CAPITULO 2

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¿Sabes lo que es despertar luego de haber tenido un accidente?

-Lauren- susurra aquel hombre –Sus ojitos- decía mientras yo apretaba su mano.

Es como si aunque sé que soy otra persona la conexión que siento con este hombre me hace sentir segura.

Siento como roza mis mejillas sutilmente con sus dedos y luego me toma en brazos, es una buena sensación luego de haber pasado por tanto las últimas horas.

-¡¡ohh!!- entro una mujer tapándose sus labios mientras articula algunas palabras inentendibles. Lo único que quiero es dormir, después de tan agotador día, un descanso no está mal y cerré mis ojos.


-6 años después-


-¡¡LAUREN!!- escuche la voz de mi madre y mi padre detrás de ella riéndose o por lo menos aguantando la risa.

Aquel hombre robusto es mi padre, Mike un gran amigo y consejero aunque me tapaba muchas de las travesuras que según para mamá estaban mal.

-¿Qué?- pregunté con ojos de cachorrito como estaba diciendo mi padre que hiciera.

-No coloques esa cara- dijo mi madre aun con un rastro de no querer regañarme -¡¡MIKE!!- grito ahora viendo a mi padre detrás rojo por aguantar la risa.

-Pero mujer...- sus palabras quedaron a medias cuando sintió el primer manotazo de mi madre.

Aquellos momentos eran muy saludables para mi vida.

Lo que si es cierto es que aún recuerdo a Claudia, ese día en el auto y la promesa, una promesa que no he cumplido. –Laur bebé- escuche el susurro de mi madre y la cara de preocupación de mi padre. -¿Por qué lloras? Pregunta el hombre sin apartar ahora sus manos de mis mejillas.

Era recurrente que cada vez que mi mente se enfocaba en la mujer de mi vida, lagrimas salieran a flote. –Por nada- atine a responder mientras sentía los brazos de ellos arroparme.

Tenía días más difíciles que otros, las pesadillas eran más que eso, eran todas las vivencias de mi vida anterior. En las noches las cosas se volvían más difíciles y a veces terminaba durmiendo con mis padres porque ellos sentían que estaba muy mal.

-¿Vamos de compras al súper?- pregunto mi madre a lo que Mike asintió dejándome allí estática tragando hondo. –Vamos bebé- mi madre tomo mi mano.


Tome el asiento en la parte de atrás mientras ellos iban hablando sobre alguna cosa que les parecía importante. Ajuste mi cinturón y solo me dispuse a mirar el recorrido.

Quien diría que pasaría de vivir en Inglaterra a estar ahora en estados unidos, Miami para ser exactos. Su clima era lo peor que había pero a pesar de todo disfrutaba mucho de la estancia.

Aquel mercado era inmenso, Salí corriendo y tome un cereal en mis manos -¿Podemos?- pregunte agitando y mi padre lo tomo en sus manos lo observo y lo tiro al carrito.

–Pero no fui yo- susurro colocando su dedo índice en sus labios y siguió.

-¿De quién es esto?- agito mi madre el cereal y los dos los colocamos a silbar como si no fuera con nosotros aquel suceso.


-Que niña tan hermosa- una mujer se agacho mirando mis ojos, le dedique una sonrisa mientras acomodaba mi gorro negro.

-Si- fue lo único que dijo mi padre mientras sonreía en mi dirección –Casi no la tenemos- y con aquello me apretó a él en un abrazo. Aquella confesión me dejo por un momento pensativa pero seguí rondado el carro.

-¿Cómo es eso?- pregunta la mujer aun caminando al lado de Mike.

-Estaba algo morada cuando la sacaron, pero con unos pocos de ayuda reacciono- estaba ajena a esa conversación pero podía entender claramente de lo que hablaban.

Es decir, que podía tener opción a vivir con Claudia más tiempo, pero ahora estoy destinada a tener otra vida. Solté el carro y comencé a caminar en dirección contraria.

-¿A dónde vas?- pregunta mi padre y solo levanto los hombros y comienzo a ver cosas que ni siquiera sé que existían.



-Amor- escuche el susurro cerca de mi oído. –Vamos Maxi- dijo con una sonrisa ladeada mientras ella misma le daba la leche al pequeño sabueso.

-No lo malcríes tanto- le dije mientras me acercaba con una mini croqueta y se la daba.

-¿Y tú qué?- la melodía de su risa hacía eco en nuestro salón.

-Te amo, Claudia- susurre cerca de sus labios.

-Te amo, Rachel- y tomo mis labios en un beso lento.



-Lauren- escuche la voz preocupada de mi madre sentada cerca de mí. -¿Qué pasa?- acaricio mi mejilla suavemente.

-Nada, solo soñaba- dije mientras me sentaba en mi cama y me abrazaba a ella.

-Te amamos ¿Lo sabes?- dijo ella meciéndome, hasta que caí de nuevo en un sueño profundo.


-Hija, Normani viene a visitarte- me informo mi madre mientras tomaba mi cereal.

-Sí, mami ¿puedes hacer esos panqueques con mermelada?- le pregunte mientras tomaba otra cucharada del cereal.

-Si claro, sé que les encanta- me dijo con una sonrisa. Ella se levantó con su plato en la mano para dejarlo en lavaplatos y se giró a mirarme –No olvides que hoy visitamos a los nuevos vecinos- asentí mientras terminaba de desayunar.


-¿Entonces te anotaras en el futbol?- me pregunta Normani.

-Mi papá aun no le dice a mamá- le respondo a Normani mientras estamos sentadas al estilo indio en la cama, ladeo la cabeza y me encojo de hombros.

-Pero juegas bien- me agito desde los hombros causando mi risa.

-Lo se Mani, pero debo esperar a ver- ella asintió en respuesta hasta que escuchamos que tocaban la puerta.

-Señora Jáuregui, Lauren puede entrar al mini campeonato de futbol juvenil, tenemos 6 años debemos aprovechar nuestra vida- dijo complicada Normani mientras mi mamá solo reía conmigo.

-Sí, si puede- acepto mi madre causando que Normani me abrazara y comenzáramos a saltar en mi habitación en círculos.

La risa de mi madre se hacía presente –Mi papá viene por mí- dijo sentándose de nuevo en mi cama Normani.

-Te venía a comunicar que ha llegado- con una sonrisa mi madre dejo salir a Normani de la habitación luego de darnos un abrazo. –Lo del futbol podemos acordarlo con tu padre- iba de camino a cerrar la puerta cuando se devolvió. –Y arréglate vamos a visitar a los nuevos vecinos-


-¿Por qué son tan importantes?- dije suspirando en derrota a mi padre que iba con las mismas ganas que yo de caminar.

-Porque tu madre dice que es importante y arréglate ese gorro- susurro lo último juguetonamente.

Antes de poder darme cuenta la puerta de los vecinos estaba abriéndose.

-Buenas noches- escuche el saludo de mi madre Clara y luego como una mujer se acercaba a mí para saludarme.

-¿Y tú debes ser Lauren?- pregunto con una sonrisa en sus labios, yo asentí aun confundida –Bueno pequeña yo soy...- sus palabras quedaron a medias cuando se giró y grito -¡MIJA DEJA ESO ALLI!- curioso.



*Espero les guste y disculpen si existe algun error*

RENACER (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora