Estaba sentada en la cocina comiendo la mitad de un pretzel que encontré ahí. Estaba viendo a la nada pensando en mis planes para esa noche. Tengo que planearlo con anticipación porque no quiero agendar dos cosas para la misma hora... No, nada de planes. Eso fue fácil.
-Zana, ¿qué vas a...- Harry entró a la cocina y paró de repente. Pensé que iba a hacer una escena dramática y dejé de comer. -¿Ese es mi pretzel?
-...no. Lo encontré aquí. Ha estado ahí por 2 días.
-Ha estado ahí por 2 horas.- dijo discutiendo conmigo.
-2 horas de sobras son como 2 días en mi mundo... no entiendo tu punto.- continué comiéndolo.
-Y vas a seguir comiéndolo después de que te dije que era mío.- dijo apoyando su cuerpo en una pierna como si fuera una mujer.
-Sí. Tal vez deberías ponerle tu nombre la próxima vez.
-Escribí una H en la bolsa con pluma roja.- ugh, este niño nunca se va a rendir.
-Pensé que decía Z, de Zana.- saqué el último pedazo de la bolsa.
-No lo hagas.- dijo cuándo lo elevé a mi boca. Sonreí para molestarlo. -¡Para, yo lo quiero!- dijo corriendo hacia mí y agarrando mi brazo para meterlo a su boca.
-TAL VEZ DEBISTE PENSAR EN ESO ANTES DE RECHAZARLO POR DOS HORAS.- respondí luchando para meterlo a mi boca. Dejé de resistir y no quise que sucediera pero terminé pegándole en la cara. No fue tan fuerte pero hizo parecer que era el fin del mundo.
-¡Ouch, ouch, ouch!- gritó tapando su ojo. –La gente me toma fotos, sabes... tengo que verme bien.
-Sabes, casi me siento mal por ti.- dije mirándolo mientras sacaba hielo del congelador. Giré los ojos. –Ten el maldito pretzel.- se lo pasé y una vez que se acercó lo quite y lo metí todo en mi boca. Era mucho para mí y mi boca se estaba secando.
-¿Qué? ¿No te lo quieres tragar? ¿Te vas a atragantar?- ahora sólo está haciendo referencias sexuales que no apreciaba. Sacudí la cabeza y traté de masticarlo. Se estaba riendo de mi miseria. Mi boca se estaba secando mucho por la sal y casi no podía respirar. No sabía que hacer así que lo escupí todo... en la mesa. Se veía disgustado. Sonreí.
-¿Todavía lo quieres?- le ofrecí la bola masticada.
-No tengo una mejor amiga.- dijo sacudiendo la cabeza. –Tengo una mascota.
-No discrimines.- empecé a limpiarlo. -¿Qué venías a preguntarme antes de que me asaltaras?
-Ah sí, te iba a preguntar si ibas a hacer algo hoy y luego recordé que sólo tienes otros 4 amigos y todos están grabando así que... probablemente no tengas planes.
-Escucha estúpido... eso es correcto.- dije lavándome las manos. -¿Qué quieres hacer?
-Te quería llevar de tour por Londres.- dijo sonriendo emocionado como un niño pequeño. –Ya sabes, como tú hiciste conmigo en Nueva York.
-Eso es sentimental. Voy a vomitar. Pero me gusta. Voy a ponerme ropa interior limpia.
-¿No tienes vergüenza, verdad?- guiñé y corrí a mi cuarto a cambiarme. Levanté mi cabello en un chongo y usé jeans negros, una playera azul y mis converse. Agarré mi chamarra de cuero porque hacía un poco de frío. Tomé mis lentes que me quedaban grandes porque soy estúpida y los amo y son Chanel y no me juzguen. Choqué contra Harry cuando salí del cuarto. Examiné su ropa y el miró la mía.
-Bueno, uno de los dos se tiene que cambiar.- dije. Él estaba usando jeans negros, converse y una playera azul. Gruñó y fue a cambiarse a su cuarto. Dejó la puerta abierta y lo vi cambiarse. Amo los días que empiezan así.
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New York (Español)
RomanceZana es una chica normal que estudia y vive en Nueva York. Hace cosas normales como ir de compras, comer más de lo que debería y arrepentirse luego, dormir, y por supuesto ser amiga de la boy band más exitosa del mundo, pero eso es un punto y aparte...