*Leanlo, no es el mismo*
Años después...
-Laur - escuche la voz de mi novia mientras tomaba mi mano.
Yo iba manejando mientras ella se encargaba de colocar la música, esas canciones favoritas de todo adolescente y que cantabas a todo pulmón. Veníamos de cenar en aquel restaurante de comida mexicana que a ella tanto le encantaba.
Mi novia se llama Camila es muy infantil y esa característica de ella me fascina, puede no conseguir maldad en cosas tan comunes o en personas en tal caso.
-Babe- ella pinchaba mis mejillas mientras intentaba acercarse y darme un beso en mi mejilla. –Deberíamos ir un día de estos al nuevo centro comercial- entrelazo nuestros dedos cuando había acabado de decir aquello.
Uno de los tantos semáforos marco en rojo y detuve mi auto, gire mi rostro para encontrarla a ella mirando las estrellas, su perfil era un sueño.
Ella es una mujer latina y no solo por dentro lo lleva sino que le fascina serlo, habla un perfecto español, sus ojos era lo que me fascinaba, esos hermosos ojos marrones y su sonrisa que puede deslumbrarte hasta en un día sumamente triste. Su cabello, uno puede tomarlo entre sus manos y sentir lo sedoso que es. Puedo pasarme horas admirando la preciosidad de su rostro y ni digamos de su personalidad.
Un pitido agudo se escuchó y cuando enfoque nuevamente a mi novia ella se reía –Laur... Lo, babe acelera- y con aquello Salí de mi ensimismamiento y comencé a conducir en dirección a nuestro hogar.
Camila tenía 30 años, y por mi parte 31, nos habíamos conocido realmente cuando teníamos 6 años, se había mudado luego de que sus padres que eran muy amigos de los mios habían tenido que volver por seis años a cuba, cuando regresaron mis padres consiguieron una casa muy cerca de la nuestra, enfrente por no decir tanto. Nos mudamos juntas cuando decidimos compartir dormitorios en la universidad, ya luego cuando nos tuvimos que mudar de ciudad y logramos conseguir un buen lugar para vivir juntas.
Yo no soy una chica muy simple debo admitirlo, me gusta mucho vestirme en colores oscuros aunque a Camila hace que pruebe distintos colores en mi guardarropa cosa que no me molesta, tengo los ojos verdes bastante claros para ser sincera y mi cabello es de color negro, me encanta como me queda y no veo a mi novia quejarse de eso.
-Sí, deberíamos pero ¿Por qué?- pregunto ahora cayendo en cuenta.
-Tiene un nuevo cine, y creo que nos vendría bien que yo te invitara a salir- comento mientras abanicaba sus pestañas –Tu y yo, en un cine, asientos traseros, algo de chuches, y muchos besos, yo pagando- comento mientras pasaba su manos por detrás de mi nuca.
-¡Oye! Con lo de tu pagar me convenciste- dije riendo cuando un golpe llego a la parte trasera de mi cabeza.
-Tonta- dijo riéndose mientras buscaba su cartera.
-Pero tuya- respondí mientras me estacionaba en nuestra zona de parking de la residencia en donde vivíamos.
-Pero mía, es cierto- con aquella confesión bajamos del auto.
Nuestras manos se entrelazaron cuanto tomábamos en ascensor hasta el cuarto piso en donde se encontraba nuestro departamento.
La puerta se cerró detrás de nosotras y los ladridos se hicieron presentes, un pequeño sabueso que habíamos adoptado hace dos meses, sus madre había muerto en el parto y todos estaban en adopción, no le pude decir que no a esos ojos marrones en conjunto con los otros más grandes, no entiendo como paso, pero me encontré en el auto con unos ojos marrones mirándome con una sonrisa y los ojos llorosos y otros más cerca lamiendo mi rostro. Era sin duda de lo más adorable y muy bien portado.
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RENACER (CAMREN)
FanfictionRachel y Claudia se han conocido desde hace tres años y un poco más. Un novio abusivo se encontró contra una chica que no le interesa nada. Desde entonces han sido inseparables. Una tarde luego de ir de comprar sufren un accidenté en el que antes de...