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La semana en la escuela había sido un caos, sobre todo porque sería ese viernes el segundo festival del año y todos parecían sentirse ya en fiesta desde el lunes, cada clase se esmeraba por cumplir con sus propias labores asignadas y los números a presentar ese día eran varios por lo que la mayoría se quedaba en la escuela hasta bastante después de haber terminado la jornada de clases, entre ensayos y preparaciones últimas.

Lo bueno de todo ese alboroto es que incluso Carlos parecía haber olvidado que esa semana también teníamos que juntarnos, por lo que ya era un glorioso jueves y no habíamos vuelto a cruzar palabras más que para el día de la revisión de la primera parte del trabajo de Literatura, en el cual por cierto obtuvimos la nota máxima. Todo indicaba que esa semana me vería libre de él y pasaría las dos semanas de vacaciones de navidad sin preocuparme por nada.

Que ingenua.

El día del festival llegó y con ello el ambiente festivo invadió el instituto, arreglos navideños por todos lados, amigos que se entregaban regalos adelantados por navidad, y por supuesto Alba  con su cámara grabándome a cada segundo.

- ¡Julia estás preciosa! Pareces realmente un hada del bosque con ese atuendo.

Sólo pude rodar los ojos, no sabía cómo había terminado en el puesto de galletas de navidad, vestida con uno de los trajes que Alba había hecho especialmente para mi, un vestido verde muérdago, corto, con forma de campana desde la cintura hasta la mitad del muslo y ajustado arriba, decoraba todo el cintillo hecho con hojas de muérdago y flores blancas y unas medias verde oscuras, por suerte acompañaba ese corto vestido con unas botas o probablemente moriría de hipotermia, aún cuando todo se desarrollaba al interior del gimnasio.

Tratando de huir de la insistente cámara que sostenía mi mejor amiga traté de escabullirme, para mi mala suerte chocando precisamente con Carlos,quien sujetó mis brazos de manera rápida evitando además que terminase en el piso por la fuerza del impacto.

- Lo siento-me disculpé mientras él me soltaba de su inesperado agarre.

- Vaya fuerza, tal vez deberías probar en el equipo de rugby.

Enrojecí, de rabia y vergüenza. Que a una chica le digan eso no es nada alentador,que queréis que os diga...

- Se me da mejor el atletismo- comenté entrecerrando los ojos.

- Lo se- replicó.

Traté de buscar un atisbo de ironía pero no lo encontré. Carlos era realmente un ser extraño.

- Bien, ¿irás a mi casa a hacer el trabajo? tenemos dos semanas de vacaciones pero no creas que por eso debemos dejar el trabajo de lado.

Arrugué el ceño y traté de no estampar el ceñudo rostro de Carlos Right contra el piso. ¿Qué en serio pensaba arruinar mi receso navideño?

- ¿Pasarás las fiestas en Madrid?

Le vi alzar una ceja.

- ¿No irás a Barcelona a pasarlo con tu fam...

Instantáneamente me arrepentí de haber lanzado aquella pregunta, y es que la mirada gélida que me dio en ese instante me hizo desear hacer un hoyo en el piso y enterrarme en él. ¿por qué siempre tenía que irme de boca?

- ¿Sabías que con el ceño tan fruncido siempre envejecerás más rápido?

Vale. Segundo comentario estúpido del día. Parecía que quería asesinarme con la mirada en aquellos instantes, sin embargo de un segundo a otro dejó de fruncir el ceño, no pude más que mirarlo asombrada. ¿Y eso?

- ¿Siempre dices lo primero que se te viene a la mente?

- Por lo general sí- respondí mientras jugaba con mis manos evitando mirarlo.

CUANDO FUIMOS NADA||JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora