Fuck You... Hard

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Había pasado una semana desde lo de casa de Zayn y todo había ido bien. La escuela estaba bien (a quién le importa), estaba comiendo más saludable (¿enserio? Dile eso a la hamburguesa que te comiste de almuerzo) y Harry estaba actuando normal de nuevo...

-Harry me puedes ayudar con...- entré a su cuarto en el cual estaba sentado sin playera en su cama con su computadora y sus manos debajo de las cobijas. Tape mis ojos, -Dios, ¿estás teniendo un momento? ¿Eso está pasando?- dije dándole la espalda.

-¿Qué? ¡No!- dijo y lo escuché sacar sus manos de las cobijas.

-¡Si vas a hacer esa mierda al menos hazlo con la puerta cerrada!- grité.

-Estaba rascándome la pierna, ¡lo juro!- dijo riéndose.

-Me das asco.- respondí riéndome. -¿Puedo voltear? ¿Estás decente y limpio?

-Bueno, considerando que no estaba haciendo nada, sí.- me giré y se puso la playera. -¿Qué querías?

-Lo olvidé debido a tu auto-indulgencia.- hice cara de disgusto y el hizo su famoso giro de ojos. -¡Ah, sí! Necesito que me ayudes a escoger. ¿Este perfume,- dije acercándome y mostrándole mi muñeca izquierda, -o éste?- hice lo mismo con la derecha.

-Uhm... la derecha.- respondió. -¿Por qué necesitas oler bien, de todas formas?- permanecí en silencio. –Oh,- dijo sonriendo, -vas a ir con Niall.

-No es cierto...- sonreí de vuelta. –Regreso al rato.- caminé rápido por el pasillo y podía escuchar que se reía. Déjenme describirles la situación de Niall, ya que soy tan famosa por describir mis situaciones.

Como dije, ha sido una buena semana desde... ya saben, desde que empecé a bajar por las escaleras al infierno y seguía sin importarme. Niall y yo no estábamos juntos... lo estamos pero no estamos como en una relación. Actuamos normal como si fuéramos amigos, sólo que un poco más afectuosos que los amigos normales. Decidimos que no importa qué pase, seguiremos siendo amigos. Porque eso siempre funciona. Y de ésta manera si decidimos parar de hacer lo que estamos haciendo, no va a ser un rompimiento... sólo pararemos de ser afectuosos. Sonaba mejor cuando lo hablamos.

Después de tomar el metro al departamento de Niall entré al edificio, mandándole un mensaje y luego subí al elevador. Toqué la puerta una vez y antes de que mis nudillos pudieran tocar la puerta de nuevo estaba abierta.

-¿Trajiste la comida?- fue lo primero que preguntó.

-No, ¿qué carajos? Pensé que tú la ibas a comprar.- dije a punto de voltearme e irme a un lugar en dónde tuvieran algo que ofrecerme.

-Estoy bromeando, claro que la compré.- dijo sonriendo mientras entraba y me besaba en la mejilla.

-No bromees conmigo sobre comida. No he comido como en... media hora. Podría comer lo mismo que un elefante.- dije sentándome en el desayunador de la cocina.

-¿Te das cuenta... que todo lo que hacemos es comer?- dijo sacando la comida de las bolsas. Me mofé.

-¿Por qué lo dices como si fuera algo malo? ¿Vas a ser uno de esos que me grita cuando me ponga gorda porque te avergüenzas de estar con una chica llenita?- dije parándome y sobando mi estómago mientras hacia una cara que no era para nada atractiva.

-Nah,- dijo acercándose y besándome, -no me importa como luces.- claramente. -¿Qué tienes planeado para hoy?

-Bueno, traje mis libros para estudiar.

-¿Vas a ser una ñoña?- preguntó sonriendo.

Tan pronto como terminamos de comer me senté en el sillón y abrí mis libros, empecé a leer una obra de Shakespeare. Cuando lo ves profundamente... Shakespeare era un idiota caliente y racista.

New York (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora