbado. Observó una pálida mano en su cintura, la cual se deslizó hasta su torso y empezó a acariciar lentamente su piel. 

—Jaebeom...

Sonrió un poco al prounciar su nombre, aún observando la pluma en su mano.
Sintió como el cuerpo contrario se apegó a él y sonrió cuando un beso en su nuca hizo su cuerpo temblar.

—¿No vas a soltar nunca esa pluma?

YoungJae cerró los ojos perdiéndose en las caricias que ahora habían bajando a sus muslos.

—No, me gusta...

—Pero me tienes a mi...

—Lo sé...pero esta pluma me recuerda el primer día que me diste un beso...

—Fué un beso en la cabeza...

—Sigue siendo un beso...

Sonrió divertido y besó de nuevo la nuca del más pequeño
YoungJae dejó la pluma en el colchón, observando como descansaba perfectamente sobre la superficie sin que el tronco llegara a tocarla realmente. 
Dejó que los recuerdos de la noche anterior inundaran su cabeza lentamente, se había entregado totalmente al demonio sin pensárselo, y no sé arrepentía de nada. El había sido tan inexperto y Jaebeom le había enseñado tantas cosas...

—Jaebeom...

El ángel recibió un "mh" por respuesta notando como las caricias de su mano volvían a su pecho.

—¿Con cuanta gente...has echo esto?

—¿El qué?

—E-esto ya sabes...

—Me he tirado a mucha gente...—el pelinegro pudo notar como el cuerpo del rubio se tensaba y sonrío acercándose a su oreja y susurrar cerca de esta—pero nunca he echo el amor con nadie...hasta ahora...

YoungJae sintió su cara arder y tapó esta con sus manos oyendo la divertida risa del mayor a sus espaldas.

—Te quiero...

YoungJae se derretía en sus brazos.

—Yo también...mucho mucho...

—Eres tan tierno... 

Giró al menor apreciando como intentaba ocultar su rostro sonrojado bajo su flequillo. Besó su cabeza y luego sus labios ganándose una hermosa sonrisa de parte del rubio.
YoungJae acarició la pálida mejilla del pelinegro y no dudó en unir sus labios en un beso.
Nadie mejor que Jaebeom podría estar a su lado.
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—YoungJaeee...—Jaebeom terminó de abrocharse la camisa y estiró sus alas para acomodarlas bien al traje. —llegaremos tarde...

—¡¡Me duele el trasero, cállate!!

Jaebeom no pudo evitar soltar una carcajada mientras el rubio aparecía ya vestido por el pasillo. 

—¡No te rías, es tu culpa!

—No oí ningún "detente" más bien dijiste varias veces "más" por lo que no es mi culpa

—¡Idiota pervertido!

—En realidad fuiste tú quien tenía "curiosidad"

—¡Pero tú me convenciste!