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- ¿Te ocurre algo?

Me sonrojé mientras negaba con la cabeza, no quitaba los ojos del diccionario, por temor a que mi sonrojo se intensificara al enfrentarme a él, porque si de algo estaba segura era de la increíble y potente mirada de Carlos Right; llámenme exagerada, pero ahora que había descubierto que sus ojos fijos sobre mi sin su ceño fruncido de por medio eran más letales para mi sistema nervioso que cualquier otra cosa, me encontraba frecuentemente evitando aquel encuentro.

- Andas extraña...- continuó diciendo él.

Oh, sí, quizás porque he descubierto que no puedo mirarte directamente.

- Uhm...

En serio, deberían premiarme por mi elocuencia.

- Julia...

Sentí cómo Carlos dejó su lápiz sobre la superficie de la mesa de mi comedor, no había que ser adivina para saber que había dejado de trabajar y me miraba directamente esperando una respuesta que fuese más completa que mis onomatopeyas habituales.

- ¿Sí?- alcé la vista un poquito, traté de mirar sus cejas, más no sus ojos, ¿qué tan ridícula podía llegar a ser?

- ¿Me dirás que te ocurre? ¿Es por Andrea? ¿Te ha amenazado o algo?

Abrí los ojos y negué con la cabeza rápidamente, nada de eso había pasado, aunque... ¿Era capaz de llegar a eso la... prima de Carlos?

- ¿Entonces?

¿Cómo se suponía que iba a decirle que ahora me sentía... nerviosa al estar con él? Ni siquiera yo podía explicarlo muy bien, de todas formas él seguía siendo un pesado, quizás ya no habían miradas ceñudas de por medio pero continuaba siendo Carlos, después de todo no pasaban más de quince minutos sin que discutiésemos por algo.

- No me pasa nada...

Arrugó el ceño y me asusté un poco, ese gesto nunca era buena señal viniendo de él. Claramente no me creía, pero tampoco iba a decirle qué era lo que me pasaba si ni siquiera yo estaba segura de aquello. Y apenas nos quedaban 9 días (sí, los había contado) para seguir siendo compañeros en el trabajo de Literatura, desde que había llegado la chica Right a Madrid, siempre nos reuníamos o en mi casa o en la escuela, pero yo ya no volví a pisar la casa de Carlos, supuse que era otra de sus tácticas para mantenerse lejos de su prima.

Y ese era otro punto de incógnita... todos sabíamos que Andrea y Carlos eran parientes,Andrea decía que eran primos, pero yo misma había escuchado a Carlos negar escandalosamente esa afirmación, ¿entonces qué eran? No me atrevía a preguntarle directamente a Carlos porque... bueno, porque básicamente tenía miedo de retroceder todo lo que había avanzado con él, es decir, su ceño fruncido (al menos hacia mi) ya casi no existía, y lo había visto sonreír ya dos veces, y no cualquier sonrisa, una donde sus perfectos dientes relucieron y un tierno hoyuelo en su mejilla hizo aparición...

-Julia...

Me sobresalté y él volvió a mirarme burlón.

- ¿Es tan común en ti eso de perderte en tus pensamientos e ignorar al resto?

Me sonrojé.

- Supongo...

- Te decía que ya hemos terminado por hoy...

- ¿Ah si?

- Sí...

Me miró, lo miré.

- ¿Entonces qué? – pregunté.

Se encogió de hombros luciendo desinteresado.

- Podríamos ir a beber un café o...

Estoy segura que mi mandíbula se fue a piso. ¿Carlos Right me estaba invitando a hacer algo extra a los deberes? Le vi observarme y una mueca incómoda se posó en su rostro.

CUANDO FUIMOS NADA||JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora